Wednesday, May 23, 2012

Mourinho y la Periodización Táctica.




Su filosofía de Entrenamiento.
El proceso de entrenamiento debe ser visto como un proceso único, personal y siempre en el fondo, lo que queremos es reproducir el juego que pretendemos y el cual nos identificamos. La visión del proceso del conocimiento sobre el mismo  nunca es un proceso acabado/completo, “crece y se desarrolla de acuerdo a las necesidades que la propia imprevisibilidad del proceso exige.” (Faría. 2006: 17).
Se trata de un problema complejo, estudiado y provisorio, aunque por encima de todo, sin acabar, una vez que la imprevisibilidad del juego coloca constantes y continuos problemas que exigen resolución.
Según Faría (2006: 17) una filosofía y “dar cuerpo a la inteligencia, a la imaginación y creatividad, y para eso es necesario que el proceso contenga una relación entre la referencia ideológica y el ejercicio.
El ejercicio y el entrenamiento  terminan por ocupar un lugar de destaque para que ocurra una evolución pretendida en el juego. A través de estos, se pretende crear un conjunto de hábitos e intenciones, haciendo “consciente y después sub consciente un conjunto de principios de forma de exponer una determinada forma de jugar”. (Faría 2006: 17).


Lo que no queremos olvidar es que se trata de un proceso único, esto es, cada uno construye su proceso! Por lo tanto, no existen “formulas secretas” que se puedan reproducir para “imitar” el proceso, mucho menos el resultado. Lo que se pretende aquí, es extraer su visión general del proceso, en el sentido de identificar lo que les distingue de los demás.
Según Mourinho, “lo más importante en un equipo es tener un Modelo de Juego, un conjunto de principios que le den organización al equipo” (Mourinho, 2006; citado por Oliveira y col 2006: 93-94). Esto es, es importante definir determinada forma de jugar, o sea, definir el Modelo de Juego (MDJ) para el equipo, que será personal y único y a partir de ahí entrenar siempre en función del jugar que se pretende.
Relativamente al MDJ, es constituido por principios de juego  concebido por el entrenador, que son un conjunto de referencias, colectivas e individuales, de acción y comportamientos que llevan a que los futbolistas jueguen colectivamente. A través  de estos es posible hacer aparecer con regularidad la coordinación colectiva – organización del equipo.
La organización del equipo surge si el conjunto de principios fuera lo referencial para la conducción del proceso de entrenamiento y del juego. Solo a través del respeto sistemático por ese conjunto de valores o principios, es que los jugadores serán capaces de “pensar y actuar en simultaneo a cada variante del juego, como un equipo” (Mourinho) o sea, pensaran con la misma intención al mismo tiempo.
Mourinho entiende que los principios de juego son las partes del todo que es el jugar. De ahí que, la construcción de la forma de jugar pretendida que sea hecha estilizándola y enfatizando en determinados principios y en la articulación entre ellos, aunque respetando siempre el “reducir sin empobrecer” (será abordado más adelante).
A través del entrenamiento se procura por lo tanto, “operar en la idea clave, esto es que el entrenador encuentre ejercicios que induzcan a su equipo a hacer  lo que hacen en los encuentros” (Mourinho citado por Oliveira 2006: 36).
  
En el centro del “saber entrenar” está el conseguir transmitir las ideas de juego del entrenador y de los jugadores, de ahí que la concepción del entrenamiento valorice la forma de jugar pretendida, esto es, la organización del juego deseada.
Los ejercicios desempeñan un papel importante en esta metodología, una vez que permitan dirigir una adaptación para la adquisición jerarquizada de los principios de juego. Estos son preparados a priori y después repetidos varias veces y verificados, en el entrenamiento y competición, si los comportamientos del equipo son los adecuados, se puede reajustar/rectificar posteriormente.
En esta metodología de entrenamiento, lo fundamental  en la cuestión de cuantificación del trabajo es “la selección/construcción del complejo de ejercicios que le permiten vivenciar y adquirir como postura, actitudes, hábitos, esto es, como comportamientos, los principios de juego que desea para el jugar del equipo” Oliveira 2006.


Oliveira y cols. (2006:150) consideran ser reductores habituales los efectos del entrenamiento por volumen e intensidad, una vez que, de esta forma, se omitirá una de las características más importantes del proceso adaptativo: “la transformación de las características cualitativas de los estímulos externos que actúan sobre el organismo en características internas del propio organismo”. Según estos autores, los efectos de adaptación están con los estímulos que los provocan, de ahí la importancia de  “ser específico” y no  ”meramente  cuantitativo”.
Cuanto más específico sea el estímulo externo (identificado con la forma de jugar pretendida) mas cualitativo será.
En lo referente a la adaptación al proceso de entrenamiento, Mourinho afirma que solo si entrenamos ese “jugar” pretendido, siendo necesario subordinar todo ese proceso a la vivencia de los principios que sustentan esa forma de jugar, esto es, entrenar en Especificidad.
Mourinho no solo no cree en los “picos de forma” anunciados en las periodizaciones tradicionales, como también considera en razón de su trabajo la alternancia entre volumen e intensidad de trabajo propagados por la misma metodología, valorizando apenas la metodología, valorizando apenas la intensidad, más exactamente – Intensidades Máximas.
La “intensidad del esfuerzo” defendida aquí no es sinónimo de cargas físicas elevadas, estando asociada sobretodo a la complejidad, en exigencias de concentración decisional- Intensidad de concentración. “Una de las cosas que se  hace en el entrenamiento para que sea más intenso es la concentración exigida” (Mourinho citado por Oliveira 2006:43).
Esta preocupación se debe al hecho de considerar a la fatiga del Sistema Nervioso Central y es tan o más importante que la fatiga física. También aquí esta la visión del todo y no la de sus partes.
Este entrenador defiende una perspectiva del entrenamiento que coloque en “interacción todas las dimensiones ligadas a la organización y preparación táctica” (Mourinho citado por Oliveira 2006: 36). No se trata de aclarar cualquiera de las dimensiones del juego, aunque si de subordinarlas a lo que es fundamental- a la organización del juego. No solo se defiende que el fútbol es globalidad, sino que el jugador y el trabajo que se hace, de ahí que no se separen las dimensiones física, técnica, táctica y psicológica y entrenar según un concepto que el llamó “inter-conexión  de todos los factores, donde trabajamos todo en simultaneo, inclusive el factor emocional” Mourinho citado por Oliveira 2006:40). Lo que esto significa es que Mourinho entrena la forma de jugar pretendida- el juego- con todas las dimensiones en constante interacción, ya  que la desintegración acarrea una descontextualización del jugar que se pretende alcanzar.


