Friday, September 21, 2012

"Jonathan Viera tiene un tren inferior como Romario".(Aclaraciones a nota publicada en periódico deportivo Superdeporte de la comunidad Valenciana).


A continuación compartiremos una nota aparecida este verano en el periódico deportivo "Superdeporte" de la comunidad Valenciana del futbolista Jonathan Viera del Valencia C.F.
La misma es para remarcar algunas diferencias de apreciación de lo que se menciona en la nota por parte de diversos profesionales. No es nuestra intención polemizar con nadie, pero si marcar diversos puntos donde por desinformación se lleva al público a creer y mantener diversos tópicos que  se hacen sin fundamento de información o datos.


Jonathan Viera tiene un tren inferior como Romario
Tiene una musculatura genética y un umbral alto de fuerza que marca su estilo de juego explosivo.
  
«Lo que más me ha sorprendido de Jonathan Viera es el tren inferior que tiene», decía Jordi Candel minutos después de finalizar la revisión médica del canario. La musculatura y el umbral de fuerza del nuevo futbolista del Valencia no ha pasado desapercibida para el cuerpo médico del Valencia. Tampoco lo ha sido para los galenos de Las Palmas. Jonathan tiene una masa muscular en el tren inferior (vasto lateral, bíceps, cruádriceps, sóleo, abductor, etc.)  superior a la media de futbolistas de Primera que le hace especial y le permite algunos de los movimientos característicos de su juego. Esa fortaleza física y capacidad aeróbica y anaeróbica es la que complementa físicamente su talento y magia innata. Los datos médicos recopilados por Candel y Ximo Mas en la revisión médica del pasado martes en la Clínica Tecma de Alzira y el informe de la doctora de Las Palmas, Clara Quintana, explican las posibilidades del jugador.

 Esta musculatura extraordinaria en el tren inferior le permite superar en velocidad al resto de jugadores y le ofrece, sobre todo, la fuerza que posteriormente utiliza para sus cambios de ritmo y arrancadas. Un tren inferior que recuerda al de Romario, el Kun Agüero u otros futbolistas de sus características y que invita a la ilusión.
El tren inferior ofrece ventajas, pero también inconvenientes. Aunque es una garantía de éxito deportivo y médico, también requiere de un trabajo especial. El doctor Candel ya se ha puesto manos a la obra para elaborar un plan junto a los fisios con el objetivo de equilibrar su tren inferior y el superior. Ese es el único déficit, por decir algo, que encuentran en su composición física. El jefe de los servicios médicos sabe que tendrá que trabajar mucho su tren superior para compensar e igualar su fuerza arriba y abajo. «Ahora tenemos que trabajar ese aspecto», decía Candel. Se trata de un desequilibrio normal fruto del desarrollo de los once músculos que componen su tren inferior: Gluteo Mayor, Semitendinoso, Biceps Femoral, Vasto Lateral, Gemelos, Psoas, Sartorio, Abductor, Cuádriceps, Sóleo y Tibial Anterior.
Una de las personas que mayor conocimiento tiene del tren inferior de Jonathan Viera es la doctora de Las Palmas, Clara Quintana. Ella fue la encargada de enviar el informe médico al Valencia que previamente elaboró junto a Gerardo Arce y Dioslado Bolaños. La doctora Quintana reconoce la capacidad anaeróbica y aeróbica del futbolista. «Hay futbolistas que poseen por genética una capacidad aeróbica y anaeróbica mayor al resto y este es el caso de Jonathan. Tiene una constitución muscular fuerte de la que ya hemos informado al Valencia. Es un chico que tiene un umbral de fuerza muy alto y eso se traslada al campo más allá de la calidad y técnica innata».

Otra de las personas que conoce y ha trabajado directamente la musculatura de Viera es el recuperador de Las Palmas, Jeser Cárdenas. Él ha trabajado directamente con ese tren inferior de Viera y sabe la fortaleza que tiene en los isquios y los cuádriceps. «Nosotros hemos trabajado a Jonathan desde que llegó al primer equipo porque es un jugador con muchas posibilidades. Tiene una musculatura fuerte en el tren inferior que es la que da forma a su estilo. Los músculos más poderosos de Jonathan son los isquiotibiales y los cuádriceps. Es muy poderoso ahí abajo».
La pregunta es, ¿esa musculatura tan desarrollada en el tren inferior es buena a la hora de prevenir lesiones o, por el contrario, puede pasarle factura en forma de sobrecargas, contracturas, microrroturas o roturas? No hay una respuesta médica científica porque el jugador está expuesto a una lesión igual que el resto de jugadores, pero sí es verdad que los precedentes médicos juegan a su favor. Apenas se ha lesionado. «Es verdad que Jonathan sufrió un poco al pasar de Tercera al primer equipo. Notó el cambio y la acumulación de partidos. Entonces recuerdo que tuvo una microrrotura, pero desde entonces no ha tenido nadas más. Un esguince de tobillo recuerdo, nada más».
Ariel Padrón es el fisioterapeuta que ha trabajado con él. Por sus manos han pasado los músculos del nuevo jugador del Valencia. «Es evidente que Jonathan tiene una calidad muscular superior. Tiene un tejido muscular privilegiado que le permite ser rápido y fuerte en las arrancadas como veréis. Es un lujo para un fisio trabajar con alguien así». Viera tiene los mimbres físicos y técnicos para ser importante.
Autor: ANDRÉS GARCÍA

Al haber trabajado con dicho futbolista durante tres temporadas, una en el juvenil de la U.D. Las Palmas (Sub 19) y otras dos de forma individual como preparador físico personal del futbolista (cuando estaba en el primer plantel de dicho club) sentimos la necesidad de remarcar varios puntos que se mencionan en dicha nota y que no estamos de acuerdo:

a) La fortaleza que dicho futbolista posee en el tren inferior, sin lugar a dudas que tiene un componente genético pero en su mayor parte ha sido desarrollado debido a la capacidad de sacrificio y trabajo que ha hecho de forma individual dicho futbolista trabajando en forma individualizada aparte del trabajo en su club. Es muy fácil otorgar todo a lo genético cuando se parte de un desconocimiento del trabajo previo que ha hecho.

