Saturday, March 15, 2014

Algunos ejercicios del entrenador Luis Enrique al frente de la A.C. Roma.

Temporada 2012/2013.

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Parte 1







Parte 2









Parte 3








Parte 4







Parte 5










“El fútbol es más que un juego. Un entrenador debe ser un tipo que sepa mucho más que de fútbol. La Universidad de la Calle, sí, pero un poco de educación académica también”.
Diego Latorre.

Óscar Méndez Albano.













Sunday, March 9, 2014

Pep superó a Guardiola

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Está en camino de ser el gran transformador de la historia del fútbol: su Bayern tiene más variantes que su hermoso Barsa.

La palabra es domesticó. Guardiola lo ha domesticado. De un Bayern Munich violento, que contragolpeaba, ha hecho un equipo pausado, paciente y moderado. Esa es la palabra, sí: domesticó. Lo hizo suyo. Logró desarrollar un Bayern con más variantes que su imposible Barcelona. Un Bayern que ataca con la fuerza y la versatilidad de una plaga. 

Karl-Heinz Rummenigge dijo el último lunes que nunca había visto un técnico como Pep. Debe haber visto algunos técnicos en los casi 40 años que trabajó en el Bayern, Rummenigge. Guardiola se supera porque no se ata jamás a sí mismo. Lo dijo Julio Velasco, el nuevo entrenador de la Selección Argentina de vóley: en cualquier juego no hay que excluir, sino sumar. Y Guardiola hace eso: para él, la táctica es sólo un instrumento para continuar su estilo. Ha jugado con dos extremos, ha jugado con uno, ha jugado con tres volantes, ha jugado con seis, como en el 4-0 al Santos, con el Barcelona, en la final del Mundial de Clubes 2011. Y en este Bayern confluyen el pase y la horizontalidad de Kroos, por ejemplo, con la habilidad y la velocidad de Robben. 
Llegar con pases cortos y ser profundo, sin utilizar la fuerza y la potencia, es lo más complejo del fútbol. En el Barcelona, Pep tenía a Messi: la fuerza, la potencia, el todo. Leo podía agarrar la pelota en cualquier lado y llegar hasta el arco con facilidad. Ahora, sin el 10, su equipo igual despliega un repertorio imposible. El Bayern te gana por demolición. 
En el 2-0 al Arsenal, por la ida de los octavos de la Champions League, Lahm jugó de 4 el primer tiempo y de 5 el segundo. Javi Martínez, que era el 5, pasó al fondo, mientras Rafinha entró de lateral derecho. También entró Pizarro, a quien el prejuicio nos obliga a pensarlo un 9 estático. Pero en el gol de Müller, el 2-0 final, el desmarque fue del peruano. Es imposible, es ridículo. Guardiola es ridículo. Para él, la posición tiene un sentido conceptual. La posición no es -solamente- ocupar un lugar.


Yo nunca había creído en eso: el cambio de posición. Un 8 era 8, y punto. Digo (escribo) era, porque Pep me cambió la cabeza: como ve algunos patrones que son comunes a muchos jugadores (buen control, buen pase, buen giro) los ubica en otro lugar de la cancha. Lahm conduce cuando es 4 y juega a dos toques cuando es 5. En el fútbol argentino, la pregunta futbolística es si un equipo jugará 4-4-2 ó 4-3-3. Con un equipo como los que propone Guardiola, la forma (el dibujo) es lo de menos: lo que importa es el fondo. El molde no es la táctica, sino la forma de jugar. Acá hablamos de la táctica como si eso describiera la forma de jugar.
El Barcelona que él imaginó ha sido el equipo más bello de toda la historia. Ahora, con un equipo ya campeón, un equipo que tenía pocas fisuras y en otro país, Guardiola ha logrado un Bayern más heterodoxo que su Barsa. Lo primero que me asombró de Pep al verlo en el Gran Rex, en mayo del año pasado, fue su seguridad. Sólo con esa seguridad se puede estar en camino de ser el gran transformador de la historia del fútbol.
Autor:  DIEGO LATORRE
Fuente: www.ole.com.ar




Óscar Mëndez Albano.


Saturday, March 8, 2014

La litera que alumbró al mejor Barça


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Roberto Trashorras recuerda los inicios en La Masía junto a su amigo Puyol e Iniesta, la mitad de la columna vertebral de los culés. Los tres compartían habitación en la residencia azulgrana. "Entonces ya era un jefe, un referente", evoca sobre el capitán del Barça, que ha anunciado su marcha




Aquella habitación era oro. De entre todas las que había en La Masía y entre los jóvenes que llegaban cada año, la casualidad quiso que ésta contuviera a dos de las piedras angulares sobre las que se erigiría el mejor Barça de la historia. En la cama de arriba de una litera dormía un tal Andrés y en la de abajo un tal Carlos. En la de al lado se encontraba Roberto Trashorras (Rábade, Lugo, 1981) y "un tal Cortés", como lo describe el ahora capitán del Rayo Vallecano. En aquel habitáculo eran ocho. Y, como a cada uno le tocaba lo que quedaba libre, fue el azar el que juntó en el mismo a ese tal AndrésIniesta y a ese tal Carlos Puyol. Además de Trashorras, el resto eran gente que no llegó a futbolista profesional. "Te podría decir nombres pero no los conocerías", reconoce.
Era 1996 y el gallego, con 15 años, venía de jugar con el Racing Villalvés y la selección de su comunidad. Allí le recibió un Puyol (Pobla de Segur, Lleida, 1978) que solo había arribado una temporada antes a la residencia azulgrana pero que, por su edad, ejercía ya de veterano. "Tenía mucho carisma, era un referente, un jefe. Los que llegábamos le teníamos mucho respeto", recuerda. Puyi, como le llaman sus amigos, se encargaba de hacer más llevadera la melancolía que provocaba el estar tan lejos de los seres queridos. Era el caso de Trashorras. "Era un chaval muy cercano, y ya desde el primer momento te ayudaba mucho. En los momentos en los que estabas más bajo de ánimo se acercaba y hablaba contigo. Con Andrés [Iniesta] también lo hizo", recuerda.

El ilerdense era genio y figura. Muy alegre y risueño, constantemente bromeando y de buen humor. "Siempre lograba sacarte una sonrisa, por muy triste o difícil que fuera el momento por el que estuvieras pasando". Esto llevó a que la convivencia de las decenas que formaban La Masía fuera considerable. Tanto que Roberto llegó a ser uno de los mejores amigos de Puyol allí, uno de los que formaban su círculo más cercano. ¿Y de qué hablaban tantas horas juntos? De fútbol, como no podía ser de otra manera. "Las conversaciones eran bastante monotemáticas. A veces íbamos al cine o hacíamos otras actividades, pero, lógicamente, cuando estás en una residencia de fútbol, de lo que más se habla es de eso", rememora con una sonrisa.
Por entonces, Puyi era alto y tenía un gran físico, muy corpulento. Llega al Barça B como interior derecho, una posición mucho más ofensiva que la que acabó ocupando con el tiempo. "A lo mejorla técnica no era una de sus mayores virtudes, como sí la era en otros, pero él la suplía con esfuerzo, garra y disciplina táctica; era muy inteligente. Pese a que pasaron jugadores que podían tener mejores cualidades técnicas, al final siempre jugaba él". Es en su ascenso al primer equipo, en 1999, cuando se reconvierte definitivamente como lateral derecho. Como ha ocurrido con muchos históricos, la ocasión le llega gracias a una lesión, en este caso de Reiziger. Van Gaal le da la alternativa justo cuando estaba muy cerca de marcharse al Málaga que entonces dirigía Joaquín Peiró. "Después de tantos años, él quería triunfar y, como muchos otros, veía que en el Barça no había futuro. Para él, irse a un equipo de Primera suponía una gran oportunidad", afirma el centrocampista del Rayo. Al controvertido técnico holandés le encantó. Se quedó prendado desde el primer momento de sus cualidades, su coraje, y ya no dejaría el equipo. 
Una temporada después explota definitivamente con su famoso férreo marcaje a Figo en la vuelta del portugués al Camp Nou, después de que hiciera el puente aéreo con destino Madrid el verano anterior. La prensa, los compañeros y el mundo del fútbol le alaba. El de Pobla de Segur se convierte en un fijo, en imagen del barcelonismo, del culé. Hasta hace alguna temporada, pocos imaginaban, probablemente ni siquiera él, que dejaría el club de su vida a los 36 años, cuatro o cinco antes de la edad a la que hubiera querido. Como Maldini, en quién siempre se miró. "He admirado tu manera de vivir el fútbol, intensamente y con una deportividad ejemplar, que yo modestamente he intentado hacer mía en el Barca", le dijo al mito italiano cuando se retiró.