Se percibe de su discurso que cualquier acción técnica o física esta siempre subordinada a una intención táctica.
Para este entrenador es importante percibir la diferencia entre táctica y trabajo táctico. Lo primero es visto en forma aislada, siendo un ejemplo de discusión, por consiguiente en lo segundo el equipo a lo largo de la semana es preparada tácticamente a través de ejercicios que potencian aquello que se pretende llegar. Esta segunda opción es la más difícil de poner en práctica y no siempre es respetada por aquellos que afirman seguir los principios de la Periodización Táctica.
A través del trabajo táctico, se busca que los jugadores adquieran un conjunto de comportamientos  (principios de juego que dan cuerpo al MDJ) y que estos se manifiestan con regularidad en competición. Para la adquisición de esta cultura conductual específica, que forma una identidad de equipo y permite que su organización surja con regularidad, es necesario el aprendizaje por encima de todo, todo el tiempo. Por tanto, no podemos alterar constantemente, de encuentro a encuentro y en función del rival, aquellos que son nuestros comportamientos fundamentales (principios de juego).
A pesar de ser verdad que Mourinho estudia minuciosamente  a los rivales, el nunca pierde de vista aquello que es su MDJ. En el caso de valorar excesivamente el lado estratégico, correría el riesgo de alterar su concepto de juego. Cuanto más reciente sea la construcción “del jugar” que se pretende, menos se debe tener en cuenta este aspecto estratégico, una vez que es más sensible  a “factores extraños asociados al caos” (Oliveira y cols 2006).
Esta metodología de entrenamiento no pretende dar soluciones. Indica caminos que permiten llegar más rápidamente al “jugar” que se pretende. “Es más un arte de las trayectorias  que una teoría de objetivos” (Oliveira 2006). Con esto se procura combatir el mecanismo mecánico y ligar a los futbolistas al piloto automático, defendido por aquellos que creen ser positivos o entrenar sobre rieles, dando destaque a la “versatilidad, adaptabilidad, espontaneidad, creatividad” (Oliveira y cols. 2006:157), defendida por Mourinho a través de vivenciar dinámicas.
Lo que esto quiere decir es que el entrenador da el tema, haciendo que los jugadores vivencien dinámicas para llegar a automatismos en el sentido positivo del término: mecanismos no mecánicos, automatismos libertadores (Oliveira y cols 2006).

Mourinho y su Operacionalización del entrenamiento. Principios metodológicos.
Principio de Estabilización.
Como vimos anteriormente, Mourinho desvaloriza el concepto de forma física. Para este entrenador, estar en forma es jugar bien, eso es, de acuerdo con lo pretendido por nuestro MDJ. La base del sustento de la forma deportiva es cada jugador y la interpretación del MDJ y no en forma individual sino colectiva. O sea, la base del rendimiento colectivo e individual es la organización del equipo y es ese el objetivo fundamental a mantener.
Cuando los “Picos de Forma” mantienen también la incredulidad, prefiriendo antes  estabilizar un aterrizaje de rendimiento óptimo durante toda la época, aterrizaje este también ajustado a la organización del juego pretendido. Esta estabilización de rendimiento óptimo es alcanzada a través de la implementación y mantenimiento de un patrón semanal de entrenamiento. De esta forma, se mantiene una dinámica semanal, relativa a los contenidos, la recuperación, los regimenes, el número y  la duración de las sesiones de entrenamiento.


Operar bajo esta metodología, significa respetar metodológicamente el Principio de Estabilización que está relacionado con el supra-principio de Especificidad, que es alcanzado a través de “pragmatizar lo fraccionado, esto es, a través de contemplar  una vivencia adquisitiva de los diversos principios, sub principios, y sub principios de los sub principios de como va a  jugar” (Oliveira 2006).

Tomando la noción de los sistemas caóticos con organización fractal presentada por Oliveira y cols. (2006) que dicen que, en el medio del caos aparente del juego es posible sustentar  regularidades de organización, podemos entender este aspecto como de pragmatizar lo fraccionado. Si dividimos un sistema caótico con organización  fractal en sub sistemas, cada uno es representativo del todo, cualquiera que sea la escala.
Transfiriendo esto al entrenamiento, para que los ejercicios tengan objetivos fractales no depende del número de jugadores, espacio o complejidad de la situación, aunque de “la intención de la situación y de la representación que esta pueda tener relativamente al jugar que se pretende”- Reducir sin empobrecer  (Oliveira y cols. 2006: 217-218).
  
