Friday, May 13, 2011

Explicación del por qué de la “Alternancia Horizontal Contextualizada”… Por qué entrenar siempre en especificidad según la periodización táctica.



Durante algunos años se pensó que el cerebro estaba estructurado por varias áreas que actuaban aisladamente en las diferentes funciones cerebrales. Con el desarrollo del conocimiento y de las técnicas de investigación se verificó que este argumento que proviene de la frenología no era válido.
Por eso, António Damásio (1994:34) afirma que ”podemos ahora decir con seguridad que no existen  «centros» individuales para la visión, para el lenguaje o ahora para una razón o comportamiento social” y  afirma que, “que en la  realidad existen solo «sistemas» formados por varias unidades cerebrales inter-ligadas”. Así, reconoce que varias de las regiones mantienen una relación íntima y constante en los procesos de raciocinio y de toma de decisión. El cerebro está constituido por dos hemisferios, el derecho y el izquierdo, en que el hemisferio izquierdo maneja el lado derecho del cuerpo  y el izquierdo comanda el lado contrario (Israel, 1995).


Figura 5 – Los hemisferios que constituyen el cerebro humano.



El funcionamiento de estos dos hemisferios difiere en el tipo de procesamiento
(McCrone, 2002). En el hemisferio izquierdo predominan las representaciones parciales
 (Damásio, 1994), y por eso, “funciona de un modo lógico y analítico”, donde se procesa el pensamiento lineal (Laborit, 1987:17). El hemisferio derecho, por el contrario, se encarga de los conceptos y representaciones en su conjunto, o sea, en su aspecto más global. (Laborit, 1987).
En las diversas funciones cerebrales existe la predominancia de uno de los dos hemisferios sobre el otro. Dando un ejemplo de este tipo de dominio
António Damásio(1994:34) afirma que “en más de 95% de las personas, que incluye a muchos zurdos, el lenguaje depende en larga medida de las estructuras del hemisferio izquierdo”.
A pesar de haber una dominancia y predominar un tipo de procesamiento diferente en cada hemisferio, el cerebro funciona como un  “todo” que envuelve diferentes áreas, que se organizan para desempeñar las funciones cerebrales.
Para Jeannerod (2002:28) todo se resume “a una cuestión de organización funcional de los elementos en su relación entre sí” porque las funciones resultan de la  coordinación de varias estructuras cerebrales  En total acuerdo con esta idea, Mc Crone (2002:14) afirma que “cualquier actividad mental requiere la acción coordinada de varias regiones”. Así, esas zonas cerebrales interactúan constantemente entre sí.
A partir de aquí percibimos que la   “asignación” de las representaciones en los
Hemisferios  no acontece de una forma aislada. De acuerdo  a  Antonio
Damásio (1994;2003), las representaciones del cuerpo son  “registradas”  por lo que el los define como de marcadores somáticos. Según el referido autor, el hemisferio derecho desarrolla el plano de las representaciones de estados viscerales y de las representaciones del aparato músculo esquelético. De esta forma, hay una representación de la  emoción y del espacio extra-personal y por eso,  “envuelve el sentido integrado del cuerpo” (Damásio, 1994:84). En virtud de esto, este hemisferio se encuentra asociado a las relaciones espaciales, musicales y conductuales (Laborit, 1987).
Más allá de esto, sabemos que las señales relacionadas con el lado izquierdo y derecho del cuerpo se encuentran y se organizan en los sectores corticales somato-sensoriales, que también se sitúan en el hemisferio derecho (Damásio,
1994).
Sin embargo, no queremos decir que las estructuras del hemisferio izquierdo no representan el cuerpo porque sucede que las representaciones de este hemisferio son más parciales, como ya dijimos.
Estas representaciones del hemisferio izquierdo adquieren un sentido y una aprensión más global a través del hemisferio derecho, que le dan una organización semántica. De acuerdo con  Laborit (1987:18) “se podría decir que el hemisferio izquierdo es el cartesiano y el derecho el místico”.
Siendo así, y transfiriendo este concepto para la operacionalización del «jugar», percibimos que la Lógica del  Sentido dada por el modelo de juego es fundamental. La estructuración del proceso por niveles de organización, implica y facilita el concepto del  «jugar» que se pretende, en todos los momentos y con todas las situaciones de ejercicios, desde que estén contextualizados por el sentido del juego que se va a construir.
A través de estructurar este proceso, todas las situaciones son contextualizadas por un orden global, o sea, el modelo de juego.

