Wednesday, September 7, 2022

Xavi Hernández: “El fútbol se ha convertido en fútbol americano”

 El que fuera el ideólogo indispensable de la selección española, participa ahora en la organización del Mundial de 2022.

DIEGO TORRES



Convencidos de que Xavi Hernández fue el ideólogo indispensable de la selección española que provocó la última gran evolución en el fútbol, los jeques que gobiernan Qatar promovieron su contratación en 2015. Desde entonces, el centrocampista catalán de 37 años imparte sus últimas lecciones en el Al-Sadd a la vez que sirve de asesor a los estrategas del país. Hoy su trabajo se multiplica: entrena, compite, colabora con la academia Aspire, participa en la organización del Mundial 2022 y despacha con los miembros de la familia del emir, los Al-Thani, aconsejándoles en sus numerosas inversiones vinculadas a la industria del fútbol. En materia balompédica, ir a consultar a Xavi al desierto de Doha equivale a presentarse ante el oráculo.

Pregunta. ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos en el fútbol?

Respuesta. Creo que el rol de los entrenadores a veces es excesivo. Hemos mejorado tanto a nivel físico que hoy en día cuesta muchísimo driblar a los defensas. Excepto Messi o Neymar, al Luis Suárez de turno, incluso al Cristiano o al Bale, les cuesta driblar al contrario porque físicamente estamos a un nivel insuperable. Entrenamos con un chip en el pecho, ajustamos las distancias, los kilómetros recorridos, la velocidad punta… Es imposible estar mejor preparados físicamente.

P. ¿No cree que el Barça de Guardiola es responsable de haber aumentado esa dificultad de atacar en la medida en que ahora los espacios se han comprimido?

R. Exacto: el nivel táctico también se ha explotado. Guardiola enfocaba todos los detalles. Lo tenía todo controlado. Yo nunca había trabajado un saque de banda defensivo. Él te ordenaba hasta para eso: a nosotros nos hacían un saque de banda en contra y todo el mundo estaba colocado. A veces el contrario decía: ‘¡Hostia! ¿qué ha pasado? No tengo espacio para sacar!’. Guardiola tenía todo controlado. ¿Qué ha pasado? Que todo el mundo ha querido copiar un poco el estilo Guardiola, como Löw que nos miró y ha llegado a lo que ha llegado. Unos han copiado eso, y otros han ido hacia la antítesis, que es Simeone. Ahí están jugadores con talento como Koke cerrados atrás, achicando espacios, intentando desbloquear las superioridades. El fútbol ha explotado el físico y la táctica. Ahora lo que falta por explotar es la técnica, el por qué suceden las cosas, el cómo atacar. ¡Eso es el talento! Y todavía no está suficientemente desarrollado. Porque en el fútbol top hay más simeones que guardiolas. Lo ves en la Premier: ¿qué equipos juegan como Guardiola? ¿Tres? ¿Cuatro? ¿Y qué equipos juegan como Simeone o te dejan el dominio del juego? Un 70%. En la Liga pasa lo mismo. La excusa de estos entrenadores es: ‘Es que yo no puedo competir contra el City o el Barcelona’. ¡Pero es que hacen lo mismo contra el Leganés!


En el fútbol top hay más simeones que guardiolas. Lo ves en la Premier: ¿qué equipos juegan como Guardiola? ¿Tres? ¿Cuatro?


P. ¿Cree que en la Liga ocurre como en la Premier?

R. En la Premier este año más. Porque ha ido Guardiola a dominar los partidos y han dicho: ‘oye, yo del balón me olvido, me voy atrás’. Y falta explotar el dominio del juego. El atreverse más. Yo estoy en un equipo pequeño y si juego contra el Barça lo que quiero es quitarle el balón al Barça. La pregunta es: ¿Cómo me defiendo del Barça? Como Paco Jémez: me voy a apretar arriba. Si tú les das el campo, Ter Stegen juega con Piqué, Piqué sube al mediocampo y para mí es una muerte anunciada.

P. Los equipos que quieren controlar el balón se abocan a encontrarse bloqueados: 22 jugadores en 50 metros. ¿Cómo se resuelve esta contradicción?

R. Nosotros ya entrenábamos eso en 2008. Con Luis Enrique también: jugar contra dos líneas de cuatro y uno que marca al pivote, intentando buscar los espacios rápido cambiando de banda, no jugar a una línea sino ya hacer un cambio de juego a nuestra segunda o tercera línea. El Barça prevé lo que se va a encontrar. Trabajamos el juego posicional contra nueve defensas, en donde nuestro central tiene que conducir y dividir, siempre en espacios pequeños ejercitando la conservación del balón, juegos de posición ensayando el control orientado para irte del contrario en dos o tres metros...

