Thursday, December 22, 2011

Una sesión de entrenamiento del sub 18 (Juvenil B) del F.C. Barcelona.





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Jueves 17 de febrero de 2010.
17 horas.

Entrenadores:
Óscar García.
Marc Huguet.
Quique Alvarez.


Presentación:
Sesión bajo lluvia. Una sesión cuyos objetivos tácticos fueron:
-Juego en profundidad.
-Juego en triángulo.
-Apoyo-sostén.
-Transición ataque-defensa.
Intentaremos exponer las recetas del éxito del F.C. Barcelona tanto en la base como al más alto nivel.

El trabajo comienza con la explicación por parte del cuerpo técnico al plantel del trabajo a llevar a cabo en la sesión.




Ejercicio 1. Carrera continua y coordinación.
Todo el equipo comienza con dos vueltas suavemente alrededor del terreno de juego para levantar la temperatura corporal de forma gradual, para luego realizar ejercicios de movilidad coordinativa   (skipping, rodillas arriba, talones, amplitud de zancada, estiramientos activo-dinámicos). Luego de esta secuencia, los jugadores se manejan solos. Es la única parte de todas las sesiones que presenciamos que se hace sin balón.
Tiempo: 10´.



Ejercicio 2: Rondo.
Los jugadores formarán tres grupos de “Rondos” tradicionales. Se juega solo a 1 toque, deben buscar cualidades técnicas como la anticipación y rápida toma de decisión. Nunca habíamos asistido a un rondo tan reducido de apenas 3 metros de separación y de pases tan reducidos, y a su vez de velocidad de circulación del balón tan rápida. Muy alta velocidad de ejecución.
Tiempo: 10´.






Ejercicio 3.
El juego en que todos los equipos de la cadena ponen mucho énfasis, todos los días,  cambiando el número de futbolistas y de espacio, incidiendo en la pérdida del balón y de la transición defensiva. Los jugadores deberán cambiar rápidamente de mentalidad ofensiva a defensiva. En un ejercicio 10 v 7, el balón debe circular libremente entre los compañeros del equipo y los dos apoyos en dos bandas (dos porteros jugando con los pies) y los cuatro apoyos (2 en cada lado) en las otras dos bandas. Variar constantemente el juego y los pases y cambiar constantemente el sentido al juego.
Los porteros deben jugar con los apoyos por banda o con el otro portero en frente.
Mucha intensidad en el ejercicio.
Tiempo de trabajo: 15´.



Ejercicio 4.
Búsqueda de profundidad (ejercicio global).
Ejercicio de 7 (jugadores de campo en organización estructural) v 6 ( 5 jugadores + 1 portero). Los atacantes se posicionan en 3-1-3  y los defensas en 1-4-1. El ejercicio se inicia desde el círculo central. Los atacantes, presionados por los defensas, intentan progresar mediante una buena, rápida y segura circulación del balón buscando profundidad y jugando con el centro delantero que estará siempre buscándole las espaldas a la línea de cuatro. Cuando se pierde el balón, se comienza nuevamente desde el centro del terreno de juego. Apoyos constantes, buena circulación y explotación de los espacios libres.
Tiempo: 15´.





Ejercicio 5.
Búsqueda de la profundidad (ejercicio analítico).
Mismos principios que el ejercicio anterior, aunque ahora se colocarán 4 muñecos (se pueden utilizar estacas u otros objetos),  que cumplan con el fin de simular a una línea de cuatro defensas.
B hace un desmarque de apoyo, A se la juega a el, que a su vez jugará en apoyo con C, este juega en profundidad a D que desbordara y centrará o buscará profundidad y finalizará la jugada, entrando el otro extremo D y el centro delantero B para definir.
Se hará de ambas bandas con la misma secuencia de pases y efectuando algunos cambios en el orden de los pases.
Tiempo: 15´.





Ejercicio 6.
Remates libres por detrás de los 16 metros con la utilización de una barrera con maniquíes o de  madera. Se hace una competencia durante la misma.  Ambiente muy distendido. Luego se juntan los materiales y se procede a hacer la vuelta a la calma con estiramientos estáticos.


Traducción al español : Óscar Méndez Albano.

Fuente: www.entraineurdefoot.com
Mag. N.58.










Tuesday, December 20, 2011

"Nunca he estado más de dos días sin tocar la pelota"