"Se exprimía" 

Puyol no pudo actuar de forma más honesta cuando el martes anunció que dejaba el club tras 15 años al máximo. Sabía que, debido a las lesiones, ya no podía dar el nivel que exigía un club como el Barça y, pese a que tenía todavía un más que suculento contrato por delante, se hizo a un lado. "Se exprimía físicamente tanto en los entrenamientos como en los partidos, y eso le ha acabado pasando factura", afirma Trashorras. El gallego sabía que Puyi estaba obsesionado con las lesiones, sufriendo con sus rodillas, que tantos quebraderos de cabeza le habían dado en los últimos años. Pero no conocía la decisión que su amigo había tomado. Ni siquiera cuando charlaron con motivo de la última visita del Rayo al Camp Nou hace unas semanas. "Era algo que llevaba él por dentro", asume. "Es un futbolista que quería jugar todo y al máximo nivel, y cuando ve que no puede lo deja. Para quitarse el sombrero, significa que quiere mucho al Barça".
¿Qué le aguarda ahora? Sólo él lo sabe. Los rumores apuntan a una liga menor, que exija menos, como la MLS (Major League Soccer) de EEUU. Una posibilidad que también apunta Trashorras. "Eso ya será cosa suya

Autor: EDUARDO ORTEGA


"Mourinho era tan bueno que yo hice con él algo que no hago nunca: Durante algunos partidos lo invité a que tomara decisiones tácticas. Y lo hizo muy bien. Luego decidió seguir conmigo de segundo, pudiéndose marchar a otros clubes. Creo que aprendió algunas cosas de mí, pero nunca imaginé que llegaría a convertirse en el entrenador que es hoy".
Louis Van Gaal.
                                                  Óscar Mëndez Albano.





Tuesday, March 4, 2014

Juanma Lillo, un ejercicio de dispersión consciente.

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Juanma Lillo no es un entrenador al uso. Su personalidad tampoco es convencional. Su oratoria mucho menos. 
Hombre de pensamiento profundo, concreta sus elucubraciones de modo conciso o con una exposición extensa. Lo de menos es la forma, porque fondo hay de sobra. A sus 46 años, el preparador vasco sostiene sobre sus espaldas una amplia carrera en los banquillos. Ha llovido bastante desde sus inicios en el Tolosa (el equipo de su pueblo), el Mirandés y la Cultural Leonesa. Su posterior etapa en el Salamanca incluyó dos ascensos consecutivos.
 Partió de Segunda B y llegó a Primera División como el técnico más joven en debutar en la categoría (29 años).

Esta plusmarca de precocidad no pasó desapercibida. Oviedo, Tenerife y Zaragoza fueron las siguientes estaciones en una ruta que estuvo a punto de llevarle al Camp Nou. La candidatura a la presidencia del FC Barcelona de Luis Bassat, en 2003, incluía a Pep Guardiola en el puesto de director deportivo. El actual míster culé, fiel amigo y admirador de Lillo desde hacía tiempo, propuso su nombre para el banquillo del Barcelona en caso de que el reputado publicista ganase las elecciones. Al final, Laporta fue el vencedor de aquellos comicios y Juanma no pudo dirigir al Barça.
Su tránsito por Ciudad de Murcia y Terrassa, ambos en Segunda División, ejerció como preludio de una de las experiencias que el tolosarra evoca con más cariño: el paso por el Dorados de Sinaloa mexicano. Solo estuvo una temporada (2005-2006), tiempo suficiente para que el fútbol de Dorados impactase a los aficionados del país azteca. La Real Sociedad, el equipo de su corazón, y el Almería han sido los últimos conjuntos a los que ha entrenado. Lleva desde noviembre de 2010 sin pisar un banquillo, pero sus inquietudes intelectuales le alejan del tedio o la monotonía. Mientras tanto, ha calmado su ansiedad futbolística con sus comentarios en Gol Televisión, cadena con la que dejó de colaborar hace unos meses.
Considerado el inventor del 4-2-3-1 y el juego posicional, a Lillo no solo le avalan los sistemas tácticos. Los futbolistas que ha tenido no dudan en alabar su carácter y métodos (Paulo Bento, Oli, Makaay o Xavi Aguado son algunos ejemplos). Incluso ha contado con el apoyo explícito de las plantillas a su cargo en momentos complicados, como las destituciones en Salamanca y Zaragoza. Pero los currículos tienen una importancia relativa. La hoja de servicios se completa conociendo a la persona y su contexto, vocablo muy del gusto de Juanma.
Partió de Segunda B y llegó a Primera División como el técnico más joven en debutar en la categoría (29 años).
Esta plusmarca de precocidad no pasó desapercibida. Oviedo, Tenerife y Zaragoza fueron las siguientes estaciones en una ruta que estuvo a punto de llevarle al Camp Nou. La candidatura a la presidencia del FC Barcelona de Luis Bassat, en 2003, incluía a Pep Guardiola en el puesto de director deportivo. El actual míster culé, fiel amigo y admirador de Lillo desde hacía tiempo, propuso su nombre para el banquillo del Barcelona en caso de que el reputado publicista ganase las elecciones. Al final, Laporta fue el vencedor de aquellos comicios y Juanma no pudo dirigir al Barça.
Su tránsito por Ciudad de Murcia y Terrassa, ambos en Segunda División, ejerció como preludio de una de las experiencias que el tolosarra evoca con más cariño: el paso por el Dorados de Sinaloa mexicano. Solo estuvo una temporada (2005-2006), tiempo suficiente para que el fútbol de Dorados impactase a los aficionados del país azteca. La Real Sociedad, el equipo de su corazón, y el Almería han sido los últimos conjuntos a los que ha entrenado. Lleva desde noviembre de 2010 sin pisar un banquillo, pero sus inquietudes intelectuales le alejan del tedio o la monotonía. Mientras tanto, ha calmado su ansiedad futbolística con sus comentarios en Gol Televisión, cadena con la que dejó de colaborar hace unos meses.
Considerado el inventor del 4-2-3-1 y el juego posicional, a Lillo no solo le avalan los sistemas tácticos. Los futbolistas que ha tenido no dudan en alabar su carácter y métodos (Paulo Bento, Oli, Makaay o Xavi Aguado son algunos ejemplos). Incluso ha contado con el apoyo explícito de las plantillas a su cargo en momentos complicados, como las destituciones en Salamanca y Zaragoza. Pero los currículos tienen una importancia relativa. La hoja de servicios se completa conociendo a la persona y su contexto, vocablo muy del gusto de Juanma.
La primera toma de contacto fue algo fría, pero la confianza que emana de toda conversación cordial derriba barreras, también la suya. Con una comida en el restaurante Sula de por medio, Quality Sport departió durante un par de horas con el técnico de Tolosa, incapaz de dejar indiferente a nadie. Sus recovecos dialécticos le llevan a hablar con el mismo interés de Schopenhauer, Borges o Roberto Baggio. Y de sus queridos Guardiola e Iniesta, claro está. Sus reflexiones parecen dispersas, pero después del caos llega el orden. Para comprobarlo, basta con entrar en el juego, o al menos intentarlo. Sin especular, como le gusta a Juanma.
En los banquillos
Etiqueta: Me han puesto la fama de que he descendido a muchos equipos. Incluso han inventado descensos de clubes a los que ni siquiera he dirigido, en ese afán del ser humano por alimentar sus prejuicios. A veces llegamos hasta ese punto de inventar realidades a nuestra medida. Nunca he bajado con ninguno, aunque es algo que me puede pasar mañana y eso no me convertirá ni en mejor ni en peor entrenador. Igual que tampoco he subido ‘a’ nadie, sino ‘con’ alguien. Curiosamente, siempre que me han cesado los números de esos equipos han empeorado, aunque tampoco uso este dato para vanagloriarme.
Entrenador precoz: Me planteé ser entrenador cuando me dijeron que no podía ser jugador porque me faltaban condiciones. La misma persona que me dijo eso, Demetrio Terradillos, me comentó que me veía como entrenador. Fui técnico con 16 años y tenía que estar pendiente de que fueran bien sentados en el tren chavales mayores que yo. No sé si me dio vértigo ser entrenador en Primera con 29 años. Esas cosas no te las planteas cuando estás en el ajo. Cuando las miras con visión retrospectiva, puede.
Víctima de la violencia en el fútbol: Una vez recibí un botellazo que iba para el árbitro. También me tiraron un hielo con una piedra dentro.
 Nunca esperas que te vayan a pasar esas cosas. De todas formas, el padre del chico que me golpeó ahora es buen amigo mío y hablamos de continuo. A las ocho de la mañana del día siguiente estaba en el campo de entrenamiento y desde entonces mantenemos una relación muy agradable.