b) La fuerza en el tren inferior que posee y la musculatura que ha desarrollado, es gracias al trabajo de fuerza explosiva y no de trabajo de fuerza hipertrófica que ha hecho. Esto le ha permitido (desde que empezó a trabajar con nosotros) no lesionarse, no tuvo desde que empezó a trabajar con nosotros un solo problema muscular. La temporada pasada no se perdió ningún minuto por lesiones (fue el único futbolista en el plantel de la U.D. Las Palmas).
 La fuerza que hemos trabajado con él, fue dirigida de forma clara para el desarrollo de la velocidad de desplazamiento, la capacidad de arranque, cambios de ritmo, aceleración y golpeo que es donde el futbolista marca la diferencia.

c) El alto umbral aeróbico/anaeróbico que posee también ha sido desarrollado. Cuando nosotros lo tuvimos en el juvenil, no era ni el futbolista con el mayor consumo de oxígeno del plantel ni era el más rápido (y esto era en el juvenil). La temporada pasada tenía uno de los mayores umbrales en el plantel.

d) El futbolista si tuvo lesiones musculares anteriormente al trabajo que empezó a hacer con nosotros. En la temporada anterior, con Paco Jémez de entrenador, la semana que iba a empezar a trabajar con nosotros tuvo que posponerse debido a que tuvo una rotura fibrilar con derrame interno en el isquiotibial izquierdo.  A partid de ahí y del trabajo  no hubieron más lesiones musculares. La temporada pasada fue el único jugador del primer equipo en no sufrir ninguna lesión muscular.

e)Y los más importante de todo, el futbolista ha desarrollado gracias al amor por este hermoso deporte, profesionalidad y capacidad de sacrificio, una técnica, creatividad y habilidad exquisita que le convierten en un futbolista "diferente". Gracias a su dedicación y profesionalidad ha desarrollado cualidades físicas que permiten que esa calidad técnica pueda aflorar de forma más clara y repetida en un encuentro. Que la misma se haga visible para que a todos los amantes de este deporte podamos disfrutar.

                                                                                     Óscar Méndez Albano.



Tuesday, August 21, 2012

Alejandro Sabella explica como jugó contra el F.C. Barcelona.

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En esta nota muy interesante, vemos como el entrenador de Estudiantes de la Plata en ese entonces y ahora de la selección Argentina Alejandro Sabella, (entrenador que en lo personal nos gusta mucho) vemos un breve análisis de la final del Mundial de Clubes como  intentó jugarle su equipo al Barça, la explicación táctica de como jugaba su rival en esa final y las adaptaciones que tuvo que hacer en su equipo (lo contratáctico)  para contrarrestar el juego del equipo catalán.


                                                                               Óscar Méndez Albano.

Monday, August 13, 2012


La Operacionalización de la Organización del Juego de un Equipo de Fútbol
José Guilherme Oliveira
Faculdade de Desporto – UP
Futebol Clube do Porto
5
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¿Qué es lo que debemos enseñar/entrenar?
1ª Cuestión
¿Qué es lo que debemos enseñar/entrenar?

¿Serán los aspectos FÍSICOS del Futbolista?
¿Serán los aspectos TÉCNICOS del futbolista?
¿Serán los aspectos TÁCTICOS del futbolista?

¿Qué es lo que debemos enseñar/entrenar?
A NUESTRO ENTENDER NO ES
NINGUNA DE ESTAS CUATRO
PROPUESTAS.

¿Qué es lo que debemos enseñar/entrenar?
Desde nuestro punto de vista, es la ORGANIZACIÓN DEL JUEGO.
                          Organización de juego en un equipo implica Principios y Sub-principios
                                           del Juego de los diferentes Momentos

Principios del Juego
Patrones de comportamiento tácticos colectivos, intersectoriales, sectoriales e individuales que se pretende que el equipo y los jugadores evidencien en los diferentes Momentos del juego.

Momentos del Juego
Tradicionalmente el juego del Fútbol es dividido en dos fases:
- fase ofensiva;
- fase defensiva.
Sin embargo Jorge Valdano (2001) dice que: “Los equipos deben saber atacar y
defender.
Algunos saben hacer algo más: hacer transiciones.”


Momentos del Juego
Como tal, para algunos entrenadores (Van Gaal, J. Mourinho, J. Valdano, V. Frade, entre otros) el Fútbol evidencia cuatro momentos:
• el momento de organización ofensiva;
• el momento de transición ataque / defensa;
• el momento de organización defensiva;
• el momento de transición defensa / ataque.



Organización de juego en un equipo implica

¿Qué es necesario para jugar un Fútbol de CALIDAD?
(para nosotros Fútbol Club  Porto).

Un Pase y Circulación de la Pelota objetiva e inteligente.

• Una Organización Defensiva que condicione el adversario.

• Transiciones Defensa/Ataque y Ataque/Defensa
que aprovechen la desorganización del equipo
rival.

PARA QUE ESO OCURRA ES NECESARIO:
• Formar muchas diagonales: rombos y
triángulos (tanto ofensiva como defensivamente).

• Formar el mayor número de líneas 7:
transversales y longitudinales (tanto ofensiva
como defensivamente).

• Adoptar Estructuras que beneficien esos dos
Presupuestos.

PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN OFENSIVA:
PRINCIPIO: PASE Y CIRCULACIÓN DE LA PELOTA
Objetivo General:
Desorganizar y desequilibrar la defensa rival con la finalidad de aprovechar esa
desorganización para marcar gol.

PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN OFENSIVA:
PRINCIPIO: PASE Y CIRCULACIÓN DE LA PELOTA
Objetivos Parcelares:
I Momento: salir a jugar: corto o largo;
II Momento: crear espacios, desorganizar y
desequilibrar el equipo contrario;
III Momento: entrar en los espacios;
IV Momento: finalizar las oportunidades creadas.
  

PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN OFENSIVA:
PRINCIPIO: PASE Y CIRCULACIÓN DE LA PELOTA
Algunos Sub-Principios:
Juego posicional del equipo y de los jugadores (líneas transversales y longitudinales) a los niveles de
colectivo, intersectorial, sectorial, e individual; Apertura del equipo, líneas transversales y longitudinales Movilidad de los jugadores (cambio posicional y/o de
líneas); Circulación en detrimento del transporte de la pelota; Variación del tipo de pase corto y largo y de corredores; Velocidad de circulación de la pelota; Tipo y calidad del pase.



PRINCIPIO DE TRANSICIÓN ATAQUE / DEFENSA:
PRINCIPIO: Presión al Portador de la Pelota y Espacio Circundante
Objetivo General:
Aprovechar la desorganización “ofensiva” del
equipo contrario para ganar el pase o para
organizarnos defensivamente.


PRINCIPIO DE TRANSICIÓN ATAQUE / DEFENSA:
PRINCIPIO: Presión al Portador de la Pelota y Espacio
Circundante
Objetivos Parcelares:
I Momento: Presionar para conseguir ganar la pelota;
II Momento: Presionar para Organización;
III Momento: Entrar en Organización Defensiva.






PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN DEFENSIVA:
PRINCIPIO: DEFENSA EN ZONA PRESIONANTE
Algunos Sub-Principios:
Juego de posiciones, del equipo y de los jugadores
(líneas transversales y longitudinales) colectivo,
intersectorial y sectorial;
Cierre del equipo y de los espacios (acercamiento de
líneas transversales y longitudinales);
Presión al portador de la pelota, coberturas interiores y
exteriores y presión colectiva.



Autor: Profesor José Guilherme Oliveira.



Óscar Méndez Albano.






Thursday, August 2, 2012

Respuesta al Lic. Rubén Sellés Salvador sobre el artículo "Las transiciones en el fútbol, mucho más que un momento en el fútbol".




Luego que un colega me haya comentado sobre un artículo  que para mi sorpresa habíamos sido citados por el Licenciado Sélles Salvador (www.futboltactico.com) descubrimos al leer dicho artículo que dicho autor discrepa con algunas definiciones que hacemos nosotros en un artículo (citado en este blog) "Análisis de las transiciones en el fútbol de alto rendimiento" y que fueron interpretadas erróneamente o nos expresamos de forma equivocada y vale aclarar dicho artículo.
Para explicar adecuadamente lo que mencionamos en dicho artículo, primero debemos explicar que dicho artículo fue escrito en un portal de fútbol base en Canarias (que ahora no existe),Canarias deportiva,  dirigido a entrenadores/formadores de fútbol base y en el cual debíamos hacerlo de forma muy breve, superficial y escueta debido a que es lo que se nos pedía por parte de dicho portal.
En dicho artículo (como se puede ver en este mismo blog) dicho autor en su artículo nos cita y nos interpreta erróneamente por esta frase  "En este aspecto ubicaremos lo que denominamos como transición, es decir “la capacidad de un equipo de pasar rápidamente de ataque a defensa o de defensa a ataque”. El manejo de la misma no tiene nada que ver con estilo o forma de juego del cuerpo técnico o del equipo.".En la primera parte de la afirmación, incorpora el concepto
rapidez a la definición, otorgándole a la transición un ritmo o velocidad de
ejecución válida para realizar la acción con éxito. Sin embargo, es en la
segunda parte de la afirmación en la que discrepamos por completo.


A lo que nos referimos (quizás expresada erróneamente o no) que el manejo o la forma como el equipo va a contragolpear o ser contragolpeado dependerá del modelo de juego, el proceso de transición puede ser el mismo aunque la forma pueda variar según el modelo de juego que tenga cada equipo. No es lo mismo obviamente el concepto de transición del F.C. Barcelona por ejemplo que el del Real Madrid C.F. por más que el término pueda ser similar o el mismo,   por el simple hecho que los sub principios de todos los modelos de juego son diferentes, cada MDJ es único e irrepetible.
Estos  procesos transitorios que ubicamos entre los momentos de atacar y defender o viceversa son siempre los mismos, aunque según el modelo de juego de cada equipo lo hará de forma diferente. Hay equipos que buscarán progresar más (transición ofensiva), donde en su MDJ se busca una transición más lenta buscando una llegada más en bloque y otros donde buscarán transiciones más verticales  siendo más profundos y rápidos. Lo que si es una característica general en ambos procesos transitorios como afirma el Prof. Frade es el cambio rápido de mentalidad en ambos.

Luego se llega a una conclusión que en lo personal no entiendo como se llega en referencia a dicho artículo:
"Es decir, lejos de la afirmación realizada por Méndez Albano, las
transiciones en el fútbol SI que deben formar parte del modelo de juego del
cuerpo técnico o del equipo, facilitando la comprensión global del juego,
debido a su papel de mantenedores del continuum o dinámica de juego,
articulando el cambio entre momento defensivo y momento ofensivo.

Creo que es bastante claro y obvio que las transiciones forman parte de cada modelo de juego, que deben ser entrenados claramente y no comprendo de donde sacó esa conclusión del artículo por el cual se nos cita. Lo único que hicimos en este artículo fue describir los tipos de transiciones, que tipo de transición se genera (según donde se pierda o recupere el balón-convergente o divergente) o que tipo de transiciones existen (defensiva, ofensiva, desde balón parado) y ni siquiera mencionamos sub principios de cada una para no complicar dicho artículo demasiado y pueda ser comprendido fácilmente.