P. ¿Pero cuántos jugadores están capacitados para jugar en esos espacios tan cortos?

R. ¡Es que eso se puede entrenar! ¿Pero qué hacen? El Moruinho que nos encontramos en el Madrid nos jugaba directo a la espalda. Mourinho les decía a sus jugadores que no parasen el balón. Jugaban rápido y ya salían Di María, Cristiano o Benzema. Ahora lo hacen Bale, etc., etc… ¡No querían jugar al fútbol!

P. Con el City asistimos a un fenómeno extraño: bate récords sin un punta de referencia y sin centrocampistas al uso. De Bruyne es extremo y Silva mediapunta. ¿Cómo ha hecho Guardiola para transformarlos en interiores?

R. De Bruyne y Silva se han adaptado al mediocampo porque son esa clase de jugadores que saben perfilarse en 360 grados, se giran para los dos lados, ven todo el campo. Porque por la manera de jugar de Guardiola necesitas que en las bandas haya extremos puros, como Sané. Sané difícilmente podrá jugar por dentro porque no tiene capacidad para driblar o hacer la vueltecita que te da el espacio: ese giro que hace Messi, Iniesta, Silva, De Bruyne, o Gündogan... Incluso… Si me apuras, Sterling. Sané no. Él necesita campo. Es como Bale: si lo pones en el medio ya no sirve. Son jugadores de banda, de dribling. Como Cristiano: Cristiano por dentro no puede jugar. No se perfila bien. De Bruyne y Silva son un espectáculo… ¡Parece que ahora estamos descubriendo a Silva!

P. Habla de estimular la creatividad. ¿Cómo?


De Bruyne y Silva se han adaptado al mediocampo porque son esa clase de jugadores que saben perfilarse en 360 grados, se giran para los dos lados


R. ¡Con rondos! La gente todavía piensa que el rondo es para disfrutar. ¡No! El rondo es un ejercicio increíble: las dos piernas, mirar a tu segunda línea, meter el pase por dentro, atraer, atraer y cuando viene el defensa pum, das el pase al otro lado… No se agota. Es un ejercicio que permite un desarrollo infinito. Por ejemplo: siete contra dos, cinco contra dos (que ya es más difícil encontrar la solución). Un nueve contra dos es más lúdico. O puedes hacer un rondo grande con tres en medio: dos que te aprietan y uno que hace la cobertura por detrás, ya tienes que ver dónde está el espacio, por dónde puedo pasar el balón... Te obliga a mirar qué pasa a tu alrededor, dónde está el hombre libre. En el Barça entendemos el fútbol como espacio-tiempo. ¿Quién lo domina? Busquets, Messi, Iniesta: son maestros del espacio-tiempo. Siempre saben qué hacer, si están solos o rodeados. Esto, hay centrocampistas como Casemiro que no lo entienden. Pero, a su vez, Busquets no podría hacer nunca las coberturas que hace Casemiro cuando se la juega a cara o cruz.

P. ¿A cara o cruz?

R. Sí: el Madrid se parte, se van siete al ataque y Casemiro se queda solo en el medio a cubrir. Esto es cara o cruz. Esto Busquets no lo puede hacer porque hasta yo soy más rápido que él. Casemiro es rapidísimo. Pero le cuesta todo lo demás porque no lo ha trabajado: tiene otras características, es más defensivo, roba más balones, llega, abarca más campo. Pero no domina el espacio-tiempo. Si a Casemiro lo estimulas con 12, 13, 15 años, esto lo tendría. ¿Por qué lo tiene Kroos? Porque en Alemania lo han trabajado. ¿Por qué lo tiene Thiago Alcántara? Porque ha estado en la escuela del Barça. Lo sorprendente es: ¿Cómo lo tiene Cazorla? Yo se lo pregunté: ‘¡Pero tío! ¿De dónde has salido? ‘No, no, yo me he formado en el Avilés y en el Oviedo y luego he ido al Recre…’. Son talentos innatos. Yo me pregunto: ‘Esto, ¿cómo no lo ha fichado el Barça? ¡Si es juego Barça! ¡Silva! ¡Kroos! ¡Modric! ¿Cómo no los ha fichado el Barça? Son jugadores que ya se ve que son perfil Barça. Yo me paso toda la vida mirando un jugador que pueda ir al Barça. Digo: ‘Pero este jugador! ¿Cómo no lo…? Philipp Lahm… por ejemplo. ¡Lo veía todo!

P. Con Lahm y Alaba Guardiola puso de moda al lateral que se mete de interior y acaba de mediapunta.

R. Al final es un fútbol asociativo. Guardiola está todo el día maquinando dónde estará el espacio libre. Y si por ejemplo juegas contra el Levante y ves que los extremos hacen marcaje al hombre a los laterales, prácticamente, como hacía Bielsa, ¡pues mete por dentro al lateral! Y si te sigue el extremo contrario se crea un hueco para el pase del central a tu extremo. Porque muchas veces el lateral molesta el pase del Piqué de turno al Messi de turno. No cabe porque el extremo contrario está mirando que no quepa. Pues si hacen marcaje individual pon a Zabaleta o a Walker por dentro: si no lo sigue el extremo rival, está solo; y si lo sigue hay un pase franco a tu extremo. Espacio-tiempo. Para el rival esto es incontrolable porque vas a marcar a uno y otro se queda libre. Se crean superioridades.