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Xavi Hernández tiene una espina clavada desde que en 2006, en Yokohama, el Barcelona perdió la final contra el Internacional de Porto Alegre. Pese al triunfo de 2009, el medio recuerda la derrota y no se fía. A los 32 años, regresa al lugar de los hechos, consciente de la dificultad de ganarle en la final de hoy (11.30, Telecinco) al Santos, un equipo al que respeta por encima de Neymar.
Pregunta. ¿En qué nota la veteranía?
Respuesta. En que cada vez me cuesta más recuperarme. Ya no es lo mismo. Antes acababa los partidos espitoso y ahora cansado, reventado. Al día siguiente, al levantarme, me duele todo. Ya no tengo 20 años y los partidos me pasan factura. Antes de los encuentros estoy menos inquieto, con más calma.
P. ¿Tiene la sensación de qué se le acaba la cuerda?
R. No, porque estoy disfrutando. No quiero ni pensarlo. Dos, tres, cuatro años, a ver cuánto duro. Depende del cuerpo, pero también de la cabeza, de si estás alegre... Yo me lo paso bien, sigo encontrando motivaciones. El Bernabéu, el Mundialito... son cosas que te cargan las pilas aunque estés tieso. Como ahora. Vamos a jugar contra el Santos, un histórico. ¡El Santos de Pelé! Estas cosas son un regalo. Y son buenos... Todos hablan de Neymar, que es muy bueno. Pero Ganso tiene mucha clase. Son fuertes físicamente, técnicamente brasileños...
P. ¿No le da cada vez más pereza ir a jugar a según qué campos?
P. Tal y como está la vida, como lo está pasando mal la gente, jugar en mi casa, en el mejor equipo del mundo y que me paguen... ¡Qué va! Tengo una suerte que no la merezco y me levanto súper feliz. Además, tengo un reconocimiento profesional de compañeros y aficionados que nunca hubiera soñado. ¿Pereza? Para nada. El mejor momento del día es levantarme para ir a entrenarme. Yo me levanto, pienso en el rondo y ya estoy enchufado.
P. ¿El Balón de Oro?
R. Es bueno para el fútbol que lo gane una persona tan normal y tan sencilla como Leo. Futbolísticamente no hay dudas, es el mejor. Me atrevo a decir que será el mejor de la historia. Leo se merece todo por lo que hace. Marcar la diferencia en cada partido es muy difícil. Además, con la necesidad de estar como una bestia físicamente porque si no es imposible competir... Tiene un mérito tremendo. Siempre digo que a mí me hace mejor. Yo tampoco me siento el mejor del mundo, y no entiendo el fútbol como una cuestión individual. En el fondo es injusto porque el portero no ganará nunca. A mí con estar entre los mejores ya me basta.
P. ¿Le ha faltado ser más mediático?
R. Qué va. No fuerzo nada. No tengo twitter ni facebook porque no le veo la gracia. Soy muy sociable, pero con la gente que veo, que se me acerca... A mí me gusta jugar al fútbol. Lo demás, fuera, no me interesa. Yo con la pelota tengo suficiente.
P. ¿Es más difícil competir ahora que cuando empezó?
R. Sí, ahora todo el mundo esta súper preparadísimo, la exigencia es mayor. Cuando llegué, valía con saber jugar. Ahora has de estar físicamente muy fino y ser muy resistente.
P. La sensación es que piensa mucho y corre poco, pero los datos demuestran que no para en el campo...

R. Pienso mucho y corro lo justo y necesario. Siempre estoy en movimiento, eso es verdad, porque donde va la pelota voy yo. Pero veo a muchos delanteros del equipo rival que se pegan unas palizas detrás de la pelota y no tocan una. Y yo voy corriendo, la voy tocando, me lo paso bien... 200 pelotas. Acabo baldado, pero me lo paso bien.
P. ¿Y cómo recupera?
R. Durmiendo.
P. Decían que el Tour se gana durmiendo...
R. Hago siestas de cuatro horas, cinco... Y los días de partido, también. Yo me meto una siesta antes de jugar en el Bernabéu o la final de la Champions... No me cuesta dormirme, lo necesito.
P. ¿Hay algo que le guste más que jugar al fútbol?
R. El futbolín. Ir a buscar setas me gusta mucho. Es una pasión. Voy con mi padre, con amigos.
P. ¿Alguna relación entre año de setas y año de títulos?
R. No. Lo que está comprobadísimo es que si el día antes del partido en el Bernabéu como con Iván Corretja [su representante], ganamos.
P. ¿Cuántas pelotas tiene en casa?
R. Una. Una réplica de la pelota con que se jugó el Mundial de 1930 en Uruguay.
P. ¿Es verdad que sigue jugando con los amigos?
R. Sí. Si tengo unos días libres, hacemos un partidito, unos toques. Creo que nunca he estado más de dos días en mi vida sin chutar una pelota.
P. ¿Qué pasó en 2006? Ese equipo nunca más se levantó...
R. El Internacional jugó bien sus cartas y tuvimos mala suerte. Se defendió todo el partido y nos mató en una contra. Es muy difícil ganar un título como este. Un segunda bte complica la vida. Ese equipo era bueno, y buena gente. Tenía cuerda para rato, pero... Nos dejamos ir todos un poco. Fue una pena. Teníamos un entrenador [Rijkaard] que dejó de ser exigente y los que no asumieron el compromiso consigo mismos... Eso es básico. Si lo tienes, nadie debe decirte nada. ¿Tú crees que a Mascherano alguien le tiene que decir algo? Se exige él solo. Entonces había jugadores que lo necesitaban y no teníamos un entrenador suficientemente exigente. De todo se aprende. También fue culpa mía, no acuso a nadie.

P. ¿Son mejor equipo que entonces?
P. Sí. Hemos evolucionado, comprendemos más el juego, trabajamos mucho más en defensa, sacamos provecho a la estrategia... Antes no salíamos tanto jugando desde atrás. Mi juego no ha cambiado mucho, pero pregúntale a Víctor Valdés. Antes tenía la pelota y si no encontraba un central abierto, fiuuu, se la sacaba de encima. Ahora no, busca más opciones, porque el equipo se las ofrece. Este equipo trabaja mucho la conservación de la pelota, pero también la presión. Yo nunca había robado tantas veces el balón. El 90% de nuestro trabajo está centrado en la pelota, en la comprensión del juego. Esa es la diferencia. Ahora todos entendemos el juego. Y dentro de 10 años será mejor. Seguro que veremos un Barça mejor que este. Viene una generación espectacular, de gente muy humilde y de mucha calidad. Sergi Roberto, Montoya, Fontás, Jonathan, Thiago...