Muchas veces se busca polemizar (algo que lamentablemente está muy en boga en nuestra sociedad expresada en los medios de comunicación que tiene su base en el dualismo clásico y que no sabemos con que fin en este caso), y que busca a unos y otros ponerse o ponernos en el lugar de la "verdad" muchas veces sin analizar correctamente lo que se escribe o publica. No intento ponerme desde el lugar correcto o acertado, sino aclarar dicho artículo en este caso por el temor que pueda ser malinterpretado.
Ningún momento (tomando en cuenta  a los cuatro momentos expresados por el Prof. Frade) ataque/defensa/transición ataque defensa y transición  defensa ataque puede ser comprendido de forma abstracta e individual y todas ellas están en constante interrelación y son inter influenciadas recíprocamente de forma dinámica durante los encuentros en los cuatro momentos.


Siempre desde el respeto, felicito al Licenciado Rubén Sélles Salvador por el excelente artículo y comparto el resto de conceptos expuestos,  aunque considero al ser citado, aclarar varios aspectos que en mi opinión fueron mal interpretados en dicho artículo.





  “Una mentira repetida mil veces se convierte en realidad”.
Joseph Goebbels
                                                    Óscar Méndez Albano.          












MUCHO MÁS QUE UN MOMENTO DE JUEGO.


Autor:
Sellés Salvador, Rubén

 LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y DEL
DEPORTE (IF.C.A.F.E.). Universitat de València.
ENTRENADOR DE FUTBOL (Nivel II).
Introducción.
La evolución del área definida como “táctica” dentro del fútbol, ha sido
tardía en comparación con el estudio de otras estructuras del fútbol como
la estructura condicional o la estructura coordinativa. Desde el comienzo
de los Congresos Mundiales de Ciencia y Fútbol en el año 1987, el reducido
porcentaje de estudios y ponencias específicas sobre táctica, se ha ido
incrementando de manera gradual, favoreciendo el desarrollo de esta área
(Pino Ortega, 2002).
Desde la creación de las primeras normas de fútbol por la International
Board en el año 1886, la evolución del juego ha sido un factor decisivo para
convertirse en uno de los deportes de equipo más populares en el mundo.
Las características esenciales del fútbol, se han mantenido invariables
desde su creación, siendo definido como “deporte de equipo de
colaboración- oposición, que se juega en un espacio semisalvaje, común, y
con participación simultánea” (Hernández Moreno, 1994). El fútbol, tiene en
la “interacción motriz” su peculiaridad más representativa (Parlebas, 1988).
La incertidumbre social en el que se desarrollan los acontecimientos,
marca de forma definitoria, uno de los rasgos de su lógica interna
(Parlebas, 1988).
Dentro de la definición altamente conceptual de Hernández Moreno, se
encuentra la esencia del fútbol como deporte de equipo, sujeto a unas
características básicas que comparte con otros deportes. Es precisamente
su estructura la que permite, mediante el uso de la posesión de balón como
indicador determinante (tal y como indica Benito Floro), la composición
del juego en diferentes momentos. Si bien autores como Barea Villegas
(2009) afirman que tanto en el fútbol como en otros deportes de
colaboración oposición únicamente existen dos fases de juego marcadas
por la posesión o no del balón; otros autores enmarcados en la línea de
este artículo como Mourinho (en Oliveira y colaboradores, 2007), Amieiro
(2007) o González y colaboradores (2007), definen cuatro momentos de
juego, incluyendo las transiciones como momentos específicos, y no como
parte de la fase ofensiva o defensiva.
Estos cuatro momentos de juego son:
Momento ofensivo. Equipo en posesión de balón, posicionado para
realizar el ataque.
Transición ataque-defensa. Equipo pierde la posesión de balón.
Momento defensivo. Equipo sin posesión de balón, posicionado para
realizar la defensa.
Transición defensa-ataque. Equipo recupera la posesión de balón.

  
Dentro del plano conceptual en que se encuentra enmarcado este artículo,
compartimos la idea proporcionada por Amieiro (2007) al afirmar que “no
existe el ataque o la defensa por separado, existe una relación continua
ataque-defensa-ataque…”, lo que denominamos en este artículo
“continuum o dinámica de juego”. Este continuum o dinámica de juego
permite conocer siempre el siguiente momento de juego, porque, tal y
como señala el mismo Amieiro (2007) “el siguiente paso tras la posesión de
balón es la perdida de la misma y viceversa”. El equipo que no sea
consciente de la realidad cambiante del juego y de los momentos que en él
acontecen, estará obviando la naturaleza propia del juego.
A menudo se contempla el modo de atacar o defender de un equipo
obviando los momentos de articulación entre ambos. Son las transiciones
los momentos que permiten dar un sentido unitario y lógico al juego.
Este artículo pretende aportar una continuidad en la evolución por la
comprensión del juego, explicando desde un punto de vista lógico y
contextualizado las transiciones dentro del juego.
Comenzamos…
Definición.
En este apartado, la recopilación de las definiciones más significativas
encontradas en la literatura especializada de la palabra transición, va a
facilitar la comprensión global del concepto, evitando el parcialismo
definitorio encontrado en algunas de ellas.
Para ello, la primera definición que revisamos es de la Real Academia
Española de la Lengua, que define la palabra transición como “Acción y
efecto de pasar de un modo de ser o estar, a otro distinto”; en base a esta
definición encontramos la palabra “cambio” como sinónimo más aclarador.
Ambos conceptos lingüísticos permiten establecer un punto de partida
hacia la definición específica de la palabra transición dentro del “argot”
futbolístico.
Es Esnal Pardo (2008), quién realiza la definición más simple de las
transiciones en el fútbol, señalando la palabra transición como “el paso de
la fase defensiva del juego a la fase ofensiva, y viceversa”. La simplicidad
de la afirmación reduce al momento de pérdida o ganancia de la posesión
de balón, sin matizar otros aspectos importantes como la preparación de la
siguiente fase de juego en la fase previa, o las implicaciones cognitivas
que acontecen.
Al igual que Esnal Pardo, Álvaro (1995), define de forma breve la transición
como “fase del juego en la que la posesión de balón no está definida por
ninguno de los dos equipos (disputa de la posesión)”. Esta definición ha
sido utilizada como base en diversos artículos como Vales (1996) o Lotina y
Domínguez (2006).
Dentro del análisis de la definición de Álvaro (1995), surgen varias dudas
en la concepción y explicación de la transición; por ejemplo: Estamos de
acuerdo en que en los momentos en que no está definida la posesión de
balón, nos encontramos en una transición, pero ¿Podemos limitar la
transición exclusivamente a estos momentos? Si tenemos esta visión
reduccionista de la transición, principios como la salida de balón de la
zona de robo dentro de la transición defensa – ataque, o el cambio de
orientación seguido del robo en el mismo tipo de transición, no tendrían
cabida.
  