P. Estos cambios de posición de todos los jugadores que vimos en el Bayern de Guardiola y en el Dortmund de Tuchel, suponen una confusión total para el rival pero un desgaste físico y mental terrible para el equipo propio. ¿Cómo evitarlo?


La creatividad se estimula con el rondo. El rondo es un ejercicio infinito para dominar el espacio-tiempo. Eso que tienen Busquets, Iniesta, Messi, Modric, Kroos... y que le cuesta tanto a Casemiro porque no lo ha entrenado

P. No lo veo así. Porque más que cambios de posición debemos hablar de entendimiento. No tenemos que enseñar al jugador a cambiar de posición sino a entender las cosas. El catarí no entiende el porqué. Si yo conduzco el balón él viene hacia mí: ‘¿Qué haces? Nos vamos a chocar!’. Viene a un metro y yo digo: ‘¿No ves que si Maradona y Pelé jugasen en el mismo equipo a un metro de distancia me convierten a mí en el mejor defensor del mundo?’. Pon a Maradona y Pelé a 15 metros. ¿Qué haces? ¿A dónde vas? Pueden pasar tres días que se van a pasar la pelota sin fallar. Cruyff hablaba del acordeón: de abrir el campo, de entender a dónde está el espacio libre. Si Iniesta está aquí yo ya no puedo estar en el mismo sitio. Ahora, en el momento justo, si Iniesta está presionado entonces yo le doy salida. La ventaja del Barça respecto a los otros equipos es que lo han trabajado durante muchos años.

P. La idea que se gestó en el Barça es la última gran idea transformadora en el fútbol. ¿Cuál será el próximo paradigma?

R. El talento siempre gana al físico. El día que eso no ocurra la cagaremos porque este juego será muy aburrido. Y como creo de verdad que el talento siempre se acaba imponiendo, lo que hay que explotar es eso: el que el jugador piense por qué. ¿Por qué te colocas aquí? ¿Por qué vas a venir en el momento justo? ¿Por qué tu compañero está fijando a los centrales para que tú recibas solo? Las cosas no pasan porque sí. Recordemos el 2-6. ¿Por qué Messi recibía solo entre líneas? Por qué Henry y Eto’o jugaban abiertos entre el central y el lateral. Y el central no podía salir porque tenía uno. Decía: ‘¡Si salgo me cogen la espalda!’. Gago y Lass nos iban a marcar al hombre a mí y a Iniesta, y Messi recibía solo. Esas son las superioridades. Esto es lo que analiza muy bien Guardiola y sus ayudantes. Y también Luis Enrique. Analizan al contrario: dónde se pueden hacer las superioridades, por dónde caben los pases…

P. Ahora se ha puesto de moda la palabra “recurso”. Hay entrenadores que se hacen cargo de equipos que ya saben controlar el balón y jugar en campo contrario y dicen que hay que añadir un nuevo “recurso”. Entonces hacen como Luis Enrique o Lopetegui y procuran aprovechar la ventaja en el marcador para tocar en campo propio y luego salir con pases largos al espacio. Se pretende una mayor seguridad, ¿pero no es más peligroso jugar con dos lenguajes que con uno? ¿No es más arriesgado?

R. Luis Enrique lo hacía muy bien. Pero a mí eso no me gusta. Imagínate que eres la selección española y te pones 1-0 contra Portugal en el Mundial. España dice: en vez de ir a presionar tan arriba que igual nos cogen la espalda, vamos a ir un poco atrás como hacía Luis Aragonés. Aquí, pam-pam, ellos te vienen a presionar y entonces sales directo para Diego Costa… o para Luis Suárez que para eso te da mucho. ¡Y Neymar! En el Barça salíamos a la contra. Luis Enrique invitaba al rival a venir para contragolpearlo. ¡Y le hicimos un gol al Atlético de Madrid a la contra en la Copa del Rey! Luis Suáerez le hizo un autopase a Giménez y le tiró un caño a David Luiz contra el PSG. Y estábamos todos en campo propio. Eso era impensable en el Barça de Guardiola. Depende del entrenador. A mí no me gusta. Incluso ganando 1-0 en el minuto 89 yo lo que quiero y donde me siento más a gusto es en campo contrario teniendo el balón y yendo al ataque.

P. Al margen de su sentimiento, si en el campo tiene a Iniesta, Silva e Isco, ¿no es lo más pragmático mantener la presión arriba? ¿Cuando España o el Barça se repliegan no corren el riesgo de perder el control y la confianza?