En consecuencia, las situaciones que no entran en el modelo de juego son abstractas y no promueven un sentido en la información experimentada en ese proceso. Siendo así, el desarrollo del «jugar» se hará  través de los niveles de organización dentro del contexto y sentido de percepción y organización de las representaciones.

La lógica del sentido que rige los niveles de organización estimula el poder asociativo de las representaciones. De acuerdo con Mc Crone (2002:40), cuando estamos por «interpretar» un contexto recurrimos a la memoria, o sea, recordamos un conjunto de representaciones que están asociadas  y capturamos las memorias de determinada actividad neuronal y por eso, cuando nos deparamos en un contexto o actividad semejante utilizamos estas representaciones para facilitar la interpretación.
De este modo, existe un poder asociativo que nos ayuda a analizar e interpretar los datos del contexto.
Reforzando este esclarecimiento, António Damásio (2003: 225), afirma que a través de este mecanismo no es de sorprender que  “el mismo objeto provoque patrones neuronales semejantes”. Es por eso, que lo que vemos de un objeto resulta de la integración, de los datos sensoriales con las representaciones que poseemos en la memoria relativa a ese objeto. Lo mismo pasa en el análisis e interpretación de realidad cuyos contextos hacen que se recorra determinadas representaciones grabadas en nuestra memoria.
A través de esta lógica percibimos que la forma como vemos e interpretamos la realidad o sea, el contexto de los ejercicios, resulta de las representaciones que poseemos relativamente en ese mismo contexto. Por eso, al desarrollar los diferentes niveles de organización promovemos una lógica que orienta la forma como calificamos y asociamos nuestras propias experiencias.
Además, percibimos que a través de esta estructura del proceso de representaciones de la experiencia se organizan en un mismo sentido. De este modo se crea una coherencia en la forma de cómo son recordadas y reproducidas las representaciones en los diversos momentos del juego.
Además, a través de este orden estructural del proceso verificamos el desarrollo constante de un  «jugar» que potencia la eficacia de la interpretación y por tanto, de los comportamientos. En virtud de esta metodología se crean conjuntos de principios que desenvuelven la familiaridad con determinadas regularidades y  en consecuencia, estimula la capacidad de invocar determinadas representaciones que están asociadas.

La investigación de las ciencias cognitivas postula además que estas representaciones  “son objetos mentales y que, en esta cualidad, poseen dos tipos de propiedades: por un lado, propiedades físicas como cualquier otro objeto; por otro lado propiedades semánticas” (Jeannerod 2002:30). Además, Ansermet & Magistretti (2006) afirman que la experiencia promueve “marcas” en la estructura y funcionalidad neuronal. A partir de esto, llegan a la conclusión que las redes neuronales no son estructuras determinadas de una vez por todas. Siendo esto así, el entrenamiento hace que se alteren los patrones neuronales, por adaptación y optimización del comportamiento.
¿De este modo, será la construcción del desarrollo de un «jugar» con determinados principios igual a un «jugar» diferente?
Según lo que nos dicen dichos autores, no.
Veamos porque.
Algunos trabajos realizados en el ámbito de la neurobiología concluyen que las redes neuronales están sujetas a alteraciones permanentes una vez que las sinapsis son moldeadas por la experiencia.
La actividad frecuente de las neuronas interconectadas refuerza las conexiones sinápticas en términos estructurales y funcionales, o sea, forman nuevas sinapsis y además, cambian su forma y tamaño. A este proceso se le llama plasticidad sináptica.
A partir de esto percibimos que la experiencia promueve la adaptación de las redes neuronales. De esta forma, el desarrollo de determinados comportamientos y regularidades influye en  esa adaptación. De este modo, podemos inducir que cada «jugar» comprende una cierta adaptación.
Por lo que nos hemos referido, entendemos que es determinante concebir un proceso que estimule y configure los acuerdos del «jugar» que se van creando. De este modo, el abordaje de los niveles de organización hace que se generen patrones de comportamiento que se pretenden y promueven determinadas  “marcas” en las redes neuronales. En el fondo se trata de modelar la plasticidad neuronal a través de la construcción de un «jugar» o sea, esta organización metodológica promueve una modelación concreta para desarrollar los principios de juego.
Percibimos así, que la adaptación de un equipo emana de los principios que desarrolla a lo largo del proceso. Haciendo esto, lo que ocurre en el entrenamiento y en la competición por parte de los jugadores el equipo tiene consecuencias concretas en términos fisiológicos, o sea, en virtud de la organización del equipo, que se entienda que nos referimos a los principios de juego. Así, con esta organización metodológica se genera una adaptación Específica.