En apoyo a nuestro punto de vista, Cuadrado (2006) afirma que “el instante
de robar debe estar claramente separado del instante de jugar”,
marcando que “el jugador que inicie la fase de ataque debe ser el que recibió
el balón de quién se lo robo previamente al adversario, con excepciones”. Así, el hecho de que haya principios de juego en las transiciones, que no estén definidos en el momento ofensivo ni en el momento defensivo, provoca que la definición de
las transiciones deba ser más amplia que únicamente todos los momentos en
que no está definida la posesión del balón.
Méndez Albano define la transición como la “capacidad de un equipo de
pasar rápidamente de defensa a ataque o de ataque a defensa…”; y añade
que “el manejo de la misma (refiriéndose al momento de transición) no
tiene nada que ver con el estilo o forma de juego del cuerpo técnico o del
equipo”. En la primera parte de la afirmación, incorpora el concepto
rapidez a la definición, otorgándole a la transición un ritmo o velocidad de
ejecución válida para realizar la acción con éxito. Sin embargo, es en la
segunda parte de la afirmación en la que discrepamos por completo.
Ante la comprensión global del juego, incluidos los cuatro momentos o
fases del juego, no podemos obviar dos de los momentos, pues daría lugar
a un conocimiento parcial de toda acción de juego real. En la preparación
para la competición, un equipo debe conocer los aspectos más relevantes
del juego, y realizar un planteamiento lógico y armónico, que permita la
coherencia en cada una de las partes, pues cada una de las partes
representa el todo y viceversa.
En defensa de nuestro punto de vista, Cuadrado Pino (2008a), define las
transiciones como “La clave para orientar el juego del equipo y hacer que
la jugada inmediata, de ataque o defensa, se realice bien. En la preparación
las transiciones reside un aspecto fundamental para los posteriores
movimientos del equipo en ataque y en defensa”. Y, como complemento a
esta afirmación, es Amieiro (2007) quién expone la transición en el fútbol
como “articulación de sentido entre la organización defensiva y ofensiva” y
denomina “error” el plantear dicha articulación de momentos sin sentido.
También Guilherme Oliveira (2007), defiende la armonía de todos los
momentos del juego basados en un mismo modelo explicando que “la
transición que existe de la defensa para la organización ofensiva es una
transición acorde a lo que pretendemos y que no nos resulta extraña”.

Es decir, lejos de la afirmación realizada por Méndez Albano, las
transiciones en el fútbol SI que deben formar parte del modelo de juego del
cuerpo técnico o del equipo, facilitando la comprensión global del juego,
debido a su papel de mantenedores del continuum o dinámica de juego,
articulando el cambio entre momento defensivo y momento ofensivo.

Tras las diversas características expuestas en los momentos anteriores, la
definición de transición va adquiriendo mayor complejidad como
consecuencia de los comentarios generados a partir de las definiciones
mostradas. González y colaboradores (2007), exponen su definición de fase
de transición, como “el paso de una fase a otra” y consideran la transición
“como una fase del juego mucho más amplia, que se inserta
indispensablemente en la fase anterior (con los movimientos
preparatorios), y en la fase posterior (con el despliegue en caso de pasar al
ataque y con el balance defensivo caso de pasar a la defensa)”.
Gracias a la definición de González y colaboradores, el momento de
transición adquiere un carácter temporal mayor, ampliando la idea de que
la transición propuesta por Esnal Pardo (2008) es una “fase muy breve en
su desarrollo”, y comprobando su importancia dentro del modelo de juego.
La idea de la inserción de la transición en la fase anterior y posterior,
permite completar la comprensión del juego de un modo global, imparcial,
dentro de un modelo de juego definido.
Lotina y Domínguez (2006), comparten la idea de que la transición forma
parte del continuum o dinámica de juego, siendo una fase de juego mucho
más amplia, y que tiene relación directa con los momentos anteriores y
posteriores a la transición. Pero, añaden la transición ataque-defensa
dentro del momento defensivo, y la transición defensa-ataque dentro del
momento ofensivo. Afirman que la fase ofensiva “incluye la transición
desde la fase defensiva hasta el ataque tradicionalmente llamado
contraataque”, y que la fase defensiva “incluye la transición desde la fase
de ataque hasta la defensa habitualmente conocida como repliegue o
balance defensivo”.
Es la propia naturaleza del juego la que define cuatro momentos de juego
distintos, en directa relación, compartiendo espacialidad y temporalidad en
ocasiones, pero nunca enmarcando de manera directa y completa un
momento de juego dentro de otro, tal y como defienden González y
colaboradores (2007) en oposición a Lotina y Domínguez (2006).
Conocidas todas las definiciones de transición aplicada al fútbol, y
teniendo como base nuestro modo particular de entender, podemos definir
la transición como “momento de articulación del juego entre el momento
ofensivo y el momento defensivo (y viceversa), que permite el continuum
del juego, está insertado en los momentos inmediatamente anteriores e
inmediatamente posteriores, y forma parte de la comprensión global del
juego”.