R. Yo me pregunto: ¿cómo defiendo mejor? Dame el balón. El contrario ya no te puede atacar. Te tiene que robar el balón primero. Y si encima te lo roba y está a 70-80 metros de tu portería, entonces la conclusión es clara. Lo más seguro es tener el balón en campo contrario. Por eso no entiendo a los entrenadores que dicen: ‘Vamos a jugar en campo propio’. Ahora el único equipo del mundo que intenta dominar el partido hasta el último minuto, sea cual sea el marcador, es el City.


Tácticamente, Messi domina todo. El espacio, el tiempo, dónde está el compañero y el rival. Antes solo desequilibraba por habilidad y fuerza. Ahora te dribla por cabrón: atrae a los marcadores y habilita a sus compañeros

P. Los equipos que se paran en campo propio tienen que hacer recorridos más largos para ir y volver. ¿No afecta demasiado esto a futbolistas como Busquets, Iniesta o Isco?

R. Sí pero los entrenadores que hacen esto ya trabajan para que sus futbolistas de centro del campo o banda hagan recorridos más largos. Con Luis Enrique empezamos a hacer otro tipo de trabajo físico para esfuerzos más prolongados. Con Paco Seirul-lo hacíamos series de 15-20 metros. Los interiores preparábamos esa chispa, y los centrales trabajaban aparte y hacían carreras más largas. Simeone trabaja para replegar otra vez. Son unas pretemporadas muy duras porque el equipo tiene que estar todo el día defendiendo, achicando espacios, haciendo coberturas… El entrenador enfoca a jugar a eso: desde el punto de vista físico, técnico y psicológico. Simeone ha convencido a jugadores como Koke de hacer algo que a mí me resulta dificilísimo, porque llevan años jugando a no tener el balón y no bajan el ritmo. Gabi, Godín, Koke… Ellos disfrutan. Yo lo vi desde nuestro banquillo: el Cholo en la banda es feliz si su equipo no tiene la pelota. Guardiola nos enfocaba a hacer su fútbol: series de 10 metros, chispita, salto y salida. Circuitos más específicos para jugar a 30 metros. Simeone juega a lo largo.

P. ¿Cree que Guardiola es diferente en el City?

R. Hace otras cosas. Trabaja, por ejemplo, la defensa de los centros laterales. Descubre al que centra y coloca gente a tapar a los que van a rematar.

P. ¿Es inevitable con esta complejidad que los técnicos sean cada vez más importantes?

R. Sí, el fútbol se ha convertido en algo parecido al fútbol americano. Ya nada es al azar. Pero también llegó un momento en que si Guardiola se marchaba de vacaciones el equipo ya sabía lo que tenía que hacer. Lo único que no haces es analizar al rival. Bueno, yo sí. Yo pensaba: Villarreal. ¿Qué hace? Hace rombo en medio, siempre buscan uno más en medio. Como juega con dos puntas le vamos a tener que decir a Alves que venga al mediocampo porque con tres nos basta atrás para marcar al Bakambu y al Bacca de turno. ¿Para qué quieres cuatro defensas atrás? Como mínimo ya estamos en igualdad numérica. Yo le decía a Messi: ‘Leo tío vente al medio, vente a jugar por medio…’.

P. ¿Cómo lee Messi los partidos?


Brasil es favorita para ganar el Mundial porque reúne físico y talento. Pero no existe un mediocampo como el de España: no existe un Silva. ¿Qué jugador mejora a Silva? ¿Qué jugador mejora a Iniesta? ¿Qué jugador mejora a Busquets? ¡Ya está! Estos son los que llevan el peso


R. Tácticamente lo entiende todo. Es de vergüenza que lo comparen con cualquier otro. Messi domina todo. El espacio, el tiempo, dónde está el compañero y el rival. Antes solo desequilibraba por habilidad y fuerza. Ahora te dribla por cabrón: te atrae. Ve que tiene un marcador y como sabe que le tiene miedo espera a que venga el otro, y cuando tiene un 3x1 en el momento justo la pasa. Esto lo vi en LeBron James. En directo en la final Cavaliers-Miami de 2014. LeBron no es solo un jugador individual. Cuando Le Bron tenía dos encima, te hacía pum y pasaba y el compañero se quedaba libre y podía tirar triple libre. Esto es lo que hacen Messi e Iniesta. Te atraen hasta que haya uno libre. ¿Qué no te sale nadie? Vamos a jugar. Lo hemos trabajado desde niños. A saber dónde está el espacio y dónde el hombre libre. Hasta Ter Stegen lo sabe. Ter Stegen se entrena para eso. Ese saque largo bombeado que hace y dices ‘la ha tirado’. No la ha tirado. El Bayern cuando vino al Camp Nou nos hizo marcaje individual y dejó a Ter Stegen solo. Y Ter Stegen le daba el pase a Luis Suarez y eran tres contra tres.

P. ¿Hay más jugadores para hacer lo que usted quiere o lo que quiere Simeone?

R. Depende de cada uno. Pero yo creo que la mayoría de los futbolistas cuando salen al campo no se ponen a hacer sprints. ¿Qué hacen? Toques. El balón es un vicio. Jugamos al fútbol para el vicio del balón.