Volviendo al Principio de Estabilización, presentamos dos supuestos metodológicos que permiten el mantenimiento del patrón semanal responsable por la estabilización del desempeño del equipo en el alcance del rendimiento deseado: un patrón de entrenamiento identificado por las intensidades máximas relativas; un volumen de principios de juego que es el resultado de la densidad de esas mismas intensidades (Oliveira y cols 2006). Pasamos en seguida a explicar cada uno.
 Teniendo en cuenta la complejidad implícita en el juego y la necesidad de concentración permanente que de ahí advertimos, Mourinho asocia a la intensidad con la concentración. De esta forma, cuando habla de intensidad se refiere a la “intensidad de concentración porque estar en el juego es, fundamentalmente, pensar y tomar decisiones, lo que se exige que se esté concentrado en función de lo que es fundamental que es nuestro juego” (Mourinho citado por Oliveira 2006: 104).
Para estar concentrado el máximo de tiempo posible en el juego es necesario entrenamiento y aprendizaje, esto es, exige un determinado volumen de intensidad de concentración. Importa también afirmar que algunos ejercicios pueden ser “poco intensos físicamente” aunque, por la concentración exigida, son extremadamente intensos. De esta forma, la intensidad de una acción técnico-táctica es definida “por la concentración decisional implicada en la acción por la exigencia del desempeño, por la exigencia en términos de desgaste mental-emocional que ese desempeño representa” (Oliveira 2006:105).
Debido a la naturaleza compleja del juego de fútbol y al  comportamiento de los jugadores, la intensidad no debe ser percibida nunca en forma abstracta. Deberá ser vista como una intensidad decisional asociada a la concentración, disparada por cada ejercicio que se vivenciará en los entrenamientos. Debemos entonces hablar de una intensidad táctica, una vez que es necesaria para que se haga visible el jugar que nosotros pretendemos.
En cuanto al volumen, debemos hablar de volúmenes de intensidades máximas relativas,  o el volumen de principios de juego, una vez que representa la vivencia jerarquizada de los principios de juego a lo largo de la semana.
De esta forma, el trabajar regularmente teniendo como base esos principios, estos pasarán a ser el núcleo duro del jugar que se pretende, expresando su crecimiento cualitativo.
  
Principio de Alternancia horizontal en especificidad y Principio de Progresión Compleja.
El término de alternancia horizontal se debe al hecho de que esa alternancia se de  a lo largo de la semana y no en un entrenamiento. A lo largo de la semana la operacionalización del MDJ es siempre el objetivo principal, aunque la escala en lo que eso acontece va siendo diversa.
Lo que lleva a la operacionalización es la ocurrencia de progresión y para esto es necesario ordenar y jerarquizar.
Esta progresión se refiere a la jerarquización de los principios de juego y a la diferenciación del esfuerzo a lo largo de la semana.
Esta progresión tiene como objetivo la adquisición de la forma de jugar pretendida y sigue en tres niveles, a lo largo de la temporada, en la semana y en las unidades de entrenamiento. Se llama compleja porque los tres niveles estarán siempre inter-ligados (Oliveira y cols, 2006).
Como ya fue mencionado anteriormente, la vivencia/adquisición jerarquizada de los principios de juego permite movilizar la sub dimensión física en función de la forma de jugar pretendida. Lo que podría ser entendido como una contradicción, Mourinho se apoya en la sub dimensión física para medir la relación desempeño-recuperación, en el patrón de entrenamiento semanal. Sin embargo, afirma que “las preocupaciones diarias son dirigidas hacia la ejecución de nuestro MDJ. A pesar de esto, la estructuración de la sesión de entrenamiento y de lo que hacer en cada entrenamiento  no solo está relacionado con los objetivos tácticos, sino también con el “régimen físico” a privilegiar (Mourinho citado por Oliveira).
Simultáneamente a la adquisición jerarquizada de la forma de jugar pretendida está la preocupación por mantener  una regularidad semanal en lo que se refiere a la alternancia de los diferentes patrones de desempeño-recuperación una vez que, “para esforzarse se necesita descansar y recuperarse” (Oliveira y cols 2006:108).
Esta estructura del patrón semanal que es mantenida para cumplir el Principio de Estabilización asocia, por lo tanto, el Principio de Alternancia Horizontal en especificidad al Principio de progresión compleja, con el objetivo de gestionar convenientemente el desgaste global “mental-emocional” y “físico”- y de recuperación.
Importa no olvidar que toda esta lógica procesal tendrá que siempre estar subordinada al Supra-principio de Especificidad, que tiene como objetivo mejorar todos los principios de juego, lo que solo es posible si el proceso tiene   las mejoras singulares de cada principio de juego. La especificidad presupone la repetición, en el entrenamiento, de todos los principios contenidos en el jugar que se pretende, cada uno en su tiempo, de forma jerarquizada.
Mourinho desintegra el complejo de principios y sub principios del MDJ para, como consecuencia de eso re integrarlos, operar en especificidad (Oliveira y cols 2006).
La vivencia jerarquizada de los principios de juego y de la dinámica del progreso descrita anteriormente lleva a esta integración.
Con esto Mourinho acerca a sus ejercicios al juego que pretende, o mejor, a una parte dada de ese juego, el lo logra a través del MDJ y sus principios de juego vivenciados en el entrenamiento (Oliveira y cols 2006). Para estos autores, “entrenar es modelar. Y la modelación de esa operación se expresa en la vivencia adquisitiva jerarquizada” (2006:140).
  
Principio de las propensiones.
Mourinho en su ejecución del proceso de entrenamiento  utiliza el Principio Metodológico de las Propensiones con el objetivo de garantizar una significativa repetición sistemática del principio de juego que se pretende abordar, aunque de una forma contextualizada. Por lo tanto, este principio metodológico “dice respecto a la medida, en especificidad, de lo que se quiere que suceda en los ejercicios cuando se va a repetir” (Oliveira y cols 2006:141).
A través del ejercicio y con respeto a este principio, se busca atender la adaptabilidad  deseada para el equipo, que se manifiesta en la asimilación, adquisición  y alteración conductual. “Aunque este ejercicio no debe ser un mecanismo cerrado (Oliveira y cols 2006:142)  mecánico, debiendo contener el lado aleatorio, contingente e imprevisible del juego. Esto es, algo que los jugadores no controlen o prevean”.