Experiencia mexicana: En América me tienen cariño porque Dorados de Sinaloa jugó muy bien conmigo. Le ganamos al América 2-0 y perdimos tres partidos en todo el torneo. Al llegar a México, cuando me preguntaron que por qué había ido a entrenar allí, les dije que veía fútbol mexicano a las 2, a las 4 y a las 6 de la mañana, porque me encantaba. Cuando llegué había visto a nuestro primer rival. Se pensaban que les estaba tomando el pelo. Es verdad que en México hay muchos problemas de inseguridad. Sinaloa es uno de los centros mundiales del narcotráfico, pero también es verdad que en la sociedad occidental actual hemos construido otro tipo de violencias, menos visibles pero igual de dañinas. Hubiese continuado en México. De hecho, estuve a punto de ir a otro gran equipo de allí. Para mí sería muy grato regresar.
Repaso a la actualidad
Fijación por Chigrinski: En el momento que fichó por el Barça era uno de los mejores centrales de Europa. Le venía muy bien al equipo porque ya traía el juego de posición aprendido. El contexto no fue amable con él, pero quizá ahora, más maduro, le hubiese ido fenomenal.
¿España campeona de la Eurocopa?: Está claro que ningún equipo va a estar a la altura de España. Le pasa como al Barça. Puede perder contra cualquiera, porque este es un juego de azar, pero no le puede ganar nadie. Solo hay un balón, pero si hubiese otro en el campo igual también se quedaban con él.
Jugadores predilectos: España tiene a casi todos. Es interesante que hayan coincidido temporalmente en la zona del campo donde más se juega. Allí donde más se invierte en el juego y donde más cuesta convertir los estilos del equipo. Los mejores centrocampistas del mundo son españoles. Emociona ver las interacciones que tienen entre ellos y las sinergias que van desarrollando. Hay tanto nivel que futbolistas como Borja Valero, Isco o Arteta (pieza clave en el Arsenal de Wenger) no tienen cabida. En otros países muy pocos jugadores tienen estas características. Xavi, Cesc, Silva o Xabi Alonso son maravillosos, aunque el que más me emociona es Iniesta, por su capacidad de mejorar los contextos y cualidades de los demás. Sin duda, Messi es el más eléctrico. Casi todos los balones que coge suelen acabar en la red. Por el contrario, no me gustan los jugadores en los que la pelota muere. Creo que en el fútbol, como en el pádel, un deporte que practico ahora, hay que ser pudoroso y jugar de manera que el tanto no acabe en mi raqueta. En la Selección da mucho pudor que la pelota muera en tus pies a no ser que estés rematando.
¿Madrid o Barça?: A mí me gusta, como a todo el mundo, ver jugar al que hace todo lo posible para que los partidos vayan al lugar que quiere. Eso solo se puede conseguir a través del balón, porque pelota solo hay una. Eso lo hace el Barça. Si lo hiciera el Madrid me encantaría el Madrid. Los movimientos que no intervienen en el juego también tienen un sentido: facilitar la situación de juego al que tiene el balón. Es un estilo que lleva bastante tiempo instalado en Barcelona. Además de Guardiola, también Laureano Ruiz hizo varias cosas en su día, y Van Gaal aportó mucho método.
Su querida Real: No sé si la Real Sociedad puede vivir de la cantera, porque está en el grupo de equipos que si tienen un mal año se van para abajo. Ahora tiene una gran generación con Iñigo Martínez, Rubén Pardo, Asier Illarramendi… Eso por decirte chavales. Como siempre, hay una generación intermedia (Agirretxe, Xabi Prieto, Mikel González, Griezmann…) que tiene buen nivel y los más mayores (Aranburu) rinden bien mientras generan un ejemplo de conducta y comportamiento en un colectivo. Eso es un valor en sí mismo.
Mourinho: No le conozco. Me acuerdo de haberle saludado cuando era entrenador asistente en el Barça, y desde entonces no le he visto más. No puedo hablar de él porque no le conozco, pero tiene un punto de partida metodológico que comparto mucho. Vítor Frade también aportó al estilo.
Del Bosque: Es un genio y una persona muy sensata. En Salamanca le quieren mucho. Hace años no podía esperar todo lo que ha venido después. Él estaba en la cantera del Madrid y le llamaron para el primer equipo. Ahí empezó todo.

 Guardiola: Después de un Oviedo-Barça, en el que perdimos 2-4, vino al vestuario porque quería hablar conmigo. Me dijo que se notaba que había mucho trabajo detrás de mi equipo y me preguntó si podíamos mantener el contacto. Lo que empezó como una relación profesional ha terminado en gran amistad. A Pep ahora todo el mundo le quiere porque gana, pero también demostró en el pasado su validez cuando le tocó
 atravesar momentos duros, como su salida del Barça, la llegada al Calcio o cuando le acusaron de mala manera con el doping. Esos momentos los viví personalmente.
Estilo y vida profesional
Pasión por los libros: Compro libros compulsivamente. Soy de los que van a la tienda a elegirlos, nada de comprarlos por Internet. Tengo más de 7.000 libros no deportivos y casi 2.000 deportivos. El problema es que no me da tiempo a leerlos. Al final, más que disfrutar me agobio. ¿Mis libros favoritos? Depende del momento, edad, situación… No paso mucho tiempo delante de las máquinas. Hay tantos buenos libros o películas por ver… Me cuentan que hay gente que lee a través de una pantalla. ¿Cómo lo hacen? ¡Si se pierde toda la esencia! Me gusta mucho el olor y el tacto que poseen los libros.
Trato con la prensa: Me parece que el periodismo ha engullido al periodista. El mecanismo es tan grande que está absorbiendo al individuo, como pasa en el fútbol. Con el periodista en sí tengo buena relación, pero cada vez me cuesta más ponerme ante un periódico. Uno ya conoce los intereses que subyacen. El libro ‘Mentiras: Viaje de un periodista a la desinformación’, de Xavier Mas de Xaxàs, me ayudó mucho a entender este mundo.
Culto a las apariencias: Uno alucina cuando va al colegio a dejar a su hijo y ve a mujeres emperifolladas para 30 segundos que van a estar ahí. Piensas que se han levantado a las seis de la mañana para arreglarse y que el desayuno se lo habrá tenido que poner el niño. Como dice Dante Panzeri en su libro ‘Fútbol, dinámica de lo impensado’: “En la lucha por parecer se nos ha olvidado ser”.
Elogio de la duda: Una vez escuché a Charo López, una mente superlativa, hablar con Jesús Quintero, un fabuloso periodista que es capaz de hacer pasar por inteligentes a personas que no lo son. Charo respondió varias veces “no sé”. Es una maravilla que alguien conteste “no sé” sin que le dé miedo aparentar que no sabe. La gente te hace una pregunta para que respondas algo determinado, lo que quieren ellos. Decir “no sé” me parece la mayor manifestación de inteligencia. Sin embargo quedas como tonto si respondes así. Me asusta ver a la gente contestar con tanta seguridad.
Apoyo de los seres queridos: La familia nunca ha sido un impedimento en mi carrera. Mi mujer, Cristina, es increíble. Todavía sigue conmigo después de 30 años, así que fíjate si tiene mérito. Ella es la que se merece ser entrevistada. En casa no hablamos de fútbol. Hablas de lo que te pasa durante el día, que muchas veces tiene que ver con el fútbol, pero no del juego en sí. Yo no inicio conversaciones de fútbol en casa, pero si me pregunta mi crío por algo, cómo no le voy a contestar.
Relación con sus jugadores: Tengo buena relación con varios futbolistas. El valor de un entrenador se basa en lo que dicen sus jugadores de él.
Culto al pasado
Nostalgia: El fútbol para mí tiene un punto de bifurcación en los años 90. ¿Alguien recuerda el Mundial de Italia? ¿Y el de EEUU? En los años 50 y 60 era una maravilla ver a Hungría. También debió existir una Austria impresionante. La Bulgaria del 66 me entusiasmó. En el Mundial del 70, además de Brasil, me impactó Rumanía, aunque nadie hable de ellos. Selecciones como Checoslovaquia o Hungría jugaban muy bien al fútbol, de una manera asociada. Ahora ves el fútbol de hace 50 años, que es pasado, y sin embargo no sabes lo que va a pasar. En cambio, ves los partidos de ahora, que todavía no han sido, y ya sabes lo que va a ocurrir. Ahora estoy viendo el Mundial de 1970 entero. Es una pasada.
Históricos predilectos: Al mejor de todos los tiempos, que es Maradona, me hubiese encantado verle sin que él hiciese todo lo posible por no ser el mejor. Diego conspiró contra sí mismo. Potencialmente no sé adónde podría haber llegado. Beckenbauer me parece que está también entre los más grandes. Disfruté más con él en el Mundial de Inglaterra que en el de México. Luego, en Alemania’74, gana el Mundial como líbero. Ahí es cuando peor se encontraba.
Reflexiones sobre el juego
Pionero táctico (4-2-3-1): Ahora me estoy preocupando mucho de hacer una interpretación del juego de los años 30 para adelante. Quiero que cuando hable de Pelé, Vavá o Didí lo haga con propiedad, y no bajo la dictadura del tiempo que estamos viviendo. No pretendo caer en eso. La Hungría de los años 50 y 60 me está gustando mucho, aunque no fue su influencia lo que me llevó a desarrollar el 4-2-3-1 en la Cultural Leonesa, sino otro tipo de cosas. Me movía el afán por no jugar con mucha gente cerca del área, sino con gente que apareciera desde atrás. Entonces la regla del fuera de juego favorecía, no como ahora. Quería alinear a cuatro delanteros que se moviesen cerca sin llegar a estar juntos. Esas fueron las inquietudes que me llevaron a desarrollar el 4-2-3-1 y el juego posicional. No evalúo el juego desde los sistemas, porque los sistemas no existen. Solo son una ocupación espacial de inicio y casi ni eso. Para mí, defensa y ataque como tales no existen. Existe el juego como una unidad funcional y global, donde la diferenciación semántica se divorcia de la mejora de interpretación del juego del futbolista.
Ahora los niños no juegan a fútbol, sino que juegan por puestos. “Soy mediapunta”, dicen. Luego nos quejamos de que los jugadores no saben leer el juego. El juego se puede interpretar, no leer. Por eso Iniesta es el mejor jugador del mundo, porque va muy unido al juego. Nunca he visto a un equipo que esté bien colocado con balón y mal sin él. Este es un matiz para demostrar que la defensa y el ataque en sí no existen. La percepción errónea de su existencia procede de las teorías de deportes colectivos como el baloncesto o el balonmano, donde hay un tiempo determinado para tirar o hacer los cambios para atacar o defender. El fútbol es una actitud, una unidad funcional dentro de la cual hay que tener la pelota para que no te hagan daño.