P. ¿Cómo imagina el Mundial?

R. Veo que Brasil se ha recuperado. Tiene un equipazo. Y tiene las dos cosas: talento y físico. Eso es difícil. Por eso España tiene tanto mérito. Porque ha ganado prácticamente sin físico. Salvo Ramos, los demás mira lo que éramos: Arbeloa, Puyol, y poco más. Ahora también: sobre todo tiene talento. No existe un mediocampo como el de España: no existe un Silva. ¿Qué jugador mejora a Silva? No hay. ¿Qué jugador mejora a Iniesta? No hay. ¿Qué jugador mejora a Busquets? ¡Ya está! Estos son los jugadores que llevan el peso del equipo. Más la vieja guardia detrás: Alba, Piqué, Ramos y Carvajal. Seguro que España ha ganado más físico pero España no puede competir con Alemania en eso. España debe competir por talento.

P. ¿Qué jugadores destacaría entre los nuevos?


Isco tiene que saber lo que me decía Luis Aragonés: ‘¿A usted qué le gusta? El fútbol bonito o el fútbol bueno?’. Messi no hace filigranas: Messi hace fútbol del bueno


R. Vitolo me gusta mucho. Creo que es un jugador que puede entender mucho mejor el juego. A veces le cuesta saber qué pasa a su alrededor, cuándo driblar y cuándo no, pero me parece espectacular. Saúl es otro jugador espectacular: y es otro jugador a explotar. Me lo imagino a los dos en el Barça y digo: ¡Hostia! ¡Lo que pueden llegar a ser Saúl y Vitolo jugando un fútbol más protagonista! Tiene mucho por recorrer. Carvajal me parece un lateral excelente y si lo respetan las lesiones Thiago es brutal.

P. ¿Qué opina de Isco y Asensio?

R. Esta gente tan joven lo que creo que tienen que saber es lo que me decía Luis Aragonés: ‘¿A usted qué le gusta? El fútbol bonito o el fútbol bueno?’. Y yo no entendía: ‘¿Y esto qué significa?’. ‘Usted deme el fútbol bueno. El bonito, sí, pero para engañar a cuatro’. No quiero dar nombres pero en la Liga nos hemos impresionado mucho por jugadores que han desaparecido sin dejar huella. Sí, filigranas, pero ¿para qué? ¿Qué filigranas hace Messi? Messi nunca hace filigranas. Messi va a por faena. Messi es el fútbol bueno, que a la vez es tan bueno que se hace bonito.

P. ¿Francia tiene la mejor plantilla?

R. Sí. Al nivel de Brasil y Alemania. Y no nos olvidemos de Argentina. Argentina está al nivel de España lo que pasa es que juegan tan tensionados que no pueden. Es falso que no tengan centrocampistas. A mí Banega me parece un centrocampista para estar en el Barcelona. ¿Y Mascherano no puede jugar de pivote? Evidentemente no tiene el nivel técnico de Busquets, pero ¡lo que ha mejorado! Cuando vino al Barça le costaba perfilarse porque en el Liverpool no lo necesitaba. Daba pases largos o era suficiente con que se la diera a Gerard. Pero en el Barcelona tiene que hacer más cosas. Tienes que mirar, visualizar, entender qué jugador está libre de marca para que tenga el espacio y el tiempo suficiente para maniobrar… El Barcelona es un examen final para un futbolista. Es el club más difícil y el más exigente del mundo. El Madrid no juega tan pulcro. En el Bernabéu si el defensor despeja a la grada está bien. Está culturizado. La gente aplaude. En el Camp Nou tiras el balón a la grada y el murmullo es tan bestia que es negativo. Desde la época Cruyff.

P. ¿Cree que el Bernabéu no es exigente?


Neymar es un líder increíble porque siempre pide el balón. ¿Qué les pasó al PSG y al City en los últimos años? Que compitió con jugadores que no habían estado acostumbrados a llevar ese peso. Ahora ves al PSG y ¡hostia!


R. Son dos públicos exigentes pero la diferencia es que el Bernabéu exige darlo todo. No soportan a los perezosos. La referencia es el espíritu Juanito. ¿Qué pasa? Que el espíritu Juanito o el espíritu Camacho es la cultura del Madrid. ¿Cuál es la cultura del Barcelona? No es la cultura del Víctor Muñoz, ni la de Calderé. La cultura del Barcelona es la de Cruyff. Cruyff se giraba, miraba, entendía el juego, no la perdía.

P. El PSG es una referencia obligada en el fútbol mundial, pero su historia es reciente. ¿Cómo se hace un equipo cuando los jugadores son más importantes que el club?