Su modelo de juego y sus principios de juego.
Una de las cualidades claras del MDJ de Mourinho es su regularidad encuentro tras encuentro, asumiendo que siempre lo más importante es su equipo y no el rival. Es visible la importancia que da al “asumir el protagonismo” siempre en los encuentros, no debilitando al equipo en función del rival.
La fuerza del equipo no viene de las individualidades sino del hecho de jugar como un equipo- colectivo. “El mejor equipo no es el que tiene los mejores jugadores, sino aquella que juega como un equipo” (Mourinho citado por Oliveira 2006:119).
Para esto es necesario organización (regularidades) en los cuatro momentos de juego (Organizaciones Ofensiva, Defensiva y Transiciones Ofensiva y defensiva). Esa organización se manifiesta a través de ciertas regularidades que permiten a los jugadores pensar en la misma intención al mismo tiempo.
Para este entrenador el abordaje a la organización del equipo no puede ser analítico, por lo tanto, no disocia ninguno de esos momentos.
Todos están inter-ligados y asociados con el mismo grado de importancia, “el encuentro es preparado de una forma equilibrada y el entrenamiento es hecho también en ese sentido” (Mourinho citado por Oliveira 2006).
Una vez que el equipo representa un todo, también el funcionamiento es hecho en un todo. Ejemplo de esto es su opinión en relación a defender bien. Para este entrenador, defender bien es defender poco y durante poco tiempo. Para esto el equipo deberá estar la mayor parte del tiempo con la iniciativa de juego (tener el balón el mayor tiempo posible), para no tener necesidad de actuar en acciones defensivas. Por otro lado, “un equipo basado en juego combinado, que quiera tener la posesión del balón, que quiera tener la iniciativa del juego, tiene que ser un equipo que siempre este bien posicionado, y esto se consigue defendiendo bien. La transición ofensiva tiene que tener una relación íntima con aquello que es nuestra forma ofensiva de jugar (Mourinho citado por Oliveira 2006). De esto se entiende que los cuatro momentos están inter-ligados.
A través de la participación de todos los jugadores en los cuatro momentos, se procura alcanzar el objetivo principal- asumir en el encuentro- y para eso es necesario tener la posesión del balón. “Mi idea táctica principal pasa por la noción clara de que la cosa más importante en el fútbol moderno más allá de marcar goles es: tener el balón” (Mourinho citado por Oliveira 2006).
  
En su concepto de juego la circulación del balón ocupa, por tanto, un lugar de destaque, y para que esto ocurra deberá de existir un buen juego posicional, para que los jugadores, a través de esta disposición puedan anticiparse a esta acción (Mourinho citado por Oliveira). Para este entrenador, el control del espacio es, de esta forma,  fundamental para controlar el juego.
Para la puesta en marcha de esta forma de juego que se pretende el entrenador debe definir los principios de juego para cada momento que se pretende. Como ya vimos su abordaje debe de ser hecho de forma jerarquizada….
Estos principios de juego son ideas de juego que el jugador tendrá que captar sobre la forma de imágenes. Esa captación deberá ser hecha de forma clara para su asimilación.
Presentamos a continuación algunos ejemplos de los principios de juego referidos por Mourinho en análisis. Podemos considerar la Posesión y Circulación del balón como uno de los grandes principios, así como el Pressing zonal alto. Con respecto a la Organización Ofensiva “Campo grande a atacar” y  con respecto a la Organización Defensiva la “Cohesión Defensiva”, que es jugar con las líneas muy juntas. En relación a la Organización Transición Defensiva el principio donde pone más énfasis es en el cambio de mentalidad o reacción defensiva rápida/inmediata ante la pérdida de balón.

Mourinho y su  visión/ preocupación con la adaptación cerebral.
A continuación trataremos tres preocupaciones fundamentales de ejecución del MDJ expresadas por Mourinho, relativas a la adaptación cerebral y al funcionamiento del Sistema Nervioso: Toma de conciencia y decisión, Fatiga “mental y emocional, Hábito.

Toma de decisión y Decisión.
En términos neuro-biológicos, en la ejecución de cualquier ejecución de juego, 2/3 del tiempo total tiene que ver con la discriminación contextual y con la identificación de que hacer y por lo tanto, en la toma de conciencia y decisión, y apenas 1/3 del tiempo en la realización propiamente dicha (Oliveira y cols).
Como ya vimos, el tipo de trabajo semanal que es la ejecución a través de la Periodización Táctica pone el énfasis en la construcción de la forma de jugar pretendida. Como a lo largo de la semana la preocupación incide en nuestro MDJ y sus principios, va a incidir también sobre los 2/3 dedicados a la toma de conciencia y decisión, ya que el principal componente buscado es el táctico.
Según Oliveira y cols. (2006) este tipo de abordaje permite aumentar la cultura táctica, una vez que la toma de conciencia de lo que va a suceder es la toma de decisión consecuente, ya que la misma  se logra sobre la forma de jugar que se pretende.
Con este tipo de metodología de entrenamiento se procura anticiparse al futuro, o sea, disminuir estos 2/3 (Oliveira y cols. 2006).
Esta aproximación y anticipación al futuro que permite reducir el tiempo de decidir lo que hacer, es conseguida a través de entrenar nuestro MDJ.
Una vez más sobresale la idea de la importancia de la familiarización con la idea de juego que se pretende, una vez que, cuanto mayor sea la identificación con lo que es pretendido, más fácil es la discriminación y mejor se identifica aquello que va a suceder.
De esta forma, es más fácil que un número significativo de jugadores piensen en función de una misma intención al mismo tiempo (Oliveira 2006).