P. ¿Le preocupa que pasará cuando Guardiola lo deje?
R. Espero que siga mucho tiempo. Yo no he visto a nadie que busque tanto el espacio donde jugar, que trabaje tanto qué hacer cuando tenemos el balón. Cómo encuentra los caminos es increíble. Pero lo bueno es que los jugadores que vienen de abajo cada vez lo entienden mejor y más rápido. Eso no se perderá. No seremos tan tontos de apartarnos de un camino que hemos demostrado que funciona. La raíz es esa, no se puede cambiar. Pedro, Busi, Cuenca... demuestran que fuera has de ir a buscar lo justo. El Barça tiene sentido con 15 de casa y cinco o seis de fuera muy buenos.
P. Habla de espacios. ¿Usted vive de eso?
R. Absolutamente. Si no tengo espacio, ¿qué hago? No puedo chocar porque no soy muy fuerte y para pasar necesito un espacio. Yo sin espacios no sirvo para mucho. Necesito ganar dos metros al rival para pensar y ejecutar. Tengo recursos, algún control orientado, pero no soy rápido ni habilidoso. Yo lo que tengo es que el coco me va rápido. No tengo más. En el fondo, soy un jugador muy de la calle. Yo hacía la pared con un árbol, una fuente, un quiosco... El quiosco la devolvía bastante bien.
P. ¿Por eso se entiende tan bien con Busquets?
R. En el campo y fuera, pensamos bastante igual. Es un futbolista enorme. Vive el fútbol a tope, es serio, centrado, profesional... Como Pedro.
P. ¿Se ve como entrenador?
R. No, no me veo como entrenador de ningún sitio. Pero tendré que hacer algo relacionado con esto, porque tampoco me veo lejos del campo.
P. ¿Cómo ve al club?
R. Bien. Todo depende de que entre la pelota. El presidente ya se puede llamar Antonio o Pepito, pero si la pelota no entra...

Autor: LUIS MARTÍN 


Sunday, December 18, 2011

"No dudo en ser amigo de mi jugador"


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Se resiste a ser un técnico robot. Manolo Preciado (El Astillero, Cantabria; 1957), el entrenador del Sporting, entiende su trabajo desde la pasión. Le puede la naturalidad y, ante los irreparables reveses (la pérdida en poco tiempo de su esposa, un hijo y su padre), responde con optimismo. Una personalidad que irradia y contagia, que en parte ha cuadruplicado los socios de El Molinón (de 6.000 a 23.000) en seis años, que tiene amigos por doquier, incluso en el vestuario. Se ha casado de nuevo hace poco más de un mes -"en la luna de miel igual vamos a China porque con lo que me gusta conocer gente...", cuenta-, pero ahora vive el presente: aguarda mañana al Madrid.

Pregunta. ¿Cuál es la fórmula para que la gente le quiera tanto?
Respuesta. No lo sé. Intento adaptarme donde estoy y Asturias y Gijón me recibieron muy bien desde el inicio. Lo que tengo claro es que yo voy a dormir tranquilo. Eso me sirve para estar bien conmigo mismo. Pero también estoy seguro de que a muchos no les caigo ni medio bien.
P. Después de los golpetazos que ha sufrido, ¿ha aprendido a relativizar las cosas?
R. Desde luego. A uno le preocupan lo justo. Una derrota deportiva no es lo mismo ahora que hace seis años. Me molesta perder, como a todos. Pero separo las cosas. No me como la cabeza por tonterías. La filosofía es clara: mañana empieza el día de nuevo. Pienso en positivo. Hasta han hecho un libro de mi vida [Mañana saldrá el sol, de Javier Barrio Iglesias y Carlos Andrés Llamas] y otro de los años que llevo en el Sporting ¿Quién mejorará a Preciado?, de Rubén Díaz]. Es una locura. Me abruma. No hice méritos para eso.
P. Sus jugadores no opinarán así. No se les oye criticarle.
R. Alguno habrá, pero eso es algo que sí que me alegra. Mi relación con los futbolistas no es buena, sino excelente. Incluso con los que no juegan. Me siento su amigo, me preocupo por ellos, son la extensión de mi familia. Seguro que me ven más a mí que a sus padres. Por eso, cuando escucho que un técnico no puede ser amigo de sus jugadores, me pongo de mal humor. Es una barbaridad. No entiendo que un chico tenga que ir con mala cara a entrenarse o que me clave un cuchillo a la mínima. Si puedo generar una amistad, no lo dudo un momento.
P. ¿Eso ayuda a superar los malos tragos deportivos?
R. Seguro. Y más en este equipo, que no tiene reposo desde hace tiempo, siempre al límite. Empezamos mal, vamos a remolque y nos reponemos. Aunque eso, en noviembre, no me quita el sueño. Disfruto mucho del trabajo. El miércoles, camino de casa, pensaba en lo contento que estaba por cómo veía a los jugadores, motivados no por medirse al Madrid, sino por la derrota ante el Levante.

P. Pero toca el Madrid.
R. ¡Uf! Un equipo que en su casa te estrangula. Pero fuera le cuesta más. El problema es que es peligroso incluso cuando tienes el balón. Es la pera. Porque da igual dónde lo pierdas o te lo robe. En dos o tres pases ya se ha metido en tu área y te ha rematado, si no te ha marcado. Por eso no se pueden cometer errores groseros contra este equipo; tiene un nivel físico estratosférico, una potencia bestial y una contra que no sabes por dónde te llega. Özil no puede tener la pelota entre las líneas porque, si se pone de cara, estás muerto, ya que Di María y Cristiano corren más que nadie. Y Benzema e Higuaín son fantásticos. Es un equipo muy bueno corriendo para arriba y te hace más daño al contragolpe que estático. Por eso hay que evitar que corra. No es como el Barça, que necesita el toque para expresarse.
P. ¿Cómo se detiene a esa marabunta?
R. A ellos, además, también se les puede hacer daño al contragolpe porque dejan mucha gente arriba, sobre todo cuando juega Marcelo. Pero el partido tiene una sola clave, que es hacer muy bien las vigilancias cuando tengamos el balón. Si nos lo roban, Di María, Cristiano o quien sea tiene que notar el aliento en el cogote. Eso no quiere decir que tengamos que dar patadas; solo, que no lo reciban con comodidad.
P. ¿No ha aprendido el Sporting a defenderse con los años?
R. Mucho. En el primer curso en Primera encajamos 79 goles. Como para bajar a Segunda B sin pasar por Segunda... El año pasado, sin embargo, fuimos los terceros menos goleados. Hemos perdido el miedo a la categoría y a rivales como el Madrid. Quizá, por el peaje del primer año, cuando jugábamos con demasiada alegría, algo necesario en esos momentos en un club que estaba deprimido.
P. ¿Tan mal estaba?
R. Fatal, sí; fatal. Cuando vuelvo la vista atrás, cierro los ojos y los abro de nuevo, alucino colores. Ver cómo ha mejorado Mareo... Si he podido contribuir en algo, es la leche. Es que el club estaba que se caía, en Ley Concursal... Y ahora, la verdad, esto es miel sobre hojuelas.
P. ¿Cobran todos?
R. Sin excepción. Sin retrasos y hasta el último céntimo.
P. Algo anómalo en el fútbol...
R. Ya lo creo. Es una maravilla. Quizá no se gana tanto como en otros sitios, pero se paga. Es un club familiar y feliz. El consejo está formado por cuatro personas: el presidente, que tiene unos 70 años; dos vicepresidentes y dos consejeros que rondan los 80. Hay un director general y un director deportivo. Y... adiós, muy buenas. Así es muy fácil trabajar.
P. ¿Qué le falta al Sporting para dar un paso más?
R. Esto me cuesta polémicas, pero me encantaría que el Oviedo estuviera en Primera. Sería maravilloso para Asturias. Está en una travesía dura, pero es de admirar que en partidos de Segunda B tenga hasta 15.000 aficionados.