R. Todavía el jugador tiene mucho respeto al entrenador. Es decir: está interiorizado que aunque el futbolista cobre 20 millones de euros y el entrenador cinco, ese jugador de 20 millones está escuchando al entrenador. Sí que en algún momento los grandes cracks pueden decir: ‘¿Pero qué me está diciendo este?’. Pero el entrenador más que trabajar táctica y físicamente lo que tiene que hacer es la gestión de grupo: hablar individualmente y saber llevar al que te va a marcar la diferencia. Ser honesto: ‘oye si no entrenas bien por más crack que seas no te voy a poner. Pero que lo sepas’. Y hablarle al grupo: ‘oye aquí hay dos cosas que son innegociabes, el respeto y la actitud’. Yo que voy pensando como entrenador creo que estas dos cosas no pueden faltar. Luego que los jugadores fallen. ¡Pero que fallen con mis ideas! La inteligencia emocional para un entrenador es lo básico. No puedes pelearte con los jugadores. Los tienes que seducir.

P. El PSG siempre ha tenido una plantilla muy profesional. ¿No cree que con Neymar se introduce la incertidumbre del hedonista capaz de irse al cumpleaños de su hermana cuando se está jugando el campeonato?

R. Neymar es buen tío. Es juguetón. ¡Y Alves también! La gente se piensa que Alves está todo el día de fiesta porque cuelga en Instagram que toca el bombo. Pero es un profesional. Es su manera de vivir.

P. Pero Alves no dejó al equipo para irse al cumpleaños de la hermana…

R. Ahí es donde está el entrenador. En la época de Cruyff estaba Romario y Cruyff tuvo que gestionarlo y no era un tío fácil.

P. ¿Cree que Neymar es un líder?

R. Neymar es un líder increíble. En el campo es brutal. Tiene una personalidad que no le asusta nada. Esa es una virtud. Lo que diferencia al gran futbolista es eso. Que en los momentos más difíciles te dice: ‘dame el balón’. ¿Qué nos pasaba en el Barça? Que cuando había que sacar las castañas del fuego todo el mundo quería el balón. Todo el mundo tenía personalidad. ¿Qué les pasó al PSG y al City en los últimos años? Que compitió con jugadores que no habían estado acostumbrados llevar ese peso. Ahora ves al PSG y hostia: ves a Cavani, a Di María, a Neymar, a Verrati... Han estado tocando títulos. Han estado ahí. Neymar se enfada cuando no le dan el balón. Eso es una pasada.

P. ¿Hay más potencial en Mbappé que en ningún otro jugador después de Messi?

R. Sí. Mbappé va a ser… Creo que va a haber una época después de Messi y Cristiano en donde Neymar va a ser la referencia. Porque además es brasileño y Brasil tiene todos los números para estar en la final de un Mundial. Va a ser una era Neymar de tres o cuatro años. Y después vendrá Mbappé. Tiene un potencial brutal. Es muy joven. Solo 19 años. Y es muy bestia. Pero no lo veo… Creo que el talento se impone a lo físico. Neymar es como Messi: talento y físico. Y creo que Mbappé tiene más físico que talento. Y como yo entiendo el juego los futbolistas que marcan la diferencia lo hacen por talento más que por físico. Ni yo ni Iniesta hemos sido físicos. Hemos sido talento nada más. Los tocados por la varita mágica tienen las dos cosas: Maradona. Pelé, Ronaldo Nazario, Messi, Neymar y Mbappé también tiene talento. Pero veo a Mbappé más como un Henry. Con Emery mejorará seguro. Emery trabaja bien. Es un muy buen entrenador. Pero si lo metes en un Barça este chaval mejoraría. Entendería todo. Si a Mbappé lo coge un Guardiola de un 8,5 pasa a un 9,5. Neymar ya es un 9,5. Difícilmente puede mejorar. Mbappé tiene que mejorar muchas cosas sobre todo a nivel de entender el juego. Porque él cuando era cadete o juvenil no ha tenido que pensar. Él solo se hacía la jugada. Por fuerza y velocidad. Pero ¿por qué? Yo quiero ver a Mbappé contra una defensa como la del Atlético de Madrid. A mi modo de ver el juego, hoy por hoy, Neymar es mejor.

Wednesday, June 1, 2022

Cybernetics, Cesarean Sections and Soccer’s Most Magnificent Mind

 



PORTO, Portugal — There is an office at the end of a quiet corridor on the ground floor of the sports faculty at the University of Porto. It is not the sort of place that attracts much foot traffic, and it is not decorated as if it is intended to do so.

The room’s occupant, Vítor Frade, is retired from the teaching post he held at the university for more than three decades. He keeps the office, though, as a convenient place to receive the steady stream of visitors who come from across the world to pick his brain, seek his advice or simply hear him talk.

Over the course of his long career, Frade achieved no small academic success, but he could not be described as famous, not in the sense that soccer usually means it. Fans do not sing his name in stadiums, nor do they ask him for autographs in the street.

He was not a player of any great note. He has never managed a club. Instead, Frade, 73, is that rarest of things: one of soccer’s most noteworthy theorists.