La importancia de las transiciones.
”Le damos mucha importancia a las transiciones, porque creo que en el fútbol moderno se basa todo en transiciones ataque-defensa y defensa-ataque”.
(Pepe Mel, en Cuadrado Pino 2008b).
La transición en el fútbol moderno, se ha convertido en un factor clave para
el desarrollo del juego, no debido a la inexistencia de la transición en
épocas anteriores, sino al amplio desarrollo de los medios y métodos de
conocimiento del juego. Jesualdo Ferreira (en Amieiro, 2007) afirma que
“es en las transiciones donde está el secreto del juego actual”, y añade que
“equipos terribles son los que disminuyen el tiempo entre recuperar el
balón y atacar, y entre perderlo y defenderse”. Es precisamente en los
momentos que se insertan en la fase posterior de la transición, en los que
podemos mejorar de manera más evidente, superando al rival todavía en
desequilibrio, tal y como indican González y colaboradores (2007).
Y es que, la transición ya no se comprende cómo momento puntual de
recuperación o de pérdida de la posesión de balón, es mucho más. Forma
parte de modelos de juego definidos, del entrenamiento cotidiano, de la
preparación de los partidos y de la concepción global del juego.
Las fases de transición permiten definir características básicas del juego,
tal y como señala Cuadrado Pino (2008a) “en las transiciones defensa –
ataque, ataque – defensa se muestra de manera muy relevante la fluidez de
un equipo” y añade que “un equipo que tiene bien establecidas las
situaciones de defensa y ataque, pero que tarda en ejecutar las
transiciones o muestra dudas cuando tiene que realizarlas, se convierte en
vulnerable defendiendo y previsible atacando. En el instante de las
transiciones es donde el rival puede sacar ventaja del juego”.
González y colaboradores (2007) añaden un factor fundamental para el
desarrollo del juego y la importancia de las transiciones afirmando que “las
fases de transición tendrán gran importancia en el desarrollo del juego, ya
que de ellas surgen gran cantidad de situaciones de gol”.
Casaís (2008) describe las fases de transición como “decisivas”, debido a
que ”es uno de los momentos donde la organización colectiva es más
difícil, y de su resolución efectiva se derivan gran parte de las situaciones
que desequilibran el resultado final”.
Completando las afirmaciones realizadas por Cuadrado Pino, Casáis y
González y colaboradores, Mourinho (en Oliveira y colaboradores, 2007)
explica que “los dos momentos más importantes del juego son el momento
en que se pierde la pelota y el momento en que se gana” porque se
produce una “alteración en la actitud de los jugadores. Quién se adapte
mejor, mejor conseguirá imponer su juego” (Garganta, en Amieiro 2007).
Otros autores como Menotti, Valdano, Frade (citados por Amieiro, 2007), Da
Cunha (1999) y Lillo (2003 y 2006) evidenciaban la importancia de los
momentos de transición.
Es cierto que la importancia de las transiciones no solo está sujeta a la
introducción dentro de una concepción de juego determinada, sino que, tal
y como dice Frade (2004) “Si se pone énfasis en las transiciones, la
organización colectiva tiene que ser lo más importante”, con lo cual
añadimos el desarrollo de la cultura de colectivo como elemento a destacar
dentro de las transiciones.
Así, tras las afirmaciones mostradas en el artículo, encontramos que la
importancia de las transiciones en el fútbol moderno radica en la
comprensión de cada momento de juego de manera más eficaz y veloz que
el adversario, remarcando la colectividad del juego y las decisiones, así
como el equilibrio como elemento táctico primordial.
Explicada y fundamentada la importancia de las transiciones en el fútbol,
debemos de conocer ahora los aspectos característicos propios de estos
momentos de juego.
  

Características generales de las transiciones.
“La parte básica de la transición es de carácter mental o
psicológico; la velocidad de cambio de concepto es
primordial, así como la rapidez en la toma de decisiones”
(Esnal Pardo,2008)
Tras lo expuesto en el punto de definición, es impensable definir
características demasiado específicas de las transiciones, debido a que la
concepción del juego es distinta para cada equipo técnico o entrenador.
Así, hablar de factores como presión tras perdida o salida del balón de la
zona de robo, serán principios de juego concernientes a modelos de juego
determinados, que probablemente no sirvan desde otros puntos de vista.
Sin embargo, la lógica interna del fútbol nos aporta ideas generales que
permiten reconocer los momentos de transición y la actuación de los
jugadores en esos momentos de transición. Mahlo (1966, citado por
Castelo 1999) nos ayuda en la tarea de caracterizar las transiciones
realizando la siguiente afirmación: “La resolución eficaz de cualquier
situación del juego es consecuencia de dos parámetros fundamentales: La
rapidez con la que se encuentra la solución para el problema y su
adecuación a esa misma situación”.
Es decir, el componente cognitivo es la base para la resolución de
cualquier situación de juego. En este sentido, Manuel Conde (2009), en
aplicación específica a las transiciones, encuentra en la comprensión del
ciclo de juego por parte del jugador, el elemento fundamental para la
ejecución eficaz de las transiciones. Defiende la idea de que la toma de
conciencia de la naturaleza del juego por parte del jugador, crea
predisposición al cambio de rol, y permite acortar el tiempo de respuesta.
El componente cognitivo se muestra como la piedra angular dentro de la
comprensión del juego, y en este caso específico, de las transiciones.
Pero, el componente cognitivo necesita de otros componentes para poder
adquirir la lógica contextualización, necesaria dentro del juego; necesita un
contexto de aplicación.
La creación de un modelo de juego lógico y estructurado permitirá que
todos los momentos del juego estén concatenados de manera coherente,
creando los contextos necesarios para la aplicación del componente
cognitivo. Para Amieiro (2007), el equilibrio permanente del equipo
permitirá afrontar los momentos de transición de manera más natural,
entendiéndolos como parte del juego, estando preparados para ello. A esta
afirmación, Carvalhal (2001) añade que “nadie consigue atacar bien si no
tiene el equipo equilibrado para defender (si no contempla un equilibrio
defensivo en ataque) y viceversa”.
Evidentemente, dentro del contexto de la estructura cognitiva, se enmarcan
todas las características de condicionales, coordinativas y psicológicas,
condicionando dicho componente.
González y colaboradores (2007), no realizan una caracterización general
de las transiciones, sino que describen en su artículo factores a tener en
cuenta en su desarrollo. Estos factores van a concordar con la
determinación del contexto, antes mencionado, para caracterizar la toma
de decisiones. En una adaptación de los factores propuestos por González
y colaboradores a la línea de pensamiento del artículo, destacarían los
siguientes factores:
-Modelo de juego del propio equipo.
-Espacio o zona del terreno de juego donde se produce la perdidarecuperación
del balón.
-Posicionamiento de los jugadores de ambos equipos.
-Características de los jugadores de ambos equipos.
-Modelo de juego del equipo rival.
-Momento del partido.
Los factores arriba mostrados sirven no solo para describir o concretizar
cualquier transición, sino para todos los momentos del juego, debido a que
busca conocer todos los aspectos concernientes al momento de acción.
Los elementos de las diversas estructuras antes descritas se pueden
enmarcar de manera sencilla dentro de los factores propuestos por
González y colaboradores.
Tipos de transición.
Tras lo expuesto en los apartados anteriores, es momento de realizar la
clasificación con los tipos de transición, y la descripción de estos. La
literatura específica ha señalado que el factor de clasificación de las
transiciones se basa en el cambio entre momento defensivo y momento
ofensivo, y viceversa. En base a este factor de clasificación encontramos
en dos tipos de transiciones:
-Transición defensa – ataque.
-Transición ataque – defensa.