P. Los del Sporting tampoco están mal, ¿no?
R. Son los culpables de esto. Siempre están con el equipo pese a que apenas les damos alegrías. Espero que el recibimiento al Madrid y Mourinho sea el más correcto. Evidentemente, habrá alguien que se equivoque o ambiente crispado. Pero en el Bernabéu también nos cantan eso de "¡a Segunda!". Hay que ser civilizados. La disputa con Mourinho, su pregunta y mi respuesta de canalla, pasó a la posteridad. Somos conscientes de que fue un error de ambos y ya está olvidado.

Autor: JORDI QUIXANO.




Monday, December 12, 2011

Julio Velasco, un gurú para Guardiola.


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Cuando Pep Guardiola jugaba en el Brescia, decidió llamar a un argentino que sabe mucho de voleibol. “Nunca antes nadie procedente del fútbol me había llamado para decirme que quería charlar conmigo ni me había preguntado tanto”, introduce un entrenador que ha ganado dos Campeonatos Mundiales de Voleibol, dos Campeonatos de Europa de Voleibol, una medalla de plata olímpica y cinco Ligas Mundiales de Voleibol. El mejor entrenador de voleibol del siglo XX y el por entonces centrocampista de la Brescia quedaron en Roma y conversaron durante un buen rato. Julio Velasco recuerda que en aquella cita se encontró prácticamente con “un intelectual”. “Me sorprendió mucho que un jugador en activo se preocupara tanto de esos temas. Me impactó su avidez por conocer y comprender, digna casi de intelectual”, relata pasado los años Velasco.

En aquella conversación en Roma, Guardiola ya le comentó a Velasco su intención de ser entrenador y de ahí sus ganas por comenzar a manejar conceptos relacionados con la psicología. “Me comentó que me había leído y escuchado en algunas entrevistas y quería conocerme. Quería profundizar sobre algunos temas como el manejo del grupo, los problemas derivados de la relación con los jugadores y conceptos del aspecto psicológico”.
En ese aprendizaje que Guardiola lleva a cabo, Velasco tiene claro que el de Sampedor ha ido formándose a través de muchas conversaciones con más personas, muchas horas de lecturas, de ver partidos, de cursos… “Así aprendemos todos. La diferencia es que a mí me ha nombrado en un contexto muy preciso”. Se refiere Velasco al concepto que él le presentó a Guardiola en aquel encuentro en Roma. “No se puede tratar de la misma manera a todos los futbolistas”, es una de las máximas en la filosofía del entrenador argentino. “El hecho de que se acuerde de aquella charla es para mí un orgullo tremendo, digno de contar a mis nietos y ahora soy yo el que tiene muchas ganas de preguntarle a él, sobre todo, por sus palabras de hacer unos meses cuando dijo que ‘No hay día que no piense que mañana me voy’. Me ha hecho pensar mucho
De la personalidad de Guardiola, a Julio Velasco le llama la atención “su seguridad” en las ideas que maneja, “su liderazgo”, y las ganas que tiene de seguir aprendiendo. “Sé que ese último factor no es muy común en los deportistas que han ganado mucho”, apunta Velasco, que ve en el preparador blaugrana “una personalidad muy equilibrada”. “He de destacar la convivencia de su liderazgo fuerte, del asumir las responsabilidades reconociendo a su vez el valor de los jugadores”.

A simple vista, los estilos y las formas de Pep Guardiola y José Mourinho pueden ser dos líneas paralelas que nunca llegan a cruzarse. No obstante, Julio Velasco ve puntos en común. “Los dos tienen una personalidad de líderes, de hombres fuertes en el grado de asumir todas las responsabilidades. Los dos conocen muy bien el fútbol y saben cómo quieren que jueguen sus equipos y sobre todo, que es lo más difícil, logran convencer a sus jugadores de llevarlo a cabo. Sin duda, en todos los casos, se trata de encontrar el modo en que el jugador llegue a dar el máximo y ellos lo consiguen”.
Sobre el futuro de Guardiola, en el Barça o en otro equipo, Julio Velasco no duda ni un instante sobre el éxito que cosechará el técnico blaugrana allá por donde pase. “Un entrenador tiene que tener un método, pero también debe ser flexible para adaptarse a las diferentes circunstancias y a los diferentes grupos y jugadores. La amplitud mental y cultural de Guardiola garantizan que sabrá, si será necesario, adaptarse a grupos diferentes al Barcelona en un futuro”, cerró Julio Velasco.


Autor: MÍCHEL MARTÍN.
Fuente: www.marca.com




Friday, December 9, 2011

"Cuando cuelgue las botas seguiré hablando de lo vivido con Bielsa"



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A sus 23 años llega a Bilbao a cumplir el sueño de su padre: triunfar en el Athletic. Cabeza bien amueblada y talento definen a este futbolero que disfruta a las órdenes de Bielsa.