His great contribution to the sport is tactical periodization, an approach to management that is often characterized — much to his evident frustration — as a coaching style. “It is not a method,” he says, almost as soon as he sits down. “It is a methodology. You have a methodology so that you don’t need methods.” The last word is issued with disdain.

To Frade, his approach is a management philosophy, a personal dogma and a belief system rolled into one. It is a way of thinking more than a way of playing, one conceived and crafted in this office, at this university, but that can now claim devotees around the world.


Its most famous evangelist is José Mourinho, who deployed it to considerable success at Chelsea, Inter Milan and Real Madrid, and who now hopes it can revive Manchester United. But Mourinho is not alone. Most of the great Portuguese coaching diaspora carry some of Frade’s imprint: André Villas-Boas and Vítor Pereira most directly, from the time they spent at F.C. Porto, but also Monaco’s Leonardo Jardim and Hull City’s Marco Silva at one or more removes.

Then there are the foreign adherents, the managers and coaches whose ideas draw to a greater or lesser extent on Frade’s work. Brendan Rodgers, the coach of Celtic, became convinced of the approach’s value while working under Mourinho early in his career. Eddie Jones, the Australian coach of England’s rugby team, is a convert, too.

In recent months alone, Frade has welcomed, among others, visitors from Australia, Brazil, England and Scandinavia. Every so often, with the help of a friend, he puts together an email blast for anyone who has expressed an interest in his work. It goes out, he said, to 542 people, including Mourinho.

The emails contain poems composed by Frade — Pepijn Lijnders, a former Porto coach now working at Liverpool, shares them with the Brazilians Philippe Coutinho and Lucas Leiva — but also “articles I have read, interviews with interesting coaches, book recommendations and summaries.” Frade is as likely to include a paper on robotics or neuroscience as one on soccer itself, the product of a brain fizzing and whirring, its synapses forever fusing links between unrelated thoughts.

His answer to the question “What is tactical periodization?” for example, starts with a discourse on the structure of a cell, takes in cesarean sections, where alligators might live in the Mississippi, chameleons and quantum mechanics, and ends, no small number of hours later, with a discussion of the principles of cybernetics.
“He is a living, breathing genius,” said José Tavares, the head of Porto’s youth academy and a student of periodization drafted now as Frade’s hard-pressed translator. “He does not think like the rest of us.”




All of it is relevant, though, to the system that Frade created.

“Whenever I read something, I am always thinking how it applies to football,” he said. “That is true whether it is something on biology or epigenetics. It is always football.” Periodization, he said, draws on everything, because it is an attempt to account for everything.

“Football is not a linear process,” Frade said. “It is not a sum of things: If you do this, plus that, you will achieve this.” Instead, “the coach must consider every aspect, of the individual, of the team. Football is not two-dimensional. It is multidimensional.”

It is an imperfect parallel, but the game, as Frade envisages it, is not unlike a Rubik’s Cube: Every thing a manager does, every single turn, has a consequence elsewhere. It does not work if the they try to fix one side alone; the problem must be considered in its entirety.

That is why Frade’s methodology — as employed by Mourinho and the rest — decrees that there should not be specific physical, tactical or technical training sessions, no separate fitness coaches or artificial skills exercises, such as the rondo, the one-touch passing game that forms the basis of Pep Guardiola’s approach. Because every aspect of the game is interconnected, Frade argues, they must be treated as such.

That is not periodization’s only calling card. Everything is related to possible in-game scenarios: no running to build up general stamina; only running to build up the exact sort of stamina that might be required at given moments. No practicing passing; only practicing what pass is needed and when.

Training is never gentle, with all sessions carried out as fast and as hard as the number of players on the field allows. And it is not scripted. Players are not told what to do; they are given a problem and encouraged to solve it for themselves. “What matters is the process,” Frade said. “They have to work out the answers.”



The week’s training is governed by what Frade and his disciples call the morfocycle. Throughout the season, each day is devoted to a specific aspect of play: Tuesday, for example, might always be what to do when in possession, Wednesday when out of it, Thursday to the opposition’s strengths, and so on.

The exercises can vary from week to week, from opponent to opponent, but must always be designed to reinforce the coach’s guiding principles: A team’s identity must not be compromised to stifle a given opponent. “A chameleon changes color,” Frade said, “but never forgets it is a chameleon.”

That is not to say that periodization wants to produce teams of automatons. Because Mourinho is the highest-profile adherent of Frade’s system, tactical periodization has a reputation as being defensive, stifling.

Frade rejects that critique. He is not an adherent of one style or another. The teams he currently admires — Chelsea, Juventus, Bayern Munich and Napoli — are the ones that know their own minds best, the ones that have an idea and set out to accomplish it.

“There is no attacking football or defensive football,” he said. “When you have the ball, you have to think about what will happen when you lose it. When you do not have it, you need to know what you will do when you get it back.”