Otros autores como Méndez Albano diferencian cinco tipos de
transiciones:
_ De defensa a ataque (Positiva).
_ De ataque a defensa (Negativa).
_ De defensa a ataque luego de una acción defensiva.
_ De ataque a defensa luego de una acción ofensiva.
_ Concerniente a cuando proviene de un balón parado.
La literatura nos ofrece diferentes clasificaciones de una misma realidad,
reflejando el modo de observar las transiciones de los autores, en base a
su propia “lógica de juego”. Pero, desde nuestro punto de vista, la
clasificación principal de las transiciones únicamente debería contar con la
diferenciación en base a la posesión del balón, pues, las acciones a balón
parado no son más que momentos de continuidad con lo posesión de
balón o perdida del mismo, con una transición más o menos rápida
dependiendo del tiempo transcurrido entre la señalización por parte del
colegiado y el inicio del juego.

A continuación, definimos ambos tipos de transiciones.
Transición ataque – defensa.
“Aquella situación de juego en la que se pierde la posesión del balón y se
deben empezar a aplicar de un modo inmediato los principios tácticos
defensivos para organizarse defensivamente y recuperar el balón”. “Al
producirse la pérdida de balón, el equipo debe cambiar la actitud ofensiva
por la defensiva ajustando las actitudes y comportamientos… de carácter
defensivo” (Lotina y Domínguez, 2006).
Lotina y Domínguez (2006) definen la organización defensiva como primer
paso para que el equipo adopte una adecuada organización defensiva, a lo
que González y colaboradores (2007), modifican aportando un punto
anterior, situado en momento ofensivo, que consiste en realizar un ataque
equilibrado, conociendo que cuando un equipo se encuentra en posesión
de balón, el siguiente paso es su perdida.
Dentro del marco teórico establecido por este artículo, definir la transición
ataque - defensa como el “momento en que el equipo atacante (conocedor
de que el siguiente paso después de recuperar la posesión es perderla)
hasta el instante de la pérdida del balón, pierde la posesión de balón y se
coloca en disposición adecuada para afrontar el momento defensivo”.
Subtipos de transición
Ambas transiciones previamente definidas son únicamente el punto de
inicio de la clasificación de las transiciones. Así, se han de tener en cuenta
otros elementos que diferencian a las transiciones en los mismos
momentos de juego; es decir, que diferencian transiciones dentro de la
transición defensa ataque, y dentro de la transición ataque – defensa.
Las subdivisiones de las transiciones se basan en diversos parámetros
tales como:
El modo de pérdida o recuperación de la posesión del balón.
_ Tras interceptación de pase.
_ Tras robo en 1x1.
_ Tras robo en superioridad numérica en zona de acción.
_ Tras robo en inferioridad numérica en zona de acción.
_ Tras ABP.
•Saques de banda.
•Faltas y saques de puerta o esquina.
La velocidad de la transición.
_ Lenta.
_ Media.
_ Rápida.
Zona donde se produzca el cambio de posesión del balón.
Zona de Inicio.
Zona de canalización.
Zona de finalización.
Distribución del equipo.
_ Equilibrado.
_ Desequilibrado.
Estos cuatro apartados reflejan la naturaleza de las transiciones,
mostrando que, si bien nunca ocurren dos momentos de juego iguales,
tampoco ocurren dos transiciones iguales. Las subdivisiones sirven para
ayudarnos en la comprensión teórico-práctica del juego, y para ayudarnos
en la mejora diaria a través de la observación de la realidad.
Conclusión.
Las transiciones en el fútbol, son momentos del juego forma parte de la
lógica interna del propio juego, y como tal, deben formar parte del proceso
de preparación a la competición. Este artículo ha mostrado las transiciones
de una manera lógica y estructurada, mostrando conceptos ya existentes
en la literatura, y desarrollando nuevos enfoques en base a las nuevas
perspectivas de comprensión del juego.
Elementos tales como los posibles principios de juego aplicados en las
transiciones, las transiciones en diferentes modelos de juego, o la
aplicación práctica y constructiva de las transiciones, serán abordados en
futuras publicaciones.
Bibliografía.
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bien, ¡Ganando!. Editorial Deportiva Fútbol MCSports.
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_ Carvalhal, C (2001). No treino de futebol de rendimiento superior. A recuperaçao é:
muitíssimo mais que recuperar. Industrias gráficas: Braga.
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MAQUETACION: VICTOR R. ALONSO SALINAS



Tuesday, July 24, 2012

Dominio en acciones Tácticas Grupales Defensivas.