Contra los automatismos: Un ser vivo no puede ser automático, como si fuera una máquina. Puede haber una serie de regularidades en su comportamiento, pero no automatismos. Mucho menos en un juego en el que interactúan 22 personas. Nunca puedes pensar la misma cosa con el mismo cerebro.
Esencia del fútbol: En el fútbol actual la guarnición se ha comido al solomillo. Los 90 minutos ya no importan tanto. Para la gente, los partidos se juegan más durante la semana, en los medios de comunicación, que el sábado o el domingo. Si hay algo alejado de su esencia es el fútbol, aunque no menos que la sociedad. Saramago decía que si hay optimistas es porque les va bien o no se enteran de nada. Yo amo tanto al fútbol que cada día me resulta más difícil la convivencia con el mundo del fútbol. Todo lo periférico se ha convertido en el núcleo. Al entorno del fútbol cada vez le interesa menos el juego.
Resultados no son valor absoluto: Ningún entrenador puede asegurar resultados a nadie. Es lo que tiene el fútbol. Puedes hacer las cosas bien y tener malos resultados o viceversa.

Autores: Nacho Labarga/Javier Brizuela
Fotografías: Juan Flor


"El entrenador debe saber tratar al grupo como personas de lunes a sábado y el domingo hacerlo como jugadores"   Juanma Lillo.


                                                             Óscar Méndez Albano.

Thursday, February 27, 2014

¿Más es mejor?

En principio ese enfoque, simplista, reduccionista, lineal, de pensar que si mis jugadores  corren una distancia lo más rápido posible no importando si es sin o con balón, si son los sistemas energéticos y capacidades condicionales empleadas las adecuadas,  ni el ritmo de velocidad (diferentes velocidades), ni la distancia de los esprints, ni el tipo de esprints que haga (si es curvilíneo o recto), si se acompaña de acciones de frenada y arrancada, de saltos, de cambios de dirección y principalmente de tomas de decisión donde el jugador tiene que aplicar una fuerza explosiva en milésimas de segundos siempre tomando en cuenta el espacio, el tiempo y la acción táctica a aplicar en ese preciso segundo. Posicionarse adecuadamente de acuerdo a una táctica o estrategia colectiva para poder desempeñarse correctamente.
Entrenar de forma específica, de modo de entrenar su toma de decisión y la inteligencia táctica / colectiva del deportista.

Como se ve, el fútbol es un deporte complejo….por más que haya mucha gente que diga y quiera demostrar lo contrario…que es algo simple.
Mirar un encuentro de fútbol lo puede hacer cualquiera.
Comprender la mayoría de aspectos que se manejan en el mismo y en los procesos de entrenamiento….no.
Siempre se nos enseñó tanto como jugadores y luego como preparadores o entrenadores, que el equipo que corre más es el que gana, será el que prevalece pero siempre en la retina del ojo te quedaba algo….que te llevaba  a pensar que esto no era siempre cierto…que tenía aspectos que fácilmente eran obviados y que requerían de una mayor complejidad para comprenderlos.
Con el cambio de paradigmas y de pensamiento científico, que está ocurriendo en todas las ciencias (aunque muchos todavía no se han enterado pero algún día  lo harán) han surgido una cantidad de enfoques sistémicos, globales donde se observa al deportista (en este caso) interactuando con una cantidad de variables, de factores, que  interactúan entre sí, sean sus compañeros, rivales, condiciones climáticas, condiciones del terreno de juego, aspectos físicos, aspectos tácticos, aspectos técnicos, psicológicos que pueden cualquiera de estos factores fácilmente influir el desarrollo de todo el panorama.
Seguimos trabajando bajo el lema,  a pesar de todo esto,  reduccionista….. de que más es mejor. De que si corro más, ganaré. De que si salto más, llegaré a ese balón antes que el rival. Del que si tengo mayor resistencia, le ganaré una disputa al balón a otro jugador que no tenga el mismo nivel aeróbico que tenga yo. O ese era el mensaje que me vendieron a mi en el pasado cuando jugaba..y luego yo hice lo mismo con mis jugadores.
Ahora, ¿realmente es así?
Si yo salto más alto que mi rival, pero estoy dos metros más lejos del balón que el….ante una disputa, ganaré ese balón dividido?
Si yo recorro más distancia que mi rival pero siempre estoy mal posicionado y pierdo el balón constantemente…importa si corro más?
Importa si llego muy rápido a una posición dentro del área pero cada vez que voy a finalizar, le pego a las tribunas o hago un control y el balón se me va 5 metros o por debajo del pie?
Recientemente, observamos como en un estudio  Británico se  “supuestamente comprobó” que el hecho que se dice últimamente, de que los equipos que manejan mejor el balón corren menos es una falacia o mentira y que esto no es así.


Schalke 04  1-  Real Madrid C.F. 6



El estudio fue hecho en la Premier Inglesa, y supuestamente afirma que esto no es así porque los equipos que tenían mayor posesión, corrían lo mismo o más….o a intensidades más altas.

Ahora, muchas veces a la hora de hacer análisis, hay ciertos aspectos cualitativos que deben tomarse en cuenta.
1-      ¿Cuantos equipos en la Premier tienen modelos de juego basados en el juego posicional y de posesión? Muy pocos. La mayoría hacen juego o ataque directo, basado en ataques rápidos y transiciones ofensivas, de aquí que mucha gente la considere la liga más atractiva para los aficionados aunque tácticamente sea un quebradero de cabeza para la mayoría de entrenadores por los fallos constantes a nivel técnico/ táctico que ocurren. Que yo sepa, el único equipo que tiene un Modelo de Juego basado en el juego posicional es el Arsenal de Wenger y quizás ahora el Liverpool de Rodgers..se puede sumar un poco más también ahora el Manchester City de Pellegrini.

