El timing anticipatorio y la relación con la toma de decisión en el fútbol moderno, una
mirada sistémica.
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Vemos como la ciencia
y las nuevas corrientes cada vez más se basan o sustentan sobre nuevos
paradigmas, que no son otra cosa que “modelos o patrones en cualquier
disciplina científica u otro contexto epistemológico”. Lo Epistemólogico es lo que está relacionado con todo lo que tiene que ver con el origen del conocimiento
científico.
Estas nuevas
“visiones” de como abordar una misma problemática dan diferentes enfoques que
pueden cambiar totalmente la forma de trabajar de un entrenador, preparador o
cuerpo técnico.
Bajo este nueve
paradigma, el de la complejidad y bajo el enfoque sistémico, relacionado en
este caso al fútbol, se encuentra esta nueva metodología ideada y creada por el
Profesor de la Universidad de Porto, Vitor Frade.
Su enfoque (como hemos
mencionado otras veces aquí) ha transformado la metodología y la forma de
enseñar/explicar/estimular/cuestionar el conocimiento que se pretende enseñar
ya sea en edades tempranas en fases de aprendizaje como en deportistas de alto
rendimiento como ha demostrado claramente su máximo exponente, como lo es, José
Mourinho.
En resumen, lo que se
intenta, es de darle o crear situaciones que se puedan dar en los encuentros
durante toda la semana y que el
deportista pueda solucionarlas o resolverlas de la mejor forma. Estas
situaciones deben tener conceptos o principios que nosotros pretendemos que los
futbolistas resuelvan.
Como he escuchado
muchas veces de diferentes periodistas deportivos, hay entrenadores que todavía
no comprenden este aspecto, y se creen que al hacer un ejercicio de rondo o
posesión, ya “con eso le estoy trabajando determinado concepto y que solo con
eso alcanza”. Los espacios reducidos,
como los espacios grandes, como los rondos por si solos no tienen sentido sino
tienen un concepto por detrás, un principio o sub principio.
Debemos propiciar
situaciones donde hayan problemáticas con lo que se pretende enseñar de modo
que cuando esa idea se de en un encuentro, pueda ser solucionada en tiempo real
de la forma más adecuada.
Ahí es donde entra
nuestro Modelo de Juego y sus principios y sub principios, que son las ideas o
pilares donde nuestro MDJ se sustenta, en lo que se apoya.
Muchas veces, antes
como jugador y luego como entrenador/preparador, hemos escuchado decirle al jugador, “tienes que pensar” o
“¿para que tienes la cabeza?”, sinceramente esto en nuestra opinión es una
verdad a medias o una apreciación errónea, porque en el fútbol como la mayoría
de deportes de pelota…… no hay tiempo para pensar!
Las acciones se
ejecutan en cientos de milésimas de segundos, son en su mayoría de casos pre o
sub-conscientes. Las acciones no llegan nunca a ser conscientes, y cuando
ocurren, generalmente es cuando el jugador tiende a equivocarse porque las
mismas se vuelven predecibles y son anuladas/superadas por el rival.
En consecuencia, como
afirma Vitor Frade, bajo esta metodología, la Periodización
Táctica que se apoya
en sus principios metodológicos como los son los de Especificidad, Alternancia
Horizontal en Especificidad, Progresión Compleja y Propensiones, y especialmente bajo el de especificidad, bajo
el cual todos nuestros ejercicios serán dotados de una similitud al juego real,
muy grande.
Las acciones tendrán
oposición, tendrán un espacio determinado, serán a determinada velocidad
(táctica), donde al cambiar cualquiera
de estos factores modificará todo (Principio de la Psicología Gestáltica donde
cualquier cambio de los factores afecta al resto y por ende a la totalidad).
Esto lo haremos de
muchas diferentes formas durante la semana según el Principio de Alternancia
Horizontal en especificidad.
Durante muchos años,
la ciencia basada en estudios de la
Frenología, se pensó que el cerebro funcionaba por partes (esto gracias al
Paradigma Cartesiano y su influencia sobre el pensamiento científico), de forma
casi separada. Gracias a los estudios más recientes, se ha determinado que el
cerebro funciona por áreas interconectadas. Las mismas influirían no solo en
los procesos de razonamiento sino también en la toma de decisión.