Las cámaras de Canal + le cazaron en Sevilla diciendo a Susaeta:
"¡Qué forma de jugar!". Está disfrutando.
No sabe cuánto. Ha superado mis mejores expectativas.
Usted fichó y después se confirmó la llegada de Bielsa.
Cuando firmé no sabía quién iba a ser el entrenador ni el presidente, pero creí en mí. Sabía que podía ganarme el puesto con el técnico que fuera.
¿Qué importancia tiene en su fichaje la familia?
Imagine. Mis padres son del Athletic y desde niño vengo en Navidad a Bilbao. Así que había un componente sentimental en la decisión.
¿Le atraía la peculiaridad del Athletic, eso que Bielsa llamó "el componente romántico"?
La idiosincrasia del club es algo que me atrae desde siempre.
¿Fichó usted para cumplir el sueño de su padre (Pedro Herrera)?
Él se formó en el Athletic y triunfó en el Zaragoza y yo me he formado en el Zaragoza y pretendo triunfar en el Athletic.

El Athletic llevaba años intentando ficharle.
Sí, pero quería debutar como profesional en el equipo que me ha formado como jugador, como agradecimiento. He sido y soy zaragocista, y quería disfrutar de ese momento único del debut con esa camiseta.
Villarreal, Valencia y Sevilla se interesaron por usted, ¿ se planteó alguna alternativa?
Hubo interés de otros equipos, pero la salida natural y lógica era el Athletic, porque además Bilbao es diferente.
¿A qué se refiere?
En Bilbao ocurre algo que no ocurre en otras ciudades. Aquí todo el mundo es del Athletic, ni del Real Madrid ni del Barcelona. Como debe ser. Y en otras ciudades la gente es de uno de ellos y luego del equipo de la ciudad.
Todo iba bien hasta que se rompió el menisco.
Fue duro. El equipo se estaba construyendo y me lo iba a perder. Pero trabajé para volver e integrarme lo más rápido.
Hablemos de Bielsa.
Es un entrenador de entrenadores. Tenía referencias por antiguos compañeros, pero mi experiencia ha superado cualquier expectativa.
Su intensidad es obsesiva.
La intensidad no es comparable a la de otros que haya tenido, ni mejor ni peor, simplemente no es comparable.
¿Qué destacaría de sus métodos de trabajo?
Bielsa crea ejercicios que reproducen situaciones reales de partido provocando que entres en contacto con jugadores con los que te relacionas en el campo. Tengo mucha relación con los que ellos llaman volante, volante mixto y volante ofensivo. Iturraspe, Javi (Martínez), o los centrales Amorebieta, San José... Y en ataque Fer (Llorente), Iker (Muniaín)... Eso te aporta una confianza que se luego se refleja en el campo.
Los entrenamientos son extenuantes.
El Athletic es el mejor ejemplo de que se juega como se entrena. Se vio en Sevilla.
¿Bielsa teoriza mucho sobre el juego?
No teoriza, siempre ejemplifica. Te explica una jugada y te la razona apoyándose en ejemplos de jugadas en las que tú has sido el protagonista. Es un entrenador didáctico y minucioso.
¿Y no le satura tanta información, tanto vídeo?
Vemos vídeos, sí, pero sólo en las concentraciones. Nuestros y del rival. Eso lo trabaja muchísimo. Cuando saltas al campo conoces cada movimiento del adversario.
Entrenador ofensivo.
Por supuesto. Su idea es presionar lo más arriba posible porque cuanto más arriba robas la pelota, más cerca estás del gol. Ofensivo, por tanto.
¿Sobre qué pilar gravita la concepción del fútbol del Loco?
El movimiento. Creo que es el aspecto que más he desarrollado de mi juego. La pelota no se recibe al pie, se recibe al espacio. Tocas y te vas.

Marcelo le tiene en alta estima futbolística, ¿hablan mucho? ¿que lé pide?
No hablamos mucho, pero cuando lo hacemos se dirige a de una forma tan directa que a veces te intimida. Es franco a la hora de decir lo que piensa tanto en lo bueno como en lo malo. Y se agradece porque ahorras tiempo y no malinterpretas el mensaje. Me ha pedido que "me aplique en las contiendas personales" (lo dice divertido con acento argentino). En el uno contra uno, vamos.
Con la Prensa, sin embargo, utiliza un lenguaje barroco, ornamental. Filosófico casi.
No he asistido a sus conferencias de prensa, pero las leo y es otro lenguaje. No diría filosófico, pero utiliza términos no habituales. Es muy culto.
¿Qué relación mantiene con su equipo de trabajo?
Bielsa tiene su rol y el resto del equipo el suyo. Por ejemplo, Luis Bonini, el preparador físico, es el poli bueno. Luego están Claudio Vivas, Pablo Figueroa, Luca, Diego... Son todos indispensables. Así te lo hacen entender, y al verlos trabajar te convences de ello.
Usted que es futbolero, ¿ha podido disfrutar de la vasta cultura futbolística de Bielsa?
Sí, porque te aporta esa cultura futbolística cuando te habla de partidos históricos, de jugadores míticos... Despierta el interés del jugador.
Se han intentado establecer similitudes entre este Athletic y el Barcelona de Guardiola.
Discrepo. Presionamos arriba ambos, pero tras recuperar la pelota somos diferentes.
El día que empataron con el Barcelona, Bielsa dijo que no supieron matar el partido.
Cierto. No supimos, o no pudimos, seguir atacando al Barcelona tras marcar el 2-1. De hecho nadie hasta ahora se ha puesto por delante y ha seguido atacando. Pero esa fue la enseñanza que nos dejó aquel partido. Después, ante el Sevilla, nos adelantamos y sí supimos seguir atacando.
Son el equipo que más jugadas de ataque produce.