2-      La distancia recorrida de los equipos no tiene que ver con componentes físicos de sus jugadores, sino del tipo de juego o el Modelo de Juego que los mismos empleen. Toma principal importancia, el tipo de juego que ese equipo haga, para comprender qué tipo de desplazamientos tienen que hacer sus jugadores. Si demora mucho en recuperar el balón, como se encuentra cuando lo hace, su comportamiento luego de hacerlo…etc.

3-      Es imperioso comprender que para entender la distancia y los tipos de desplazamientos, que son de suma complejidad, tienen que ver principalmente con la forma de organizarse tanto ofensivamente como defensivamente los equipos. Si se organizan rápidamente, si demoran, si lo hacen lentamente o si no lo hacen para nada (o eso parece). Si se organizan cerca del área rival, o más retrazados. Si replegan ante pérdida y no presionan o al revés. Es necesario un enfoque sistémico para comprender la complejidad de como interactúa un equipo y su comportamiento a la hora de organizarse/desorganizarse.

4-      Los estudios cuando se ejecutan, no deben tener simplemente aspectos cuantitativos, reduccionistas, reduciendo todo a una variable de distancia de recorrido sino a  amplios factores, tomando en cuenta la complejidad y aspectos cualitativos también.  No es lo mismo correr por ejemplo en el minuto 5´ que en el 90´con un encuentro empatado en una final o semi final. No es lo mismo correr con tu equipo en igualdad numérica que en inferioridad o superioridad. A la hora del análisis frio, pueden ser lo mismo, a la hora de analizarlo de forma más compleja…no.
  



 Distancia recorrida en diversos partidos de Copa de Campeones.

Fuente:     Uefa.com

                              DISTANCIA RECORRIDA (en Mts).


Manchester City 0                                                           F.C. Barcelona 2
 108248                                                                              103869

Arsenal F.C   0                                                              F.C. Bayern Munchen 2
 117330                                                                               111193

Paris St.Germain  3                                                             Benfica  0
106859                                                                                117656


Bayern Leverkusen 0                                                     Paris St. Germain 4
112333                                                                                  107651

Atletico de Madrid 1                                                       A.C. Milan  0
102074                                                                              104304

Olimpiacos  2                                                                   Manchester United 0
115590                                                                               111130

Galatasaray  1                                                                   Chelsea F.C. 1
111864                                                                           110919

Zenit 2                                                                             Borussia Dortmund 4
114386                                                                               121888

Schalke 04     1                                                                Real Madrid C.F.    6
118595                                                                               112890
                                                   

Como se observa en estos encuentros de Copa de Campeones, en la mayoría de los casos los equipos que corrieron menos, fueron los que ganaron (7 de los 9  que disputaron y de los 2 que ganaron corriendo más, 1 de ellos lo hizo de local). Esto demuestra que no el que corre más ni menos ganará, sino casi siempre el que se organice más adecuadamente para sus intereses lo hará.
De estos 9 encuentros de la Copa de Campeones, solo el Olimpiacos y el Dortmund ganaron sus encuentros corriendo más.
Los otros 7 encuentros fueron ganados por equipos que corrieron menos.
Esto en mi opinión tiene que ver más con el modelo de juego de esos equipos que con aspectos físicos. Más que ver con aspectos tácticos que con aspectos físicos. Más que ver, con si el Modelo de juego de esos equipos es uno de control y propuesta, si es uno alternativo o si es uno de Respuesta donde se siente más cómodo defendiendo y rápidamente saliendo en transiciones ofensivas o ataques rápidos.

  
El fútbol es un deporte colectivo complejo. De una gran complejidad, no es un deporte de tiempo y marca donde un deportista compite contra el factor tiempo por ejemplo…de forma lineal…simple.
El hecho de enfocarlo mediante estos enfoques simplistas, reduccionistas solo empobrece y reduce la enorme cantidad de aspectos cuantitativos y cualitativos que posee y empobrece el trabajo de mucha gente que se apoya sobre estos estudios y los  mencionan como verdades acabadas aunque disten  mucho de tener un verdadero sustento científico.



"Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él".
John Fitzgerald Kennedy
Político estadounidense.


Bibliografía: 
"The effect of high and low percentage ball possession on physical and technical profiles in English FA Premier League soccer matches". Journal Of Sports Sciences, 31(12), 1261-1270.Bradley, P. S., Lago-Peñas, C., Rey, E., & Gomez Diaz, A. (2013). 

"A Pioneer of General Systems  Theory. Ludwig von Bertalanffy" 
 Thaddus E. Weckowicz. 1989.

Autor: Óscar Méndez Albano.


Sunday, February 16, 2014

Guardiola: Charla Técnica.Charla  del Entrenador Catalán en su visita a Buenos Aires.

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Guardiola en Buenos Aires. Como hace 7 años, cuando vino en carácter de aprendiz para ametrallar a preguntas al Flaco Menotti y al Loco Bielsa. Ahora sólo estuvo un día, el 2 de mayo, y lo hizo de goma: arrancó a la mañana respondiendo las inquietudes de chicos de escuelas públicas, luego compartió un almuerzo con 150 personalidades del deporte, desde los técnicos de las selecciones argentinas de fútbol y básquet hasta futbolistas como David Trezeguet, más tarde habló ante un Gran Rex colmado por 3500 personas y finalmente cenó con el Flaco Menotti. Aquí, la transcripción casi completa de sus definiciones, vivencias y conceptos y algunas breves interpretaciones que nos permitimos hacer a modo de observación.


"Es un honor para mí estar en Argentina por segunda vez. Cuando vine hace 7 años jamás me hubiera imaginado hablar ante este maravilloso teatro. Quiero dar las gracias a la gente que lo ha posibilitado: César Luis Menotti y Marcelo Bielsa. Cuando ya había acabado mi carrera de futbolista y tenía deseos de entrenar, me trataron como un hijo, fueron generosos hasta decir basta”.
(A Bielsa, sobre todo, Pep le tuvo que decir basta, porque si no las 11 horas que llevaban de reunión en el campo de Máximo Paz, Rosario, amenazaban con prolongarse hasta el alba). 

"En Qatar y en Roma compartí equipo con Gabriel Batistuta, y fue Bati el que me habló de las excelencias tan grandes como entrenador y como persona de Marcelo. Me recibió en Rosario muchísimas horas, me dio todo, creo que tenéis el deber, como pueblo contemporáneo, de reconocerles a Marcelo y César lo que han hecho no sólo por el fútbol argentino, sino por el fútbol mundial. Créanme que esta charla va para ellos. Ahhhhhh, y es la mía introducción. Ahora empiezo”.
(En sus primeros minutos de alocución nombró dos veces a Menotti y a Bielsa, que no por casualidad son la síntesis perfecta de su pensamiento futbolero: control de pelota, pase corto, triangulación, ataque sostenido, presión alta y achique hacia adelante por un lado; obsesión por el detalle, análisis exhaustivo del rival e intención por minimizar el azar a través del ensayo repetido de situaciones, por el otro. Luego volvería a nombrarlos varias veces más, ante la atenta mirada de Carlos Bilardo, que pagó su entrada de 1.200 pesos para ubicarse en las primeras filas. Bien por el Narigón, que fue a aprender y se la bancó como un duque).



"¿Por qué nos hicimos futbolistas? Pues para pegar una patada al balón (hace el movimiento con la pierna). Luego, viene todo lo demás. Para ser entrenador, las cosas que me motivaron y siguen siendo el motor de este oficio fantástico, maravilloso, son: la táctica y el tratar de convencer a los jugadores. No sabéis la fascinación que es intentar transmitir eso que tenéis en tu cabeza, teléfono por ahí (ante un ring no domesticado), para intentar convencerles”.
(El tic del chiste de entrecasa lo repitió con frecuencia, poniéndose a la altura del público, como si fuera uno más).