   
Fatiga “Mental-Emocional”.
Para Mourinho (Oliveira y cols. 2006) “la fatiga más importante en el fútbol es la más importante es la fatiga central y no la fatiga física”. Para este entrenador, la fatiga central- del S.N.C. – resulta de la necesidad, durante el encuentro o entrenamiento, de estar permanente concentrado – Concentración táctica decisional. Oliveira denomina este tipo de fatiga “mental –emocional” aunque puede ser llamada también fatiga táctica.
Para este autor, cuanto más complejos son los desempeños (en el entrenamiento o la competición), más desgastes habrán, una vez que, por la concentración exigida, presuponen una mayor intensidad. De esta forma, para clasificar a la intensidad, es necesario asociarla a la concentración decisional y será más exigente en cuanto haya más aspectos a articular.
Sin embargo, el entrenamiento en especificidad, característico de este tipo de ejercitación, hace que disminuyan las exigencias de concentración implícitas en su forma de jugar, una vez que surge el Hábito en economía neurobiológica. (Oliveira).

Hábito.
Esta economía es explicada por estos autores de la siguiente forma: “como la esfera fundamental del saber hacer y del dominio no consciente,  es un hábito que se adquiere en la acción, en el entrenar –el aprendizaje por repetición- es un proceso de construcción cuya característica principal es que el saber dominante se adquiere jugando y es patrimonio de lo no consciente.
Así es, que el habito lleva a que la solicitud más compleja de la tríada corteza-cuerpo-acción sea más salvaguardada, disminuyendo significativamente el esfuerzo neuro-biológico” Oliveira y cols. 2006.
En el juego, las exigencias de la concentración decisional dependen de la necesidad de atención simultánea: la organización del juego del equipo (que emerge por el constante respeto de los principios); y la constante adaptación hace la imprevisibilidad de las situaciones de juego. La importancia del hábito se relaciona con la posibilidad de este de llevar a que la atención decisional se ajuste  al segundo, esto es, a la gestión del instante, el AQUÍ Y AHORA.
A través de esta metodología de entrenamiento, se procura que los jugadores pasen de “la esfera del saber hacer (como hábito que se adquiere en la acción) para un saber sobre ese saber hacer, que tiene que ver con el entendimiento de una relación determinada entre mente y hábito”. Esta relación entre mente y hábito es creada por entrenamientos adquisitivos teniendo como base nuestro MDJ. Esto es, “el tiempo de acción en términos de propensión tiene que hacer aparecer un gran porcentaje de determinadas cosas,  características de esos principios de juego y esos jugadores tendrán que tener conciencia de las mismas” (Oliveira y cols.).
A partir de la repetición sistemática de la vivencia de un principio de juego es posible su ejecución y también la identificación, aumentando el saber hacer del equipo, esto es, en el plano de la cultura táctica.
De aquí se desprende que, para la participación consciente y autónoma en el proceso  no basta apenas, la adquisición de un saber hacer específico, siendo necesario también un saber sobre ese saber hacer.


                                              Óscar Méndez Albano.



Thursday, May 17, 2012

LA LÍNEA DE CUATRO DURANTE LA FASE DEFENSIVA.



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INTRODUCCIÓN
En  el fútbol moderno nos podemos defender de muchas maneras, de maneras más o menos eficaces. En el fondo se necesita de un buen grado de conocimiento, de parte del entrenador, y de parte de los futbolistas.
La elección de jugar con 4 defensas se producirá, luego de una evaluación del entrenador de las cualidades de sus futbolistas. En la fase defensiva el deberá de tratar de tener varias líneas de cobertura entre el balón y la meta, restringir  el espacio y el tiempo de posesión rival : los atacantes de primera línea conformarán la primera línea, la segunda por los medios, y la última por los defensas.
La fase defensiva con el tipo de repartición en zonas es activa: su objetivo es intentar ganar la pelota mediante una actitud agresiva. Uno de los beneficios de la defensa en zona que es que una vez que es conquistado el balón, el jugador estará en una correcta posición para pasar a situación ofensiva.
En la organización defensiva las tres líneas  no pueden estar separadas (primera, segunda y tercera línea). Se buscará cubrir de este modo el pressing, la presión y el fuera de juego.
La presión es una acción que se caracteriza por la presión de un jugador al portador de la pelota, mientras que el pressing se organiza de forma  colectiva, de dos o más jugadores, cuyo objetivo es recuperar el balón mediante la reducción de espacio y el tiempo,  y la eliminación de el o las apoyos al poseedor del balón más cercanos. El fuera de juego es la consecuencia lógica del pressing y la condición esencial para mantener al equipo corto en distancia en la zona activa del balón. En los últimos años aquí en Europa, hemos visto que esta característica táctica  ha sido un poco dejada de lado, en parte gracias a las nuevas reglas de fuera de juego y fuera de juego pasivo.
El fuera de juego sin embargo sigue siendo importante en la instrucción didáctica del aprendizaje de la defensa zonal con una línea de 4 defensas ya sea en superioridad, igualdad o inferioridad numérica.




CUALIFICACIÓN DE LOS DEFENSAS.
Cuales son los roles y cualificaciones de los 4 defensas repartidos en las zonas?
Los 4 defensas que componen la línea de defensa deben tener las siguientes características::

Los defensas centrales.
Los mismos deben ser rápidos, eficaces en la marca y en las coberturas, dotados de una gran concentración y de gran juego aéreo.
Deberán tener por lo tanto un gran análisis situacional táctico y  psicológico. Saber mantener la posición y comprender los principios tácticos defensivos individuales y colectivos.
Las capacidades de anticipación serán muy importantes a la hora de temporizar o anticipar en tiempo y espacio. Deberán tener una fuerte personalidad, madurez emocional para controlar sus emociones, buenas dotes comunicativas. Los dos centrales suelen tener características bien diferentes, tanto a nivel morfológicas como técnico-tácticas que puedan ser complementadas.