No conocía el dato, pero confirma nuestro espíritu audaz.
Y el que más utiliza a su portero en jugadas de campo.
Tampoco lo conocía. Gorka es un jugador más de campo, un recurso para mantener la posesión, y un síntoma de las intenciones del equipo.
Buscan sucesor a Xavi en La Roja. ¿Es usted candidato?
Lo único que tengo que decir sobre Xavi es que espero que dure muchos años más para disfrutar viendo como juega.
Ese vestuario desprende empatía, buen rollo.
Es que está muy unido. Yo tenía relación con Iker, Fer y Mikel en la selección y me hablaban maravillas. Pero ahora, desde dentro, he confirmado que lo que decían era cierto.
¿Ayudado tanto que sean todos de la tierra?
Muchísimo. Somos un grupo de chavales de similares edades, con inquietudes parecidas y cosas en común tan importantes como el idioma, la cultura y la educación. Sabemos el significado del club y nos identificamos con él. Eso es un valor que otros no exhiben.
¿Piensa usted ya en un posible debut con La Roja?
A nivel de Selección mi prioridad es Londres. Me ilusiona mucho la posibilidad de participar en unos Juegos Olímpicos. No es algo habitual en la carrera de un futbolista.
Defina en una palabra al Athletic que se ha encontrado.
El Athletic es familiaridad. Logra una identificación difícilmente posible en otro club.
¿Y Bielsa?
Locura. Vive el fútbol con una intensidad brutal. Nunca he visto ni veré a nadie más obsesionado por el fútbol que él.
Suerte y siga disfrutando.
Lo haré. Estoy seguro que cuando cuelgue las botas seguiré hablando de lo vivido con Bielsa. Es diferente, peculiar.
Fermín De La Calle.

Fuente: www.as.com

Thursday, December 8, 2011

Conversación con Guardiola - "Esbozo de una idea de juego"


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Entrevista realizada y analizada por Nuno Amiero, Licenciado en Deportes por la Facultad de Deportes de la Universidad de Oporto.
Barcelona, 14 de Abril de 2008.

Como punto previo vale aclarar que  Guardiola esta completamente "obsesionado" con tener el balón, con el “como circularlo” para crear desequilibrios al adversario, con como hacerle llegar el balón a los extremos y sacarles el máximo provecho. Toda la organización es pensada en función de como  se quiere atacar y el como atacar es muy influenciado por la pasión que tienen al jugar con extremos.

Fácilmente se perciben muchas semejanzas con la forma de pensar de Cruyff, entrenador que él no esconde que haya sido su mayor influencia. Con una diferencia curiosa: Guardiola afirma que también tiene preocupaciones con el momento defensivo (cierre del equipo, basculaciones, coberturas etc), al contrario de Cruyff que apenas se preocupaba con la Organización Ofensiva, que no entrenaba ninguno de los aspectos defensivos.
De cualquier modo, dice, que “ lo importante  es atacar pensando en la posibilidad de pérdida del balón”. De ahí sus preocupaciones en términos de juego posicional con equilibrio defensivo en los primeros momentos de construcción, con las coberturas ofensivas en el último tercio, con tener siempre mucha gente en los espacios interiores etc.

Voy a intentar ahora describir una de las ideas más curiosas e interesantes de Guardiola.
Las mismas fueron las que me hicieron ir a entrevistarme con el.
¿Porque? Para  constatar como  defiende la idea de que, en construcción, el jugador en posesión del balón  debe conducir el balón para enseguida jugar al hombre libre- repitiéndose esta acción, haciendo que la misma se convierta en una especie de “Efecto Dominó”- es, a primera vista, inquietante, extraña…sobretodo contrastante con la idea que tenemos del estilo de juego de Guardiola y del Barça de Cruyff!!

Fue esta aparente contradicción que sirvió de  "motor de arranque" para nuestra conversación...
La idea base es la siguiente: como principio fundamental para iniciar y / o dar continuidad a la construcción, Guardiola quiere PROVOCAR CON EL BALÓN PARA APROVECHAR EL HOMBRE LIBRE. Entiéndase provocar en el sentido de atacar el espacio.
Es esta acción, en cuanto a la primera acción de los defensas centrales en los primeros momentos de la construcción, es muy importante para él (entiéndase que la acción en cuanto al principio de juego no se manifiesta aquí, aunque en este momento es donde se asume o comienza, para el es donde cobra mayor relevancia).
Partiremos del principio que la línea defensiva tiene superioridad numérica sobre la línea avanzada adversaria cuando el balón la tiene nuestro Portero- imaginemos que el rival esta estructurado en un sistema 1.4.2.3.1 frente al 1.4.3.3 de Guardiola. El equipo hace “campo grande” con 3 delanteros bien dentro del último tercio, el triángulo de ½ campo bien arriba, los centrales abiertos por los picos del área mayor y los laterales totalmente abiertos y profundos, casi sobre la línea del centro del campo. El balón entra en un central y estos estarán normalmente en 2v1 con un punta adversario. Ellos pueden ir moviendo el balón entre ellos inclusive con los laterales e ir intentando progresar, eso no es relevante en este caso (tal como es la posibilidad en esta circulación inicial de que aparezca un hombre del triángulo libre entre líneas adversarias porque es obvio que en este caso el balón ha de entrar inmediatamente). Como en el encuentro el equipo rival estará cerrado  y es difícil encontrar el hombre libre, aquello que va a suceder es que un central va a atacar el espacio en conducción para de esa forma atraer sobre si a un adversario.
Si se acercara el punta rival, el central pasaría al otro central y el atacaría el espacio ya con el punta batido; si el rival que venga  va  a presionar a ese central, ya se creo un hombre libre que, al recibir el balón va a generar inestabilidad en el equipo rival. A partir de ahí seguramente será más fácil “tocar” o, si hubiera espacio libre se podría repetir la misma lógica de “PROVOCAR PARA ATRAER”, pensando siempre, sucesivamente, en términos de crear situaciones de 2 v 1….