The game only exists, in his mind, as a whole. How his system is applied depends entirely on the interpretation of its messengers. Whether that is the caution of Mourinho or the verve of Villas-Boas or Rodgers, the creator, their mentor, does not mind. He does not want to see his invention restricted to one thing or the other.

It is, it can be, everything.

Source: The NY Times by Rory Smith

 








Tuesday, May 17, 2022

"El drama formativo de los futbolistas".


Solo el 0,2% de los jugadores federados alcanzan la élite, pero para muchos es difícil compaginar los estudios.

Existen centros con ofertas formativas flexibles enfocadas en ellos.

 


El 99,8% de los futbolistas federados (en España en 2020 había 1.074.567) no llegan a profesionales. Andrés Iniesta, Julen Guerrero y Giorgio Chiellini son algunos de los que han conseguido pertenecer a ese 0,2% de privilegiados. También son de los pocos futbolistas de élite que han compaginado su carrera deportiva con una universitaria. INEF, Periodismo y Administración y Dirección de Empresas, respectivamente. El central italiano, además, se ha doctorado con sobresaliente cum laude por su tesis sobre la Juventus.

 

Pero son excepciones. Consciente del bajísimo porcentaje de jóvenes que consiguen hacerse un hueco como estrellas del fútbol, la agencia internacional de representación de futbolistas Promoesport ha dedicado una campaña, protagonizada por el entrenador del Espanyol, Vicente Moreno, centrada en fomentar la educación de los aspirantes a jugadores y la búsqueda de su vocación. El socio-director en Promoesport y embajador de la campaña, Javier Cordón, considera que es un tema de responsabilidad social corporativa. “Si el abandono escolar ya es alto de por sí, entre los futbolistas es todavía más agudo y como, en parte, somos culpables de ello, vamos a intentar hacer ver a las familias y a los jugadores la importancia de los estudios, de tener una alternativa”, comenta.

 

Aun así, Cordón insiste en que fomentar la educación de estas jóvenes promesas parte desde casa. “Aquellos que han estudiado aportan al fútbol otras cualidades que los que no lo han hecho no pueden. Están aterrizados y valoran más lo que tienen. Los que salen de la burbuja del fútbol y tienen otros hábitos como leer, ir a la universidad o estar en la cafetería con gente de su edad, cuando se retiren no van a tener rival”, reconoce.

 

En muchos casos, la dificultad reside en compaginar los estudios con el boom económico y social que viven estos jóvenes. Por eso, algunos centros se dedican a facilitar esa tarea, como la European Sports Business School, un centro enfocado en cubrir las necesidades de la industria del deporte que cuenta con un 12% de alumnos profesionales. “Uno de los retos es la necesidad de generar sistemas educativos flexibles. En España, la educación es aún muy rígida y muy pocos centros se adaptan a las necesidades de un deportista profesional”, advierte el director de la escuela, Jorge Coll.

 

Su programa de referencia es el Máster Internacional en Gestión Deportiva que realizan junto al Valencia CF y Coll destaca también el de Trasformación Digital de Entidades Deportivas, diseñado y realizado junto al Global Sport Innovation Center, el centro de innovación para el deporte desarrollado por Microsoft. “El grupo cuenta con más de 1.000 organizaciones deportivas que buscan profesionales en esta área”, confiesa.

 

LaLiga, por su parte, acaba de crear, dentro de su departamento educativo LaLiga Business School, un programa piloto dirigido exclusivamente a jugadores de sus clubes. El Global Players Program, que ya lleva un mes en marcha con profesionales de primera y segunda división, cuenta con 30 plazas para que durante tres meses los jugadores reciban las herramientas necesarias para desarrollarse profesionalmente, en la industria del fútbol o en otras, tanto durante como al finalizar su carrera deportiva. “Combinamos el formato online con webinars en streaming y tres días de clases presenciales en Madrid”, explica el director de LaLiga Business School, José Moya.

 

La idea es que los jugadores entiendan mejor la industria en la que trabajan para inspirarlos en cuanto a qué pueden aportar cuando cuelguen las botas, según sostiene el asesor externo del centro y director de varios programas, Edouard Legendre. “Durante muchísimo tiempo nos ha preocupado tener los mejores jugadores. Hoy queremos tener los mejores gestores. Es una gran oportunidad a nivel de captación de talento”, añade.

 

Para el gerente de marketing del Johan Cruyff Institute, de hecho, los jugadores parten con la ventaja de conocer el entorno desde dentro. “Cuando se les da información sobre cómo se gestiona el mundo del deporte desde todas sus diferentes áreas son capaces de aplicar esos recursos a muchas situaciones ya vividas, valorar su propia experiencia y aportar soluciones”, insiste. Los programas más demandados en su centro son el de Gestión Deportiva y el de Administración y Dirección del Fútbol, ambos en modalidad online para garantizar una total flexibilidad.

 

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Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/02/22/fortunas/1645548955_128732.html?rel=buscador_noticias

  

Friday, January 21, 2022

Set plays in Football-Soccer.

                                                          Author: Oscar Mendez.