"Siempre he pensado que todos los chicos se hicieron futbolistas por el contacto con el balón. Tenemos el deber de nunca olvidar esto. Cuando jugaba en el barrio, yo quería el balón y luego atacar, y cuando me lo robaban, me molestaba. En esto sí soy muy egoísta, el balón lo quiero para mí, y si el contrario lo tiene, no le espero, se lo voy a quitar, que sepa que se lo voy a quitar, que voy a por él. Mis equipos son un reflejo. El balón lo quiero para mí, no espero que me lo entreguen, no espero el error, quiero provocar el error e ir a buscarles. Como entrenador, yo vivo más tranquilo cuando juego en el campo contrario que cuando lo hago en mi campo. Cuando estoy más cerca de mi portería tengo más miedo que cuando me acerco a la contraria”.

"Al final de mi carrera, estaba un día en casa, en Roma, viendo la televisión, con el mando a distancia en una mano y con la otra mejor no os lo digo, viendo y cambiando los canales de televisión sin ninguna intención más que pasar el tiempo, esas cosas que todos los intelectuales hacemos, y de repente me quedé con una entrevista. Era un señor que hablaba en italiano, pero no como un italiano (imita como hablaba). Ahí me dije: ‘Este no es italiano’, y como vosotros estáis en todos lados, evidentemente era argentino (risas). Era Julio Velasco, el entrenador del mítico equipo de la selección italiana de vóley, con la que ganó todo. Me quedé fascinado con las cosas que dijo y por cómo lo dijo. Y pensé: ‘A este tío lo tengo que ver’. Tenía tiempo, porque yo no jugaba nunca en Roma, y empecé a mover mis hilos para conseguir el teléfono, pero una vez que lo tuve en mis manos, me decía: ¿lo llamo o no lo llamo? Al final me decidí. ‘Señor Velasco, soy Pep Guardiola, me encantaría juntarme con usted a comer’. Y nos juntamos, del mismo modo que luego lo hice con Marcelo y con César. La gente del deporte tiene esas virtudes, que transmiten, que te regalan. Cuando entrenaba al Barcelona venían muchos a verme, y gente cercana me preguntaba ‘¿Por qué los recibes?’. Y les contestaba: ‘Hay que recibirles, a mí me han dado cosas, las ideas son de todo el mundo, joder’. Yo he robado lo máximo posible (risas)”.
(Al final, este Pep es como cualquier hijo de vecino: hace zapping por deporte, se rasca y se pone nervioso si debe llamar a un famoso).

"De todas las cosas que Velasco me dijo, hubo una que me quedó grabada: ‘La clave de todo es saber tocar la tecla’. Y me explicó: ‘Yo tengo jugadores a los que les encantan que les hable de táctica, 4 o 5 horas del bloqueo y tal y tal; pero hay otro al que después del minuto no le hables más porque no le interesa. A unos les encanta que les hables delante del grupo y hay otros a los que mejor llévatelos a tu despacho y diles lo que le tengas que decir’. Esa es la clave de todo y hay que encontrarla, porque no está en ningún libro. Es que es intransferible, por eso es tan hermoso nuestro oficio”.

"Cuando estaba en Barcelona y aún no había subido al primer equipo, Johan Cruyff entrenaba a Txiki Begiristain, que posteriormente fue la persona que me dio la oportunidad de dirigir al segundo equipo de Barcelona. Un domingo, después de un partido, Cruyff le dijo a Txiki: ‘Hasta el jueves no vuelvas’. Txiki le contestó que al día siguiente había entreno. ‘¡Hasta el jueves no vuelvas!’, le repitió. Txiki le obedeció y volvió el jueves, jugó el domingo y metió tres goles. No es que Cruyff le iba a decir lo mismo a otro y el domingo metía tres goles, porque estas cosas son íntimas. Aprovecho este ejemplo para ilustrar un poco el concepto de la tecla de Julio Velasco”.
"En mi primer año como entrenador, tenía un jugador al que necesitaba mucho, un jugador de nivel top, que no estaba jugando mal pero tampoco lo hacía bien. Me acordé de Velasco y acabado el entreno le dije: ‘Cuando termines de ducharte, sube a mi despacho’. Subió y le dije: ‘A las 7 te espero en el bar del hotel no sé cuánto’. Tomamos algo y hablamos. Sin nada preparado, conversamos de su familia y de la mía, nada de táctica, después pagué como buen señor que soy, y nos fuimos pa’ casa. Al día siguiente, ganamos 4-0 y metió tres goles. Vino después al despacho y me dijo: ‘Gracias, Míster’. Le contesté: ‘No, los goles los ha metido tú’. Es la tecla. Yo sabía que después de la charla haría un buen partido, lo sabía”.
(Primero: Pep tiene su despacho, como cualquier gerente. En la Argentina se usa poco. Segundo: su equipo no concentra, el día anterior cada uno se va a su casa).



"Ahora, ustedes dirán: ‘Este tío es un fenómeno, todas las teclas que toca, las clava’. Pero no. Recuerdo también una semifinal de Champions que habíamos perdido en la ida. La prensa especulaba con quiénes serían los centrales, aunque yo tenía clarísimo quién iba a jugar. Después de un entreno me acerqué a uno de los centrales en persona, uno de esos valientes que van al frente, y le dije: ‘Estoy dudando mucho quién va a jugar mañana’. Luego lo puse. Nos eliminaron y al cabo de un mes, este defensor me dijo: ‘Aquella vez me hundiste (risas). Yo me comía el mundo pero vienes y me dices eso, me hundiste’. La cagué. Así es la tecla: un tío metió tres goles y al otro lo hundí (aplausos y risas)”.
(Le gusta mostrarse un poquito como perdedor, modestia aparte).

"La tarea más difícil de un técnico, sea de fútbol o hockey, es que tratas con personas. Y todas estas personas quieren una sola cosa: jugar. Me lo enseñó Paco Seirulo, que es un sabio, una persona que he conocido a mis 15 años, cuando yo tenía un cuerpo más pequeño que hoy y empezaba a ir al gimnasio a ver si cogía un poco de kilos. Lo conozco de una vida, he trabajado con él en el juvenil del Barcelona. Y tiene una gran virtud: dice que la preparación física no sirve para nada. ¡Y es preparador físico! (risas). El me hizo ver que una de las grandes virtudes de los jugadores es que cuando están jodidos te lo hacen notar, es decir: están enfadados para que sepas que están enfadados, no por otra cosa. ‘Ahora le voy a enseñar al Míster que estoy enfadado’. Esto pasa muy a menudo con los que no juegan. Pues una vez un chico estaba entrenando mal, y nos pusimos a discutir, que no podía entrenar así. Y Paco me dijo: ‘No es que este chico está molesto contigo porque mañana los periodistas no le entrevistarán, es simple, está molesto porque no le quieres, está molesto porque ayer querías más al otro que a él’. Y tratar eso es la cosa más difícil de ser entrenador. Hay otra manera: no implicarse emocionalmente. Hacer el entreno, dar la formación y de ahí irte a tu casa, pero yo siento que los seres humanos, como todos los animales, necesitamos de acercamientos, de tocarnos, en buenos y malos momentos. Yo necesito la piel, necesito abrazarles y explicarles, necesito convencerles, no hay cosa más maravillosa que intentar meterles tus ideas en las cabezas a tus jugadores”.
(Un hombre sensible, lo definiría Alejandro Dolina. Del final de este párrafo se desprende la comunión entre Guardiola y sus dirigidos). 

"Los jugadores que no juegan quieren que pierdas. Es así. ¿Arriba me oís? ¿No? Bueno, empiezo otra vez… (risas). Esas frases que dicen ‘vamos todos juntos a luchar, venga’ está muy bien para la foto, pero no hay nada. Yo he intentado que la idea les una”.
(Tremenda sentencia que derriba el lugar común de “todos tiramos para el mismo lado”).

"La línea de banda es el mejor defensor”.
(El delantero apretado contra la raya, tiene pocas chances de salir).

"Al área contraria se llega y no se está; y en tu área defensiva hay que estar y no llegar”.
(El Barcelona toquetea en tres cuartos, afuera del área, y de golpe se da la combinación por el medio, entran y definen. O sea: llegan).