Como se observa en la
figura, el cerebro humano está constituido por dos hemisferios, el izquierdo y
derecho donde el hemisferio izquierdo comanda el lado derecho del cuerpo humano
y el hemisferio derecho el izquierdo del cuerpo.
El funcionamiento de
estos hemisferios difiere en el tipo de procesamiento. En el izquierdo
predominan las representaciones parciales y por eso, funciona de un modo lógico
y analítico donde predomina el pensamiento lineal (en lo que se ha basado
durante muchos años el conocimiento científico, el Pensamiento Cartesiano).
En el derecho
predominan los pensamientos globales, es decir el razonamiento de forma conjunta. En todas las personas
predomina un hemisferio sobre el otro.
A pesar de existir
diferentes tipos de procesamiento en cada hemisferio, el cerebro funciona como
un “todo”.
Todo el proceso se resume en una cuestión de coordinación porque las funciones son el producto de la acción coordinada entre las diferentes regiones cerebrales. De este modo,
las zonas cerebrales interactúan e
influyen entre sí.
Según Damaso
(Neurólogo Portugués) el hemisferio derecho está relacionado a las acciones espaciales, musicales y
conductuales/comportamentales.
Las representaciones
del hemisferio izquierdo sin embargo, son recibidas a través del otro
hemisferio (el derecho) que hacen que estas representaciones sean modificadas y
adquieran un sentido más global.
De acuerdo a Laborit
“se puede decir que el hemisferio izquierdo es Cartesiano y el derecho es
místico”.
El fenómeno de la plasticidad sináptica: la explicación del porque
no se trabaja de forma descontextualizada.
Relacionando esto con
nuestro deporte y su aprendizaje, la forma como los atletas van a aprender será
mucho más accesible si el proceso se va dando de una forma global o sea dentro
de un modelo de juego, dentro de un entorno, a través de este proceso se desarrolla un
“lenguaje” común que hará que los conceptos/principios puedan ser adquiridos de
forma más económica (en el tiempo) y de forma más clara y puedan ser
interiorizados de forma más eficiente. Luego se irá fractando o dividiendo en partes toda esta
información, todos estos principios/sub principios para su mayor comprensión.
Al estar estos
contextualizados, no serán conceptos abstractos sino que el “aprendiendo” podrá
fácilmente relacionarlos, percibirlos luego de un corto período de tiempo que
facilitarán luego al repetirlos una y
otra vez, mediante la repetición sistemática. Al vivenciarlos de forma
específica le será más accesible interiorizar dicha información.
Nuestra memoria suele
relacionarse con un conjunto de representaciones que suelen asociarse. A través
del hipocampo, capturamos la memoria de determinada actividad neuronal y por
eso, cuando nos encontramos con una actividad semejante utilizamos esas
representaciones para facilitar esa interpretación.
Por esto se torna tan
importante trabajar en especificidad, suele recordarse más fácilmente la
información debido a dicho mecanismo y esas representaciones al ser familiares, dentro de un contexto específico
del jugar se evocan con más facilidad. No debemos olvidar que la memoria es
totalmente selectiva, y si se encuentra en un contexto específico donde haya
una familiaridad con lo que se está haciendo, será asociada y recordada mucho
más fácilmente que si no lo está.
Algunos trabajos
recientes de neurobiología sugieren que
las redes neuronales están sujetas
a alteraciones permanentes una vez que las sinapsis son modeladas por la
experiencia. En otras palabras, la experiencia vivida influye en como se
comunican nuestras neuronas cerebrales. El trabajo específico relacionándolo
con nuestros principios y sub principios de nuestro modelo de juego es como
esta Escuela del Profesor Frade logra esto.
La actividad frecuente
de la interconexión neuronal refuerza las conexiones sinápticas en términos
estructurales y funcionales. O sea, entrenando en especificidad, a través de este proceso se formarán nuevas sinapsis y
modificarán su tamaño y forma. A este proceso se le da el nombre de plasticidad
sináptica.
En consecuencia vemos
como la experiencia promueve la adaptación de las redes neuronales y
consecuentemente concluimos que “cada jugar comprende una nueva adaptación”.