En consecuencia de estos hechos, podremos entender que algunas situaciones son susceptibles de causar perjuicios  y “arreglos” desarrollados a lo largo del entrenamiento Específico. Para esclarece esta idea, imaginemos un proceso donde el entrenador promueve situaciones que engloben los principios del modelo de juego, que pretende y en tanto, después el entrenamiento hace que los jugadores hagan determinados ejercicios en las maquinas de musculación o fuerza  muscular. A través de esta situación, el entrenador hace que las conexiones de las redes neuronales se alteren porque los jugadores adquieren (por el referido fenómeno de plasticidad sináptica) nuevos estímulos e informaciones que no se asemejan al objetivo buscado.
O sea, estos ejercicios condicionan y perturban la configuración diseñada por el proceso de entrenamiento.
En este sentido, José Mourinho (cit. Oliveira et al., 2006: 115) afirma que  “las
Personas están obsesionadas con la vertiente  física que solo ven al músculo como un órgano generador de trabajo y no como un órgano sensible” y por eso, restringen el concepto de adaptación a esta idea.
Siguiendo esta línea, Tani (2002) afirma que en las actividades donde los ambientes se alteran constantemente, la calidad del desempeño depende sobretodo de adaptabilidad del movimiento, o sea, de la eficacia del comportamiento. Y para eso, comprende al movimiento en relación entre la energía y la información donde la energía solo es eficaz cuando es controlada por la información. En virtud de esto, deja en claro que el éxito del movimiento (respuesta motora) depende de la información que lo acomoda durante la participación. De este modo, afirma que lo más importante en el proceso de preparación es mejorar lo que llama el Timing Anticipatorio, que lo define como la capacidad de organizar y desarrollar una respuesta motora de forma precisa para atender la eficacia de la acción
De acuerdo con esta lógica, Guilherme Oliveira (Anexo 1) afirma que la
Intensidad de los ejercicios es una intensidad máxima relativa porque se refiere a una intensidad necesaria para hacerse determinado ejercicio con éxito” o sea, es relativa a los objetivos del propio ejercicio. Desarrollando este concepto, remarca que se trata de contextualizar la intensidad porque “en determinadas situaciones el jugador para tener éxito debe estar parado, otras veces correr mucho, otras veces  correr poco y  hacer diferentes tareas específicas del  juego”. Entonces, la intensidad que le interesa  “reside en la parte cualitativa del juego y tiene que ver con la ejecución que permite al jugador tener éxito en la situación en que se encuentra, siendo lento o rápido”.
Siguiendo este pensamiento, Tani (2002) entiende que  las habilidades abiertas como  el fútbol, requieren una identificación e interpretación de las situaciones y de los datos sensoriales para desarrollar la capacidad de anticipación y predicción de las acciones. De este modo se trata de mejorar el timing anticipativo a través de una práctica con énfasis en el aspecto visual-perceptivo de la habilidad más que de la  respuesta motora en sí” (Tani, 2002: 148).
Reafirma de este modo que así, desarrolla la relación energía, información y control a través de la adquisición de patrones flexibles de movimiento. De este modo se refiere a la importancia de los principios de acción.
  