"Yo no soy mejor entrenador que cualquiera de los que hay en este país, créanme, no lo digo por falsa modestia, lo siento así. Todo lo que sé, lo he aprendido, me lo han enseñado, lo he observado, lo he sentido y eso es lo que he intentado meterles en la cabeza a esta gente hasta que las sientan suyas. No es ‘chicos, hay que hacer esto’. No. Hay que hacer esto y argumentarles por qué lo hacemos para que lo sientan propio. Como jugador, lo que me daba más pánico era ir a jugar un partido sin saber qué iba a pasar, qué me iba a hacer el contrario. He intentado, desde el primer día que me metí en el filial del Barcelona, ¡donde estaba a-co-jonado! decirles siempre frente a un partido: ‘Señores, hoy va a pasar esto; y si hacemos esto, vamos a ganar el partido’. Evidentemente hemos ganado y hemos perdido, como todo el mundo, no soy en esto diferente a nadie”.
(Vamos Pep, que perdiste muy poco: 5 torneos de 20, contando el de Tercera División. Pese a ser una institución en el club por su carrera como futbolista, el día que arrancó como entrenador en la filial, le temblaron las patas. Y aquí se muestra más bielsista que nunca: saber todo del rival para minimizar el azar, nada de 'vamos a jugar como salga y no me importa lo que haga el otro').

"En Barcelona había un personaje llamado Charles Rexach, que ha sido segundo de Cruyff, una persona muy influyente en mi idea de ver el fútbol. No digo que esta es la buena, eso sí, ¡agárrenlo por favor! Eso sí que no lo soportaría: todo vale en el fútbol, todo, se gana de mil maneras, se puede convencer de mil maneras y todas son cojonudas. Lo único, que cada uno haga la suya. No puedes hacer ‘copiar y pegar’. En cualquier cosa de la vida. No es ‘voy a jugar porque Pep tal y tal’. No. Si no la sentís, pues la meteréis, la meteréis (la pata). Ahora, si la sentís como propia, hacedlo. Ser auténticos, esa es la que vale”.
(Mensaje urgente a la generación “copy-paste”).

"Rexach me contó que siendo jugador tenía un entrenador que le decía una cosa y que al año siguiente venía otro que le decía todo lo contrario. Se volvió loco. Esto pasó en el Barcelona durante muchos años. Vino Udo Lattek, un alemán, y se jugaba de tal manera, luego llegó Menotti y cambió todo, enseguida Terry Venables, un inglés que era el día y la noche con Menotti y luego vino la persona que entiendo es la más influyente de los últimos 25 años del Fútbol Club Barcelona, la persona que sin él esto tan impresionante no se hubiera dado y yo no estaría hoy aquí. La más influyente porque no visualizo a este Barcelona sin su llegada”.
(No lo nombra, porque le resulta obvio, y entiende que a la audiencia también le resulte obvio; se refiere a Johan Cruyff).

"Cruyff tuvo el coraje de decir ‘Vamos a hacerlo de esta manera’. Los que piensan que esto salía así nomás, no, no, no; esto es fatiga y trabajo, horas y horas y horas. Y campeonatos perdidos. Y él: ‘¡No, se va a hacer así!’. Y campeonatos perdidos: ‘¡No, se va a hacer así!’. Y de repente, los que estábamos ahí de pequeños, empezamos a escuchar cosas que entran por aquí (se toca el oído izquierdo), que algunas salen por aquí (se toca el oído derecho) pero otras se quedan aquí (se toca el techo de la cabeza), en la mollera. Y empezamos a escuchar que ‘el portero ha de parar pero es uno más, vamos a jugar con él’; empezamos a escuchar que ‘balón que sale bien jugado de atrás siempre acaba bien’; empezamos a escuchar que ‘cuando se empieza por izquierda se acaba por derecha’; empezamos a escuchar que ‘la gente que de aquí está bien (se toca la cabeza), que es brava, debe jugar por dentro’; empezamos a escuchar cosas así cada día, ‘que un pase hacia atrás es el mejor pase hacia delante’, ‘que los delanteros deben ser los primeros defensores y los defensas los mejores atacantes’. Y entonces se fichó a Koeman, el mejor central líbero que he visto yo saliendo con el balón desde atrás y generando superioridad en las zonas donde queríamos ser superiores, y escuchamos que ‘el portero al defensa, el defensa al medio, el medio al delantero y, si tienes culo, gol’ (risas)”.

"Algunas frases que he escuchado, no las creo. ‘Hay que correr poco, el que debe correr es el balón’, por ejemplo. No: aquí hay que correr mucho. Yo soy un poco menos romántico de lo que a muchos les parece”.
(Guiño a Bilardo, para compensar todas las menciones a Menotti).




"Con Cruyff aprendimos que cuando ganábamos nos felicitaban, pero al día siguiente nos explicaban el por qué carajo habíamos ganado. Y si perdíamos, estábamos más tristes, pero nos explicaban por qué habíamos perdido. Y mientras crecía, decía: esto me gusta”.
(Ohhh, dijo “carajo”, ¡qué horror!).

"Nadie es capaz de controlar enteramente el fútbol, porque es el juego más difícil del mundo. Primero, porque se juega con los pies, y aquí para tocar a las señoras se usan las manos, no los pies. Es el más abierto, el más indescifrable, pero que me dieran la oportunidad de entenderlo poco a poco es un lujo. Yo agarré de todo. De Barcelona me fui a Italia y agarré cosas; y luego me fui a México y agarré cosas: cómo salía con tres La Volpe y cómo le jugó a vosotros en el Mundial dominando el juego aunque luego ellos perdieron con un gol de Maxi López. Y de allí me fui a Qatar, y bueno, ahí… mejoré el swing (movimiento de golfista). Luego metí todo en una trituradora, hice el mix y las cosas se quedaron en mi cabeza. Y esas me pertenecen. En Barcelona robé, robé y robé; me fui a México robé, y si quieren robar de mí, róbenme, porque al final se juega para la gente, el juego es de los jugadores, la gente va a verlos a ellos, no a nosotros. Y robé y robé”. 
(1.Te agarramos, Pep, el gol fue de Maxi Rodríguez. 2. El Bigotón estuvo en el teatro y fuentes bien informadas aseguran que todavía está ahí adentro: no pudo salir, no pasaba por la puerta del agrande que tenía. 3. No le teme a los titulares de los diarios: robar, robar, robar. ¿Quién dijo que es delito?).
Con 27 años ya sabía que quería entrenar en el futuro. Miraba partidos y decía: ‘Hoy podríamos hacer esto y lo otro’, el entrenador daba la charla y yo decía ‘estoy de acuerdo con esto y con esto otro, no’, ya empezaba a pensar como entrenador, pero luego intenté alargar lo máximo posible ser futbolista, que es un placer único e irrepetible”.

"Desde mi lugar dije: ‘De esta manera voy a tratar de convencerles’. Y ese es el placer mayor que tengo, que a través de la táctica y de entender qué hacen los rivales, ver qué puedes hacer tú para convencer a los tuyos. Al final, yo soy entrenador por el juego, por meterle al jugador: ‘Hoy va a pasar esto, esto y esto’. Luego, muchísimas veces no pasa, pero el placer de sentarme delante de un partido, ver al oponente, y mientras tanto imaginarte lo que vamos a hacer nosotros es lo que le da sentido a mi profesión. Es el mejor momento. Como futbolista, cuando le daba a la pelota; ahora es cuando imagino qué podríamos hacer para ganar un partido”.
(Confirmado: bicho de laboratorio total).

"Soy un fan de la salida de atrás. Me gustan mucho las cuestiones defensivas de los de arriba y las transiciones intermedias”.
(Talibanes del lirismo, abstenerse: “Defensa” no es una mala palabra).

"En México fui entrenado por una de las personas que más me ha ayudado a entender el juego, que es Juan Manuel Lillo”.

"Hay una razón que había escuchado: los buenos, para mí, tienen que jugar en el medio. Cuanto más buenos futbolistas tengas en el medio, más puedes pasarte el balón. Por eso hemos cambiado a Messi del costado derecho al centro. Cuando tienes uno más en el medio siempre tienes más control para atacar y para defender. Otros dirán: ‘esto no sirve para nada’, y pueden tener toda la razón del mundo. Yo, con todo el mix que hice en mi cabeza me lo acabé de creer: encontrar superioridad a través de cosas simples, como es pasar el balón, que es la idea básica con la cual nos hicimos futbolistas desde pequeñitos”.

"Cuando quiera, maestro… tira… tira… tira por favor… tira, tira, tira”.
(A Pep no le agarró un ataque ochentoso y se puso a cantar el hit de Miguel Mateos. No. Es que no acentuó la 'a' sino la 'i'. Y esa palabra, 'tira', resultó la que más pronunció en sus 70 minutos de exposición. Era para pedirle al operador de video, casi como un neurótico, que continuase proyectando las imágenes que utilizó para mostrar por qué cambió a Messi de 7 a 9. Y ahí es cuando uno se imagina al lírico de Pep encerrado en su despacho con 10 monitores, tirándose de los pelos que no tiene, a punto de ser llevado con chaleco de fuerza).