El defensa externo o lateral.
Se le llama así al ser el hombre externo de la línea defensiva. Tiene un papel defensivo aunque hoy en día ese papel es cada vez más ofensivo. Con el desarrollo del pressing, en la zona del centro del terreno de juego, hay cada vez menos espacio y tiempo para jugar. Será cada vez más apoyo y sostén ofensivo y socio constante en la puesta en la ejecución del pressing.
El defensa externo,  más allá de  marcar  a los jugadores externos del equipo contrario, la cobertura de las áreas laterales del terreno de juego y los cierres del lado opuesto a donde esté el balón, que ante una nueva recuperación de la pelota,  comenzar nuevamente la maniobra, tratar de ampliar e iniciar las maniobras por las bandas en las fases de construcción y creación.
Desde el punto de vista físico por lo general es atlético, pero no necesariamente un monstruo físico. Debe ser muy  técnico,  debe tener una muy buena velocidad de desplazamiento, velocidad de reacción y coordinación.
Las bases técnicas para los defensas externos son:
-La capacidad de jugar el balón de forma precisa, tanto en el juego corto como en el largo.
-La capacidad de controlar de forma orientada (por arriba y por abajo) en presencia del rival.
-La capacidad de conducir rápidamente el balón en forma vertical.
-La capacidad de centrar el balón de forma precisa.
-La capacidad de presionar y marcar al rival.
-La capacidad de percibir e intervenir en la trayectoria elevada del balón (juego aéreo).
Desde el punto de vista de las situaciones tácticas los defensas externos deben:
-Saber anticipar el marcaje del adversario, o de lo contrario no permitir el juego por la línea interior.
-Siempre en la fase defensiva, guardar los espacios en el centro del terreno de juego para facilitar las coberturas y ante un cambio de orientación rival en el lado débil poder hacer las coberturas necesarias.
-Saber temporizar en casos de transiciones defensivas.
-Saber atacar al rival en posesión del balón en el momento más oportuno.
-Poder efectuar efectivamente el pressing.
-En la fase ofensiva, poder sostener el centro del campo y el ataque con acciones de sostén y apoyo.
-Saber atacar los espacios libres con desmarques en los sectores laterales del terreno de juego.




LA DIDÁCTICA DE LA DEFENSA ZONAL CON CUATRO DEFENSAS.

Es muy importante individualizar los objetivos concernientes  a lo táctico individual y corregir ciertos errores, para luego pasar a aspectos colectivos.
A nivel individual la defensa deberá:
1) Anticipar el ataque rival.
2) Obligar al atacante rival hacia el exterior del terreno de juego y obligar a que no pueda desbordarnos.
3) Atacar el balón ante malos controles.
4) Saber temporizar.
5) Comprender lo más rápido posible que tipo de atacante se enfrentan (rápido, técnico, gran juego aéreo etc).
6) Efectivo en el marcaje interior.
7) Saber leer la situación.
8) Dejar libre la zona opuesta al balón (lado débil)
9) Hacer la cobertura al compañero.
10) Ocupar una posición.
11) Cerrar líneas de pase.


A nivel colectivo el entrenador deberá incidir en:
1) El equilibrio entre las líneas.
2) Saber moverse (vertical y horizontalmente).
3) El bloque se debe mantener sólido y unido.
4) El equipo debe tener elasticidad defensiva en los momentos oportunos.
5) Deberá intentar doblar marcaje o tener superioridad numérica cercana al balón.
6) Saber intercambiar el marcaje de los atacantes.
7) Saber aplicar la táctica del fuera de juego.
8) Saber realizar la diagonal y pirámide defensiva correctamente.
9) Leer las situaciones de juego de la misma manera.
10) Cierre del lado opuesto a donde está el balón.

Como puede verse, los aspectos colectivos afectan a todas las líneas, pero son particularmente válidos  para los defensores que a menudo los entrenarán en inferioridad numérica, en la ocupación de los espacios y la interpretación de los movimientos del balón.


DIAGONAL, PIRÁMIDES, LÍNEA DE COBERTURA, ESCALONAMIENTO Y DESLIZAMIENTO, ELASTICIDAD DEFENSIVA.
La posición de los 4 defensas es condicionada por la posición del balón y la portería. Sobre esta base, hay varias soluciones, como la pirámide defensiva sobre el atacante central  (fig. 1A y 1B)

Fig. 1A Pirámide defensiva ante ataque central.

Fig. 1B Pirámide defensiva ante ataque central con un defensa fuera de posición.


La línea de cobertura, hace referencia al poseedor del balón, como se ve en las figs 2A y 2B con dos líneas y una línea.
Fig. 2A – Cobertura en 2 líneas (águila defensiva).


Fig.2B Cobertura en una línea.

Esta es una opción que le da demasiada profundidad a la ofensiva rival y, por tanto, con ella será más riesgoso de aplicar la táctica de fuera de juego colectivo. La idea de cobertura es fundamental para toda la defensa zonal, sobre todo por no cometer el error de quedar “plana” ante el poseedor del balón.

Los jugadores deberán mantener una distancia óptima que les permita ante un ataque exterior, de ocupar los espacios en dirección del poseedor del balón dejando libre el lado opuesto o débil (Fig. 3A).


Fig. 3A Es muy importante que los jugadores  comprendan la importancia de la cobertura recíproca de modo de dejar libre la zona opuesta a donde está el balón  o débil.

Normalmente ante una posición retrazada en la parte de atrás del campo con el balón en banda, bajará un medio del lado opuesto para ayudar en tareas defensivas y compensar el desequilibrio posicional (Fig. 3B).