Como mejorar este  timing anticipatorio?
Jeannerod (2002) afirma que existe la necesidad de percibir las representaciones físicas y el contenido semántico de la realidad y viceversa. A través de esta idea reconoce que los comportamientos resultan de la dinámica entre la realidad y las representaciones que vamos haciendo.
Los autores  Anserment & Magistretti (2006) afirman que los mecanismos de plasticidad sináptica están en el origen de la realidad interna inconsciente. Esta realidad interna inconsciente se desarrolla a través de la amígdala y de la insulina, que se ligan en la corteza   pre-frontal y que memorizan las representaciones para el posible recuerdo. O sea, crean ciertas formas de memoria.
Este mecanismo tiene un papel muy importante en el comportamiento y en la toma de decisión porque según Lafargue & Sirigu (2005) se verifica una actividad inconsciente en nuestro cerebro que precede a la conciencia de la acción.
De modo de esclarecer este mecanismo dichos autores dan un ejemplo bastante ilustrativo: cuando nos decidimos a levantarnos de la cama. Esta es una intención previa que se forma la corteza frontal.
A partir de esta intención previa consciente, la corteza frontal estimula la corteza parietal que genera una intención en acción o sea, se responsabiliza por transformar la intención previa  en acción una vez que interactúa con la corteza motora para la calidad precisa de los movimientos (Figura 6).



De este modo, a partir de la intención previa de levantarnos, la corteza frontal transmite a la corteza parietal que se encarga de crear una intención en acción o mejor, coordina con la corteza motora la forma precisa de esa acción que se pretende realizar. Aplicando esta lógica del ejemplo dado inicialmente, percibimos que a partir de la intención previa de levantarnos, la corteza frontal activa a la corteza parietal para que se genere una intención en acción. Y para eso, esta corteza parietal estimula a la corteza motora que proyecta la acción con precisión. Entonces, en la corteza motora –estimulada por la corteza parietal- se verifica una actividad neuronal, que se constituye en el  «potencial de preparación motora».
Este «potencial de preparación motora» sigue de una forma inconsciente o sea, tiene un inicio cerca de 350 mseg antes de tener nosotros conciencia precisa de esa  acción a ejecutar. Solo después de formada, es que este potencial es enviado a la corteza parietal, que así pasa a tener conciencia de esa intención en acción, cerca de 200 mseg antes que la acción pueda acontecer.
Con esta transmisión (el flujo), la intención previa formada en la corteza frontal se transforma en intención en acción en la corteza parietal

De este modo percibimos que las intenciones en acción resultan de la realidad inconsciente, por la formación del  «potencial de preparación motora».
Retornando al ejemplo anterior, reconocemos que existe una intención consciente de acción que pretende- el levantarse- aunque la forma precisa como va a ser ejecutada o desarrollada es de forma inconsciente o sea, la corteza motora crea una simulación de forma de cómo nos vamos a levantar (a saltar, de prisa o lentamente de pie). Así, esta realidad precede a nuestra conciencia de intención en acción y que es determinante en la precisión de los movimientos.
Transfiriendo este mecanismo para el  «jugar», percibimos que la intención (previa) de lo que se tiene que hacer en los diversos momentos de juego o sea, los principios de acción son importantes para activar la corteza parietal. Sin embargo, por lo que vimos anteriormente la realidad inconsciente es decisiva para la precisión de las acciones y por tanto, en la forma como estos principios de acción serán realizados.
De este modo el entrenamiento tiene un papel igualmente decisivo en la construcción de esa realidad inconsciente o sea, a través de la adquisición y asimilación de los principios de acción. El entrenamiento  específico se preocupa con el desarrollo de este mecanismo creando e interiorizando esos principios de acción para estimular la calidad de precisión con que son realizados.
Sin embargo, no siempre la intención de acción se concretiza en acción porque en el caso de haber alguna divergencia con la intención previa, la acción es inhibida. En el momento en que tomamos consciencia de la acción precisa – de intención en acción- la corteza frontal puede inhibir la acción cuando percibe que ella no se adecua a lo que pretende (por ejemplo, cuando percibimos que es domingo y no precisamos levantarnos). Todavía, la corteza frontal dispone de apenas 200 mseg para hacerlo.
En realidades como en el juego de fútbol, este mecanismo es mucho más importante para inhibir algunas acciones que pueden no ser eficaces por la variabilidad del contexto.
Imaginemos una situación concreta en que el defensa lateral cierra el espacio para impedir la progresión del extremo, colocándose en su dirección. A pesar de esto, este extremo conduce el balón y simula que va por la derecha y va por la izquierda. El defensa lateral tiene como intención cerrar  su espacio de progresión y fue regateado o sea, fue inducido que tenia que cerrar en la derecha cuando al final el adversario fue por la izquierda. Así, la corteza frontal crea una intención previa de cerrar más a la derecha y la corteza parietal crea una intención en acción (a través de los mecanismos explicados anteriormente) para hacer más aún, la corteza frontal percibe que esta intención no es la adecuada e impide que esa acción se realice.
  