"Esto se hace con mucho esfuerzo, con mucho, mucho amor por este oficio, por el fútbol, por el juego en sí, y tengo un agradecimiento a toda la gente que me ha ayudado a entender esto, luego yo le pongo lo mío. Chicos, sean generosos, porque al final esto es en beneficio de este maravilloso juego que tanto disfrutamos y ojalá que los jugadores que he tenido la gran suerte de entrenar sean nuestros sucesores y puedan entrenar y dignificar este maravilloso juego”.
(Gracias por lo de “chicos”, Pep).

"No hay entrenador en el mundo al que le guste este juego y no trabaje, no creo que yo trabaje más que otros, pero no pensemos que los éxitos son directamente proporcionales a lo que uno hace. Y esto al final tampoco es trabajo, te gusta tanto que por eso lo haces”.

"Lo que me he creído de verdad, lo he aplicado y, si no me lo creía, no lo he aplicado, porque las cosas en el fútbol o se sienten o no hay libro posible que te lo pueda enseñar”.

"Cuando Masche se fue a Corinthians, hubo un contacto con River, pero yo ya estaba en las últimas, por lo que River acertó plenamente en no contratarme (risas)”.

"Masche es otra cosa cojonuda. A veces te llevas desilusiones con jugadores, son desilusiones entendibles porque ellos quieren jugar y tú no les metes. Por otro lado conoces gente que vale la pena. Yo tenía dudas en fichar a Masche, porque tenía a Keita y a Busquets, y con Tito (Vilanova) decíamos: ‘Es el capitán de la Selección Argentina, va a venir aquí y si no juega...’. Pero Masche es de otro espesor humano, como futbolista es fantástico y aparte es un sol, un sol de niño”.

"A mí me gustan los extremos que juegan de lateral, y me gustan mucho los mediocentros que pueden jugar de central. Para ser central necesitas más facultades que de mediocentro, porque debes mirar para atrás y Masche tiene esas facultades, esa tensión, esa voluntad de escuchar. Me apuesto lo que queráis que este será técnico, fija”.

"Hay muchos trabajos en el fútbol, pero al final son seis o siete normas, todo se produce en torno a esto, entonces hay que recordarles y que no se olviden. Fallar, fallamos todos, pero correr, esforzarnos, nadie se puede estaquear; los que se estaquean, se quedan afuera. Si hay 10 que corren y uno no, ese se sale solo”.

"No son tontos los futbolistas, son gente preparadísima, una gente que tiene la capacidad de jugar a un deporte tan difícil tiene que ser inteligente por narices. Hay que tratarlos como muy, muy inteligentes y capaces, e intuitivos, tienen todas las virtudes. Y hay que prepararse para las dudas que tengan y darles soluciones”.

"Minutos antes de terminar el primer tiempo me pongo a pensar qué he visto, qué se puede cambiar, luego hablo con mi gente. Tito ha sido una ayuda inmensa para mí. Hay que hacerlo rápido, la charla ahí es muy corta, indicaciones del tipo ‘nos estamos metiendo de prisa arriba’ o ‘hay que salir más por izquierda que por derecha’, lo que puedas”.

"La táctica se las doy a los futbolistas para que nos lleguen poco y encontrar posibilidades de pase para que en los últimos metros la gente de mayor desequilibrio haga el resto. La táctica es: mejor estar aquí, mejor defender allá, por derecha tendremos mucho espacio porque su extremo es un geta y no corre para atrás. La táctica es entonces qué hacen ellos y a partir de ahí adaptarse a los jugadores”.
(Confirmado: se fija mucho en el rival).

"Con Arrigo (Sacchi) coincido en casi todo. Fue un innovador, su equipo, un espectáculo. Al final nos queda la idea, lo único que vale la pena es la convicción de tener una idea clara de dónde agarrarte. Los jugadores no son tontos: si te ven dudar, te lo pillan al instante; y si a veces no lo tienes claro, no les hables, vete a tu casa y al otro día, cuando lo tienes claro, les hablas. Son intuición pura los futbolistas, huelen la sangre, cuando te ven débil, te clavan la espada”.
(Se siente observado por sus dirigidos, su sentido de la responsabilidad frente a ellos no le permite improvisar con argumentos endebles).

"Busco que las charlas técnicas sean lo más cortas posible. Hay días que duran 3 minutos y otras 25, no me pregunten por qué, quizás porque sientes que ese día tiene que ser corta, porque llevamos muchos partidos seguidos, porque vienes de muchas cuestiones tácticas”.

"A ustedes, los argentinos, les gusta hablar mucho, mucho de fútbol y en aquellas reuniones clandestinas con Jorge Valdano y Angel Cappa, a mí me avisaban para ir y yo quedaba anonadado”.

"La primera vez que vi a Leo (Messi) fue en una tienda de Nike, estaba con su padre. Lo saludé, él con su peculiar timidez. Yo no lo había visto nunca jugar, pero Tito me había dicho: ‘Tengo a uno que la rompe’. Luego lo vi y tenía razón, pero vamos, creo que fue Marcelo el que me dijo: ‘A los muy buenos jugadores los vemos todos, a los malos también los vemos todos, hay que encontrar a ese que no piensas’. Tito la clavó, pero a Messi lo veía hasta un ciego”.


"Leo agarró muy rápido el cambio de posición de la derecha al centro del ataque. Y si le pones de lateral izquierdo también lo agarra rápido. Leo es el mejor defensor que hay; cuando quiere quitar el balón, dice: voy a quitarte el balón, y te mata”.

"Nosotros hemos ganado mucho en el Barcelona, pero lo cierto es que no hubiéramos ganado tanto sin Leo. Tú puedes controlar todo esto, pero llega un balón, y él rodeado de cuatro la mete en la esquina, ¡ya me dirán qué influencia tengo yo en todo eso!” (risas).

"Definitivamente no he visto a uno igual a Leo. Es que los padres lo hicieron bueno. Yo soy contemporáneo de Maradona, es el ídolo de mi infancia, le veía jugar y… no me hagáis la pregunta tan original de quién es el mejor y tal cosa, siento que he tenido el gran honor y privilegio de coger una generación única y de haberlo entrenado a Messi”.

"Cuando Maradona se fue al Nápoli, yo llegaba con 13 años al Barcelona y no pude disfrutarlo, pero los residentes me contaban que no habían visto a nadie igual. Más tarde me encontré con Alexanco, que fue compañero suyo y luego mío, y me dijo que no había visto a nadie así en su vida, entonces los mitos y la comunicación verbal ayudan a todo esto, y finalmente vi lo que hizo en el Mundial de México”.

"Creo que nunca podría dirigir aquí, es impresionante la expectativa que despierto. Ni que hubiera inventado la sopa de ajo”.

"Que uno tome la decisión de dejar un club es mejor que cuando otros la toman por ti. Yo fui feliz en el Barcelona. Sin dudas que si no eres una buena persona, no ganas nada. Puedes ganar algo particular, pero no más. En el Barcelona tuve a grandes personas. Los jugadores que dirigí aman lo que hacen. Nunca perdieron la pasión que llevan desde niños. Nos fue bien porque dirigí a los profesionales más amateurs que conocí, pero es una etapa terminada. Uno nace, crece, se casa, tiene hijos y se hace mayor. Eso se acabó”.

"Yo no juego a la Play pero mi hijo sí, y le dije que el Messi de la Play jamás superará al real”.

"Vosotros tenéis una reputación de un poco exagerados, sois como sois, pero creo le han dado muchísimo al fútbol: de los 5 o 6 mejores jugadores de la historia, tenéis tres, habéis dado mucho, vuestra pasión por este juego se ve. Ah, les deseo lo mejor y muchas gracias”.
(No, Pep, gracia a vo’).

Autor: Diego Borinsky.
Revista El Gráfico (Junio del 2013).


” Los que se pasan el día hablando de lucha y garra son los que tienen poco que enseñar. ”
                                                                              Jorge Valdano.

                                                                    Óscar Méndez Albano.


"Las Acciones a Balón Parado o de Pelota Quieta".

                                                           Autor: Oscar Mendez.