En caso de ataque central la defensa se colocará como se observa en la ilustración (Fig. 3C). 

Fig. 3C – Disposición ante ataque central y lados débiles.



Cuando ellos pierden un jugador en la línea defensiva, deberán replegar en forma horizontal al poseedor del  balón, y cubrir la posición del compañero que quedó fuera de la jugada(Fig. 4).
Fig. 4 – Puesto del n. 2 que pierde el balón. Los tres defensas se colocarán en escalonamiento horizontal.

Estos movimientos deben ser enseñados con ejercicios específicos a cuatro defensores que, sin embargo, deben aprender los inicios de la fase defensiva en la zona y no convertirse en meros actores de los movimientos estereotipados.
En efecto, la presencia de los rivales o atacantes,  cambia la posición de los defensores que deben respetar los fundamentos de la marca, sobre todo en las partes del campo y en ciertas situaciones. Es vital también que los jugadores sepan cerrar espacios abiertos e impidan la  creación de movimientos para generar espacio por parte de los atacantes.
Los ejercicios con los que los ejercitamos también servirán para entrenar y utilizar el fuera de juego.
Los defensores, a través de su organización y sus movimientos, tendrán éxito para avanzar como ellos quieren y no sufrir ante  movimientos rivales.
Todo esto sólo puede suceder si hay buena comunicación y un total acuerdo entre ellos y si los cuatro leen la situación de juego de la misma manera.
Los cuatro defensas se mueven al unísono, haciendo movimientos elásticos, marcajes y coberturas recíprocas, si esto ocurre los atacantes  tendrán dificultades para encontrar espacios abiertos.


(Fig. 5A y 5B).
Fig. 5A – El entrenador enviará el balón en diferentes direcciones sobre el terreno de juego. Los 4 defensas se colocarán según la posición del balón. Si el entrenador lanza el balón detrás de la defensas, los 4 deberán hacerse las coberturas y replegar. Cuando no llegue el pase, los defensas achicarán nuevamente buscando dejar en fuera de juego a los eventuales atacantes.

Fig. 5B - Si un atacante llega a  10 m de la zona de uno de los centrales el mismo saldrá y se le hará la cobertura por parte de los otros tres defensas.

PROGRESIONES DIDÁCTICAS. 

Es importante de colocar los ejercicios analíticos también en la fundamentación técnica, elementos importantes también para los defensas.
Por ejemplo, el golpeo de cabeza en movimiento, en cambio de trayectorias, la velocidad y las distancias del balón permitirán el trabajo de anticipación. (Fig. 6).





Fig. 6. Ejercicio para el golpeo de cabeza.
4 jugadores en las bandas para centrar.
3 vs 3 en el centro (3 atacan y 3 defienden).

Es fundamental las repeticiones e insistir en las lagunas técnicas individuales. Veremos las situaciones de juego que van a hacer el trabajo de los cuatro defensas a través de las siguientes ilustraciones:


Fig. 7: 1 VS 1; 
Fig. 8: 1 VS 2; 
Fig. 9: 2 VS 2; 
Fig. 10: 2 VS 3; 
Fig. 11: 3 VS 3; 
Fig. 12: 4 VS 4; 
Fig. 13: 4 VS 6; 
Fig. 14: 4 VS 8. 

Fig. 7: 1 contra 1 

Los jugadores que defienden en las bandas deberán forzar  al atacante al exterior. El defensa deberá prestar atención a la posición de los pies, en especial al pie interior. En posición central el defensa deberá impedir darse la vuelta al atacante que jugará como pivote. Los cuatro apoyos amarillos servirán de apoyo y jugarán con los atacantes.



Fig. 8: 2 contra 2 

Un defensa a la marca, el otro deberá situarse en función de su compañero y cubriendo la línea de pase del otro atacante. 


Fig. 9: 2 contra 2 


Un defensa a la marca, el otro deberá de situarse en función de su compañero  y al mismo tiempo cerrar la línea de pase del otro atacante. 

Fig. 10: 2 contra 3 
Los dos defensas deberán de hacer jugar a los atacantes hacia el exterior, temporizar y si hay un pase hacia atrás tirar el fuera de juego y dejar a los atacantes inhabilitados.

Fig. 11: 3 contra 3 


Los defensas deberán temporizar y replegar, y al momento más oportuno el defensa central atacará, dependiendo que los defensas laterales cierren intentando hacer quedar en fuera de juego al atacante más adelantado y cerrando los caminos más rápidos y cercanos a nuestra portería.

Fig. 12: 4 contra 4 

El defensa presionará al atacante, El N.5 deberá cubrir al N.3 y tomar al otro atacante. El defensor N.6 hara la cobertura al N.3 y cubrirá al centro delantero rival. El defensa N.2 se concentrará en cerrar la línea con el N.6, colocándose libremente en la zona débil y cubriendo el sector más peligroso.

Fig. 13: 4 contra 6 


El defensa presionará al atacante, El N.5 deberá cubrir al N.3 y tomar al otro atacante. El defensor N.6 hará la cobertura al N.3 y cubrirá al centro delantero rival. El defensa N.2 se concentrará en cerrar la línea con el N.6, colocándose libremente en la zona débil y cubriendo el sector más peligroso.

Fig. 13: 4 contra 6 

Los defensas deberán repetir todos los movimientos del ejercicio  aunque hecho contra 6 adversarios. Ellos deberán temporizar justo en el momento más oportuno para interceptar el balón, ejercer presión y tirar el fuera de juego así como propiciar  pases de bajo porcentaje (horizontales).

Fig. 14: 4 contra 8 




Debido al valor psicológico de estos ejercicios, los cuatro defensas estarán ahora sí preparados para manejar la defensa zonal adecuadamente (elasticidad, movimiento, cobertura y el fuera de juego).