Así, la corteza frontal reniega esa intención y el tiempo que le lleva hacer – y percibir –  depende de la capacidad de anticiparse. Esto resulta de las vivencias y de la realidad
inconsciente que el entrenamiento promueve porque en las primeras veces en que pasa por estas simulaciones, el jugador va a tener más dificultad en percibir esto y a manera que se entrena  en conformidad con esto , cuando se tiene  un entrenamiento  donde dicha acción se reproduce con  regularidad, la misma le permite anticiparse a dicha acción.

En el sentido de aclarar un poco más este mecanismo desarrollamos el siguiente esquema:
1. La corteza frontal crea la intención previa (se incia entonces el proceso).
2. A partir de esta intención previa se activa la corteza parietal.
3. La corteza parietal activa la corteza motora donde crea  « el potencial de preparación motora» a través del cual esboza con precisión la acción a ejecutar, después de unos 200 mseg.
4. Esta representación de acción es enviada para la corteza parietal que adquiere entonces la consciencia – intención en acción-  que acontece después de unos  350 mseg del inicio del  «potencial de preparación  motriz».
5. Con  esta interacción entre la corteza motora y el parietal adquirimos la consciencia de intención de acción, pasados aproximadamente 550 mseg. (200 mseg +
350 mseg. = 550 mseg.).
6. A partir de aquí, restan 200 mseg para:
1.) A: Enviar esa intención a las estructuras neuro- musculares para concretar esa intención en conducta.
2.) B: En caso de conflicto, la corteza frontal anula esa intención, que no se concreta.


Conclusiones:
• La “Periodización Táctica” es una concepción metodológica que se regula en el desarrollo del modelo de juego del equipo.
• Se preocupa en crear y desarrollar una organización dinámica determinada  del equipo, o sea, un «jugar».
• El modelo de juego es la referencia de todo el proceso, dándole al mismo un sentido.
• El modelo de juego permite un objetivo común entre los protagonistas (jugadores y entrenador), en el proyecto de juego colectivo.
• Promueve también una cultura de entendimiento y de interacción en la construcción del  «jugar» con la «auto-hetero» re-creación de todos en el proyecto de juego del equipo.
• El modelo de juego comprende la puesta en marcha, de los principios de acción en el desarrollo de la Especificidad.
• Asume la preponderancia de la Especificidad en todos los momentos.
• Se preocupa en desarrollar y optimizar los comportamientos colectivos e individuales de los jugadores a través de un proceso Específico.
• La puesta en acción de los principios de acción permiten al entrenador modelar las relaciones e interacciones de los jugadores.
• A partir de los grandes principios colectivos se crean los sub-principios, sub-principios
de los sub-principios referentes a las relaciones mas o menos pormenorizadas de los jugadores en el desarrollo del «jugar».
• La estructura metodológica se hace por niveles de organización del «jugar».
• El desarrollo Específico de estos niveles de organización:
Se refieren a la articulación dinámica de varios de los momentos de juego:
Defensivo, ofensivo, transición defensa-ataque y  ataque-defensa,
y  Comprende la Articulación Jerarquizada de los principios y de los varios momentos de juego en función del «jugar» que se pretende desarrollar, e involucra también la Articulación Jerarquizada de los principios con los  sub-principios, sub-principios de los  sub-principios en el desarrollo del proceso, hacer lo que acontece y lo que se pretende (modelo).
• La dinámica del proceso no tiene una evolución lineal porque depende de la mayor o menor calidad de conducta del equipo tanto como de las dificultades que se van imponiendo.
• El entrenador asume un papel determinante en la estructuración del proceso, dirigiéndolo e interviniendo para conseguir una mayor calidad en el desarrollo del modelo de juego.
• La competencia es un momento muy relevante para la evaluación cualitativa de la evolución del proceso. A pesar de esto, esa evaluación también acontece en los entrenamientos.
• La periodización del proceso se realiza semanalmente y mejor, en el tiempo que media la competencia anterior  y la siguiente. Evalúa los aspectos a incidir y hace lo que aconteció en la competición anterior y lo que prevé de la siguiente.
• Así, el abordaje estratégico se hace todos los días en el desarrollo del «jugar», tomando en cuenta la competición siguiente.
• Este énfasis estratégico de la primicia del «jugar» modelando la realización de los principios de acción del equipo en función de determinadas características adversarias.
• Los niveles de organización desarrollan escalas del «jugar» permitiendo incidir en los diferentes aspectos sin  empobrecimiento en la operacionalización de Especificidad.