1) DEFENSA INFERIORIDAD NUMÉRICA 2 V 3 (Sector Central).
-Tapar caminos verticales a portería, los más peligrosos.
-Orientar al rival hacia los sectores exteriores. Provocar que se decante por ellos.
-Defensar moverse en diagonal coordinadamente. (Buscamos tapar líneas de pase y cobertura al compañero.
-Provocar situaciones de igualdad numérica (2v2- 1v1).
-Temporizar al rival, con balón.
-Marcar punto de repliegue.
-Adecuar la velocidad de la carrera y la distancia de la misma.

Errores:
-Cobertura por delante del que actúa sobre el rival con balón.
-Defender en la misma línea.
-No aprovechar la regla del fuera de juego.
-Ante conflicto de decisiones, priorizar las situaciones más peligrosas (espacios y adversarios).




2) DEFENSA EN IGUALDAD NUMÉRICA 2 V 2. (SECTOR CENTRAL).
-Orientar hacia sectores exteriores.
-Buscar 1v1 con cobertura por la parte interior.
-Evitar progresión hacia portería del atacante con balón, aspecto psicológico “evito que me regatee y evito el tiro”.
-Si el atacante con balón intenta progresar por el sector interior, actuar con velocidad defensiva, mantener las distancias e intervención del defensor que realiza coberturas, dominar el espacio que defendemos mediante la regla del fuera de juego y evitar línea de pase.

Errores:
-Evitar excesiva distancia frente al rival.
-Evitar aislar al compañero en tareas defensivas.
-No dominar las situaciones de 1v1.
-Defensores a la misma altura horizontal desbordables en acción individual.
-Ante conflicto de decisiones, priorizar las situaciones más peligrosas (espacios y adversarios).






3) DEFENSA EN SUPERIORIDAD NUMÉRICA 2 V 1 (SECTOR CENTRAL).
-Parejas verticales. El jugador de la línea anterior interviene y roba.
-Defensa que actúa sobre atacante con balón, se posiciona diagonalmente, acosa y busca temporizar para esperar llegada de su compañero.
-Si atacante con balón intenta girarse, realiza entrada.
-Si atacante con balón no se gira interviene el defensor de la ayuda.
-Atacante con balón bajo presión “obligado a girar”.
-Parejas horizontales 2v1 en conducción, orientar para la cobertura. (Ir hacia el balón los defensores).
-Actuar con velocidad técnico-táctica y dominar las distancias entre defensores y respecto a los rivales.


Errores:
-Parejas verticales.
No acosar intensamente al rival con balón.
Mala orientación defensiva del jugador que actúa frente al atacante con balón.
Jugador anterior no tapa línea de pase en la carrera que realiza para actuar.
-Parejas Horizontales.
Actuar en la misma línea.
No dominar la distancia frente al atacante con balón.
No aislarle y dejarle espacio para conducir y liberarse de la situación de inferioridad.
No buscar al “atacante” con balón.




4) DEFENSA EN SUPERIORIDAD NUMÉRICA (SECTOR EXTERIOR).
-El defensor más próximo fija al atacante con balón orientándolo y acosándolo, buscando efectuar una entrada o para la intervención del compañero que le realiza la cobertura.
-Defensor que realiza la cobertura, debe posicionarse en diagonal y alineado para evitar el pase, y actuar tanto por dentro como por fuera.
-El defensor que realiza la cobertura actúa una vez que  el atacante con balón regatea al defensa y lo rebase, y en el momento en que el balón está ligeramente separado del pie y este baja la cabeza por lo que pierde percepción visual.
-Actuación a alta velocidad física, técnica y táctica.
  
Errores:
Los dos defensas más próximos en la misma línea.
Los dos defensas están excesivamente separados.
Acoso poco agresivo al jugador con balón.
Tardar en exceso en actuar el defensor que realiza cobertura y convertir la situación de 1v1.




5) DEFENSA EN IGUALDAD NUMÉRICA (SECTOR EXTERIOR).
-El defensor más próximo fija al atacante con balón.
-Frente a incorporación del atacante sin balón, cambiados mediante pauta “el exterior con el exterior, interior con jugador interior”.
-Fundamental la comunicación verbal y gestual de los dos defensas para evitar dudas.
-Dominar la regla del fuera de juego.

Errores:
Mal acoso al atacante con balón.
Cruzar los defensas cuando es necesario realizar el cambio de atacantes.
No acompañar al atacante sin balón.
Falta de comunicación. Provoca dudas.
No dominar la regla del fuera de juego.



6) DEFENSA EN INFERIORIDAD NUMÉRICA (SECTOR EXTERIOR).
-El defensor más próximo temporiza al atacante con balón.
-Frente a incorporación de atacante sin balón, carrera diagonal orientada a la defensa de la portería.
-Priorizar los espacios que nos interesa dominar (portería) y despreciar los menos peligrosos (sectores exteriores).

Errores:
Mala temporización al atacante con balón.
Seguir a alguno de los dos atacantes en 1v1.
No dominar los espacios útiles defensivos.
Mala orientación defensiva, espacial fundamentalmente.
No dominar la regla del fuera de juego.


           

                                                           Óscar Méndez Albano.



"Las Acciones a Balón Parado o de Pelota Quieta".

                                                           Autor: Oscar Mendez.