Además, con rivales de calidad, si el balón entra en el zona interior del equipo, el equipo cierra los espacios interiores y esto nos permite aprovechar a los extremos con espacio. Por lo tanto, aquello que se pretende es que los centrales salgan a jugar por dentro. Guardiola no quiere que se salga a jugar por fuera, por los laterales, en la medida en que esas zonas son donde el adversario va a presionar (a la entrada del balón en el lateral es muchas veces indicador de presión) y es donde es más fácil presionar. De aquí que el advierte: “Gasten dinero con los defensas, sobretodo con los centrales!!!” Tiene consciencia de que los defensas tienen que ser muy buenos en posesión y manejo del balón (ejemplo Puyol,  Piqué, Mascherano o Abidal).

Otro aspecto interesante que el no se cansa de hacer hincapié es que quien tiene el balón (pensamos que se aplica a aquellos que pueden recibir) debe centrar su atención en los adversarios próximos, esto es, debe estar preocupado en ver a los rivales y no tanto en buscar a sus compañeros…estos,  deben  saber donde estan para colocarse entre líneas!! 
Dado que el tiene ideas concretas, perfectamente definidas para el posicionamiento de los jugadores a medida que el juego se va desarrollando…juego posicional, claramente ¡otra “obsesión” suya!

Dos aspectos que Guardiola pone mucha relevancia:
La línea defensiva debe equilibrar la iniciativa del central, sobretodo el lateral de ese lado, cerrando por dentro; el equipo puede salir por fuera si el lateral recibiera por frente de su adversario derecho.
Inclusive la lógica latente por detrás de las situaciones de finalización, una segunda idea muy apreciada por Guardiola la denomina TERCER HOMBRE. Según él, Cruyff estaba casi  obsesionado con esta idea que acaba por ser una dinámica de comportamiento relativamente simple aunque difícil de contrarrestar por parte del equipo que defiende.

Tal como afirmamos, son ideas simples: quien esta en posición avanzada en relación a el balón pide el balón para jugar de cara…con quien este de frente al juego.
Por ejemplo, el pivote está en posesión y el Punta pide el balón no con la intención de darse la vuelta y girar con ella,  sino para jugar a uno de los interiores o medias puntas. En el fondo, se trata de ver quien esta de frente al juego (fruto de la posición relativa que convierte al jugador la posición del balón) como “segundo pivote” o si quisiéramos “estaciones de interacción” o, “puentes” con compañeros que están de frente al juego, muchas veces “puentes” para el hombre libre que se genera con la dinámica de “provocar para atraer”.

Tanto el principio subyacente al “hombre libre” como el principio subyacente al “tercer hombre” (que muchas veces, acaban por complementarse), nos parecen acabar por ser dinámicas, o mejor, sub dinámicas que buscan crear las mejores condiciones de juego a los amantes de los extremos: intentan crear condiciones facilitadores que, jugando apoyado desde atrás, jugando triangulado, “tocando”, se consiga llevar el balón dentro para que después vaya por fuera en la dirección de los extremos bien abiertos o en punta, recibiendo con algún espacio y para encarar la portería adversaria de frente.

Guardiola, como ya referimos, da enorme importancia al juego posicional del equipo. En cada momento de la organización ofensiva, es en función de la posición del balón, cada jugador tiene que saber como posicionarse, en que espacios debe jugar. Entiéndase que la posición de un jugador no es un punto de espacio, sino un área de ese espacio.

 Querer siempre posicionamientos diagonales en relación al balón, laterales y extremos en líneas diferentes, siempre gente bien abierta que considera muy importante el “timing” de salida del jugador cuando funciona como “puente” para el tercer hombre, esto es, cuando viene a pedir de cara.

No le gustan los cambios de posición.
Siempre que puede intenta tener futbolistas que puedan hacer la doble función por sus características (ejemplo de Henry que podía alternar de Punta o Extremo), no le gustan los cambios de posiciones. Porque el jugador de fútbol normalmente no es muy inteligente y porque los cambios de posición pueden ayudar a invertir una lógica que para el es crucial: el equipo debe tener siempre mucha gente por dentro y alguna gente por fuera.

¿Para que intercambiar posiciones? Para “tocar”, para aparecer en el área de frente y para defender si hubiera pérdida de posesión del balón. Por eso no nos gusta absolutamente nada de la entrada de los medios interiores al espacio de los extremos cuando esta el balón en zonas defensivas. Ellos deben jugar por dentro para “tocar”, para hacer coberturas ofensivas a los extremos y para que ataquen el área. También no gusta que estos bajen a pedir el balón a los defensas (quedando con todo el equipo entre el balón y la portería). Por lo mínimo, ellos deben buscar recibir entre la línea avanzada y la línea media adversarias. Yo digo que ellos deben ser un poco como los extremos: pacientes. En ese sentido. La dinámica deseada presupone que los medios surjan como “Hombre Libre” o “Tercer Hombre”!

Y si hay un jugador que, para Guardiola, debe ser muy posicional es el pivote o medio centro del equipo. Ni la simple salida en profundidad para que un media punta venga a recibir al espacio le agrada. Muy posicional, siempre ofrecerse, siempre buscar posicionamientos diagonales en relación al balón. Quiere siempre a los extremos abiertos, aunque en determinados momentos puedan buscar posiciones interiores. Si eso acontece normalmente es el lateral que va a garantizar la máxima “largura”. El principio es simple: “¡siempre alguien por fuera bien abierto; siempre mucha gente por dentro!”

  
El simple hecho que el balón llegue a un extremo no significa que el lado contrario tenga que cerrar. ¡Muchas veces tiene que continuar bien abierto!
Depende del seguimiento que se le haga al balón: la línea de fondo o los espacios interiores.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA:

Maciel, J. (2008). A(In)(Corpo)r(Accao) Precoce dum jogar de Qualidade como Necessidade (ECO) ANTROPOSOCIALTOTAL - Futebol um Fenomeno AntropoSocialTotal, que primeiro se estranha e depois se entranha e ... logo, logo, ganha-se! Porto: J. Maciel. Dissertacao de Licenciatura apresentada a Faculdade de Desporto da Universidade do Porto.