• La  operacionalización del «jugar» se realiza con ejercicios Específicos que se llevan a cabo para la adquisición de los principios de acción que se pretende.
• Los ejercicios son configurados de modo que sucedan con regularidad los comportamientos e interacciones que se pretenden desarrollar.
• La dinámica de los ejercicios tiene un sentido y por esto, son contextualizados por el modelo de juego. La configuración del ejercicio resulta del significado de lo que es atribuido habiendo siempre un sentido con respecto al modelo de juego.
• La configuración del ejercicio comprende el sentido sobre el cual los protagonistas lo vivencian.
• El modelo de  Especificidad también pasa por la intervención del entrenador en el momento de crear el ejercicio y dirigirlo hacia lo que se pretende.
La  Especificidad del ejercicio también resulta de la intervención del entrenador en el momento de su realización contribuyendo así, para la calidad de concretización del mismo.
• El principio metodológico de la Alternancia  Horizontal sostiene la permanente relación entre el esfuerzo-recuperación distribuido semanalmente diferentes escalas del «jugar» que pretende para el equipo. Aborda a lo largo de la semana diferentes niveles de organización.
• Para garantizar la calidad evolutiva del proceso, aborda en cada día de la semana un nivel de organización diferente del  «jugar», generando así las exigencias que cada una implica.
• Tan importante como el esfuerzo en la adquisición de los principios de acción pretendidos es el recuperar para asegurar condiciones de realización que permitan la operacionalización adquisitiva de los mismos.
• La organización metodológica del proceso se rige por el desarrollo de los principios de interacción del equipo considerando el tipo de repercusiones que implican.
• La recuperación es específica y contextualizada por la organización dinámica colectiva.
• Las preocupaciones que caracterizan el morfociclo patrón:
El primer día: Se incide en recuperar y no esforzar, lo  que el carácter adquisitivo impone.
El segundo día: Comienzan los objetivos  “adquisitivos” abordando un nivel de organización intermedio del «jugar» con el desarrollo de los  sub-principios o sub-principios de los  sub-principios de interacción.
El tercer día: Se incide en la dinámica compleja del  «jugar» que comprende el nivel de organización de los grandes principios ya que es el día más alejado a la competición anterior y la siguiente.
El cuarto día: Se incide en un nível adquisitivo más parcial teniendo en cuenta el tipo de exigencias del día anterior y por tanto, con más énfasis en la recuperación.
El quinto día: La preocupación con la recuperación se acentúa aún más para predisponer competitivamente al equipo para el día siguiente.
La Periodización  Táctica incide en la organización dinámica del equipo desde el primer día.
• Todo el proceso se diseña y acontece en el crecimiento del comportamiento de los jugadores y del equipo.
• Y con la automatización del patrón que desarrolla la adaptación específica y concreta, cuyo resultado es de cómo el equipo pretende jugar.
• Desarrolla varios automatismos conductuales, de forma de construir una realidad interna en el consciente, que permita actuar con más eficacia y por tanto, con más calidad.
• La precisión de los comportamientos depende sobre todo de la intención no consciente desarrollada por la dinámica organizada de las interacciones, que facilitan la capacidad de intervenir en el “aquí y ahora” del juego.
• La adaptación organizacional es singular, concreta y resultante de un proceso.