"Los entrenadores podemos cometer dos pecados: hacer caminar a jugadores que vuelan o pretender que vuelen los que sólo pueden caminar".
Marcelo Bielsa.




Óscar Méndez Albano.































Friday, May 4, 2012



A continuación subiremos dos vídeos, del actual entrenador del R.C.D. Mallorca en su etapa en el Athletic de Bilbao acerca de su metodología de trabajo.
En nuestra opinión, el entrenador "revelación " de la temporada en la Liga Española de primera división, haciéndose cargo de un equipo en una situación muy complicada empezada la temporada, que ha reconducido y ha llevado a dicho equipo en una posición que está muy por encima de las expectativas previas, máxime cuando era un equipo que en ese entonces estaba luchando por salir de posiciones de descenso.

No es el "enfoque metodológico" que a nosotros más nos gusta ya que es más tradicional, ni tampoco lo han sido sus modelos y filosofía de juego en  equipos anteriores (Sevilla C.F. y Athletic de Bilbao) aunque sus resultados están a la vista no solo en darle una identidad y de conseguir los objetivos materiales (puntos) anhelados sino por el ascenso de futbolistas jóvenes al primer equipo.



 Lo colgamos para mostrar que no hay una verdad "absoluta" en esto del fútbol y que muchas diferentes metodologías pueden dar resultados positivos si se hace el trabajo correctamente. Un verdadero equipo profesional el que lidera el entrenador andaluz que es un ejemplo para muchos entrenadores jóvenes.

Parte 1.




Parte 2.



Óscar Méndez Albano.


Monday, April 30, 2012

Sir Alex Ferguson. Manchester United. Sesión con el objetivo de Atacar por las bandas con finalización.




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Esta sesión tiene el objetivo de atacar desde tres diferentes posiciones y la misma busca ofrecer versatilidad en el último tercio del terreno de juego, lo cual es siempre sumamente importante.
Comenzamos con remates desde fuera del área mayor, buscando potencia y precisión en los remates, esto lo hemos visto muchas veces por ejemplo con el gol de  Paul Scholes ante el Fulham esta temporada.
A continuación (2), buscamos juego rápido e interactivo entre las bandas, finalizando con un centro preciso al área.
Además analizaremos los roles de atacar los dos mecanismos de centros diferentes.
Es esencial entrenar una y otra vez estos movimientos, centros de muy buena calidad y juego creativo en las bandas.
Esta es una sesión que busca reforzar los hábitos y comportamientos de nuestros futbolistas de cara a un perfeccionamiento en la fase de finalización y es una de las razones por las cuales dicho club sea un club tan poderoso dentro de la Barclay´s Premier League.



Ejercicios
(ver las 3 figuras 1,2 y 3)
Espacio: Medio campo.
Material: Conos, balones.
Número de jugadores: desde 7 hasta 20.
(Incluyendo a los jugadores en las bandas).
1 portero que puede ir rotando con otro.

Desarrollo:
Jugarán un defensa, dos medios, dos jugadores por banda y un atacante.
Esta es una rutina de dos balones.
Posicionado sobre el punto penalty el delantero recibe un pase de uno de los medio campistas y remata a puerta.
Con el otro balón, el otro mediocampista pasa a una de las bandas, donde el “extremo” busca mediante una acción centrar para que puedan finalizar el delantero o uno de los medios. El defensa lo intenta impedir.
El centro debe tomar en cuenta la posición del defensa. (El entrenador puede incidir en la posición del defensa pidiéndole que vaya al primer o segundo palo).





Ejercicio 2.
Progresión:
Progresar a una rutina de tres balones con  una línea de cuatro más un medio defensivo.
Se le agregarán extremos en las bandas, y un medio y atacante extra.
Los medios ahora trabajarán de a dos.
Juntos los dos medios con el atacante, intentan hacer un 3v1 contra un defensa y rematar a portería.
Uno de los atacantes intenta jugar de espaldas y sacar un remate eficientemente. Deben estar atentos a los rebotes.
En la siguiente fase (2) el lateral debe intentar que los tres futbolistas en banda no centren.
Los tres jugadores de banda deben superar esa situación de 3v1.
Cuando se termina la jugada, el extremo del otro lado pone un centro para que los atacantes y defensas reaccionen ante la misma.
Se busca incidir en la intensidad y creatividad a manera que se va avanzando o progresando en el ejercicio.
Se busca variedad  en los centros y precisión en los pases y finalizaciones.
En las bandas se busca buen ritmo y fluidez en los pases, y los defensas deben tener cuidado con los desmarques de los delanteros y pases errados.
Los delanteros en el medio deben tener movilidad y mostrar versatilidad, deben desmarcarse al primer y segundo palo aunque también deben estar prontos para recibir envíos en el punto penalty o inclusive más atrás.





 Progresión a un Partidillo 10v10.
Se pasará a continuación a un partidillo a mitad de campo, demarcando como se ve en la figura dos carriles o calles longitudinales en las bandas donde las mismas serán ocupadas por dos jugadores de banda (extremos).
Solo un defensa puede ocupar las mismas.
Esto asegura muchas situaciones de 2v1 en las bandas y la posibilidad de que existan muchos centros al área mayor.
Propiciar que los extremos también hagan diagonales y se puedan meter hacia el medio buscando acciones combinadas por el centro, combinando con los delanteros.
Los centros al área deben ser finalizados a un toque.
Otorgar dos puntos a los goles que son de cabeza o volea a un toque.
Si los defensas roban el balón, deben atacar la otra portería.
Este ejercicio durará aproximadamente 45 minutos.
El entrenamiento total durará 75 minutos.








  


 Fuente: www.elitesoccercoaching.net
Traducción al español: Óscar Méndez Albano.