Traducción al español: Óscar Méndez Albano.

Tuesday, December 6, 2011

El día en el que Drogba lloró por Mourinho


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John Terry no podía quedarse de brazos cruzados. Era medianoche, pero no le importó lo más mínimo. El capitán del Chelsea descolgó el teléfono para llamar a dos de las vacas sagradas del equipo, Didier Drogba y Frank Lampard. La consigna era clara: "¡No podemos permitir esto!".
La noticia no era otra que la confirmación de la marcha de José Mourinho, el entrenador que había cambiado para siempre la mentalidad del equipo londinense. "Hablamos con el club y dijimos claramente que no queríamos que se marchara", confirma el capitán, "pero José ya tenía un acuerdo para irse".

Al día siguiente, el episodio que nadie quería sucedió. Uno de sus jugadores de confianza, su compatriota Paulo Ferreira lo cuenta: "Una despedida es siempre complicada, pero ésta fue aún más. No esperaba que fuese tan difícil. Él vino al vestuario, nos juntó a todos y nos dijo que se iba".
El defensa del Chelsea narra los entresijos de aquel encuentro: "Dijo que echaría de menos los momentos buenos que pasamos y nos abrazó, uno por uno. Me acuerdo que Didier Drogba fue uno de los más afectados, lloró como un niño".

El jugador africano nunca ha reconocido tal extremo, pero lo deja entrever: "Hubo mucha emoción en el vestuario el día en que él se despidió de nosotros. Parecía una cosa irreal, como si no fuese verdad, como si fuese una película, porque le veíamos todos los días y no estábamos preparados para que se fuese. Fue un 'shock'.".
Frank Lampard no quería por nada del mundo que Mourinho partiese. El carismático centrocampista del Chelsea lo confirma: "En mi cabeza imaginaba que él se quedaría 10 años.

 Todo funcionaba perfectamente. Normalmente, no me implico emocionalmente con este tipo de cosas. Sé que los entrenadores van y vienen. El fútbol es así. Pero en aquel caso era más que un entrenador que partía, era un amigo que nos dejaba". El hombre que, según sus propios futbolistas, forjó la mentalidad ganadora del Chelsea, desde el primer día que tomó las riendas del banquillo, se fue. Sin embargo, la huella de 'The Special One', como fue bautizado tras comentar en su presentación que él era un entrenador especial, permanece imborrable en cada rincón de Stamford Bridge. Los supervivientes de aquel equipo se encargan de recordarlo.


ANDRÉS ARMERO.
Fuente: www.marca.com


Monday, December 5, 2011

EL PRIMER GRAN CASTIGO DE "MOU".


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DEL LIBRO 'MOURINHO. LOS SECRETOS DE SU ÉXITO'
DE NUNO LUZ.
Aquel día Maniche tardó en dar dos vueltas al campo 45 minutos.
El talentoso centrocampista del Benfica se tomaba a la ligera una orden del nuevo técnico del equipo, José Mourinho.
La reacción del entrenador no se hizo esperar.
Un castigo que cambiaría al futbolista y al grupo para siempre.


Mourinho había previsto un partidillo en el entrenamiento de aquel día. El técnico luso llevaba muy poco tiempo al frente del Benfica a finales del año 2000. Todo transcurría con normalidad hasta que Diogo Luis, un joven futbolista del equipo B, arrebató una pelota a Maniche. El centrocampista de talento desgobernado, una de las estrellas emergentes del fútbol luso con 22 años, se revolvió pegando una patada por detrás al chaval.

La reacción de Mourinho, que estaba en la grada observando la sesión, no se hizo esperar. El entrenador llamó por el móvil a uno de sus adjuntos que estaba a pie de campo, Carlos Mozer, con un tono imperativo: "¡Manda a ese correr hasta que acabe el partido!". El ayudante comunicó a Maniche la orden y éste se negó a acatarla.
El colaborador le insistió durante diez minutos y le advirtió de que el nuevo entrenador no era como los demás. Finalmente, Maniche cumplió con el mandato a su manera: completó dos vueltas al campo en un ridículo tiempo de 45 minutos. Mourinho tomó nota y actuó al día siguiente.
El técnico llamó a capítulo al futbolista en la siguiente sesión, aseverando que estaba muy mal físicamente. Maniche le replicaba: "¡Míster, no estoy nada mal!". Y el entrenador insistía: "Un jugador que realiza dos vueltas al campo en 45 minutos no puede jugar, está muy mal físicamente, por eso a partir de hoy entrenarás al mediodía con Mozer y Vilda- el preparador físico- hasta que recuperes la forma y puedas regresar al grupo."

Maniche se quejaba a Mozer y éste le respondía: "Yo te avisé de que las cosas ahora no son como antes, ahora es diferente". El centrocampista entrenó durante toda la semana apartado, con una intensidad que nunca había demostrado. La semana siguiente Maniche se reincorporó al grupo sin sonrisas, pero aplicado. Mourinho no sólo lo convocó, sino que le dio también el brazalete de capitán. El futbolista pensó que se trataba de un error y se dirigió al técnico.

Mourinho le dio un sermón bíblico sobre la importancia de ser el único jugador de la plantilla formado en la cantera del club, la responsabilidad de ser un ejemplo para los más jóvenes, la obligación de ser el último en abandonar el barco. Fueron palabras con un efecto revolucionario en la cabeza de Maniche: "Aquel castigo me hizo pensar y cambió mi forma de ser. Es con estos pormenores que se construyen los grandes hombres y jugadores". Según Mozer, "aquel que todos describían como un jugador loco e inestable se transformó en una máquina competitiva imparable". Esa semana supuso un antes y un después en la vida de un futbolista que siempre brilló más cuando estuvo a las órdenes de Mourinho, el entrenador que cambió su vida.


ANDRÉS ARMERO.
Fuente: www.marca.com


"Las Acciones a Balón Parado o de Pelota Quieta".

                                                           Autor: Oscar Mendez.