A partir de estos puntos conclusivos evidenciamos que en algún momento hubieron referencias a preocupaciones con:
-El desarrollo de picos de «forma» de los jugadores.
-Con la preparación  «física» de los jugadores.
-La realización de «pre-épocas», con prioridad en la «condición física».
-Con la prepración general de las capacidades llamadas  «físicas» como la resistencia, fuerza y velocidad.
-Con el volumen y el  «efecto retardado de las cargas».
-La periodización por «períodos» de preparación.
-La realización de tests para evaluar las capacidades  «físicas» de los
Jugadores.
-Con  “recargar” las pilas en los momentos de paro de competencia.


Por todos estos hechos, reconocemos que la organización metodológica de la “Periodización Táctica” se preocupa en crear un «jugar» a través de la operacionalización del modelo de juego. Esta concepción parte de un abordaje complejo, dinámico y sobre todo, concreta del  «jugar» que se pretende crear. Se Identifica  con los conceptos complejos y sistémicos que le permiten comprender sin tener que mutilar y por eso, creemos que este paradigma nos permite asegurar un nuevo rumbo para el fútbol.

Fuente:
“Do pé como técnica ao Pensamento Técnico dos pés dentro da Caixa Preta da Periodização    Tática”
Autor: Marisa Silva Gomes.
Fadeup.
Porto, 2006.

“Las Personas están obsesionadas con la vertiente  física que solo ven al músculo como un órgano generador de trabajo y no como un órgano sensible transmisor del mismo”.
José Mourinho.


                                                        Óscar Méndez Albano.




2 comments:

  1. Que libro me recomienda para poder instruirme en esta metodologia contemporanea tan bien fudnamentada?
    Gracias

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  2. Buenas:
    En general yo intento dejar la bibliografía de los artículos para que el que pueda y/o quiera pueda conseguir la misma para enriquecerse de esta metodología. Decirle un libro solo sería incorrecto ya que siempre se toman cosas de casi todo el material (libros,monografías,disertaciones etc) que surge de esta "Escuela". La mayoría de entrenadores que nos escriben quieren todo resumido en un libro, en una nota, nadie quiere pasar por el trabajo de leer y estudiar lamentablemente y en mi opinión no se llega a comprender esta forma de percibir al entrenamiento correctamente ya que es una escuela surgida del pensamiento científico (sistémico). Muchas veces esto se torna peligroso, ya que se ve que gente publica material o libros con el nombre ya que está de moda ahora con el objetivo de vender o llamar la atención, y hay muchos aspectos que seguramente estos autores no estarían de acuerdo en que se llame Periodización Táctica. En español hay poco material especialmente en lo táctico. Muchas de las notas están aquí traducidas del portugués (que verá que se cuelgan en Internet por parte de otros colegas sin atribuirnos nada ni a nosotros que las traducimos ni a los propios autores). Lamentablemente una nueva moda en estos tiempos que corren. Un libro recomendable es el de Xavier Tamarit "Que es la periodización Táctica" de MC Sports donde explica muy bien los principios metodológicos y el como se arma un morfociclo desde el punto de vista de la Supra-dimensión Física.
    En portugués algunos libros recomendables:
    "O desenvolvimento do jogar, segundo a Periodizaçao Tática" y "Do Pe como Técnica ao Pensamento Técnico dos Pes Dentro da Caixa Preta do Periodizaçao Tática. Um estudo de Caso.", ambos de Marisa Silva, "Organização do jogo de uma equipa de Futebol.
    Aspectos metodológicos na abordagem da sua organização estrutural e funcional". Jose Guilherme Oliveira, y "Comportamento Táctico no Futebol: Contributo para a Avaliaçao do Desempenho de Jogadores em situaçoes de Jogo Reduzido" de Israel Teoldo da Costa.
    Un saludo.
    Óscar.

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La Dinamica Grupal

Autor: Oscar Mendez.