El trabajo
descontextualizado o solo físico, echaría por tierra todas estas conexiones
neuronales que logramos mediante el trabajo específico.
En este sentido José Mourinho afirma “Las personas están obsesionadas con la vertiente Física que solo ven
al músculo como un órgano generador de trabajo y no como un órgano sensible”.
Para entenderlo de
mejor manera: Imaginemos que un entrenador trabaja de forma específica poniendo
énfasis en sus principios y sub principios de su modelo de juego y a pesar de
esto, luego del entrenamiento les pide a los jugadores que realicen ejercicios
en maquinas de musculación para reforzar muscularmente el trabajo. A través
de esta situación, el entrenador hace que estos “arreglos” de las redes
neuronales se alteren porque los jugadores absorben (por el fenómeno referido
de plasticidad sináptica) nuevos estímulos e informaciones que no convergen
para que fuera desarrollado. O sea estos ejercicios condicionan y perturban la
configuración diseñada por el proceso de entrenamiento.
Siguiendo con esta
lógica, Tani (2002) afirma que en las actividades donde el ambiente se altera
constantemente, la calidad del desempeño depende principalmente de la
adaptabilidad al movimiento… o sea de la eficacia del comportamiento. Y para
esto, comprende al movimiento en relación a la energía y la información, donde
la energía es eficaz solo cuando es controlada por la información. En virtud de
esto, muestra que el éxito del
movimiento (respuesta motora) depende de la información que logra cuando
interviene.
En este sentido afirma que lo más importante en todo este proceso es lo
que denomina como “Timing o coordinación
Anticipatoria” y que nosotros la relacionamos con la Toma de decisión en
el fútbol, y que la misma se caracteriza
por la ser la capacidad de organizar y desarrollar una respuesta motora de
forma precisa para conseguir una respuesta eficaz.
¿Como mejorar este timing anticipatorio y por ende esa toma de
decisión?
Los recuerdos son el
producto de la realidad y las representaciones que vamos creando o haciendo.
Los mecanismos de plasticidad sináptica están en el origen de la realidad
interna inconsciente. Esta realidad interna inconsciente se desarrolla a su vez
a través de la Amígdala y de la corteza
insular, que se unen o ligan en la corteza pre-frontal y que memorizan las
representaciones para un posible recuerdo. O sea, crean ciertas formas de
memoria. Este mecanismo tiene un papel
muy importante en el proceso de la toma de decisión debido a que se observa una
actividad inconsciente en nuestro cerebro que precede a la conciencia de la
acción. De modo de ejemplo podemos afirmar que cuando una persona decide
levantarse de la cama, la misma es una intención previa que se forma en la
corteza frontal. A partir de esta intención previa consciente, la corteza
frontal estimula la corteza parietal que crea una intención en acción o que se
responsabiliza por ejecutar la intención previa en la intención de la acción y
luego una vez que interactúa con la corteza motora se ejecutará dicha acción de
forma precisa en los movimientos.
En consecuencia, en la
corteza motora, estimulada por la corteza parietal se verifica una actividad
neuronal que no es otra cosa que el potencial de preparación motora. Aclarar
que este potencial de preparación motora, actúa de forma inconsciente, es
decir, que nosotros no nos damos cuenta de su existencia ni de su
funcionamiento.
El mismo arranca
aproximadamente a los 350 mseg, antes que tengamos conciencia de la acción a
ejecutar.
Solo que después que
se ha formado, y que este potencial es enviado a la corteza parietal es que de
este modo pasa la persona a tener conciencia de esa intención de la acción,
esto ocurre en otros 200 mseg, antes que la acción acontezca u ocurra.
Con esta transmisión o
flujo, la intención previa formada en la corteza frontal se torna o transforma
en la intención de la acción en la
corteza parietal.
De este modo vemos
como la corteza motora crea una simulación de la forma de como nos vamos a
levantar, a saltar o simplemente movernos.
Así, este mecanismo precede a nuestra conciencia de intención de
ejecutar una acción, la misma es inconsciente, y que es determinante en la precisión de los
movimientos motores o motrices.
Relacionándolo con el
juego en sí, de esta forma estaríamos estimulando/entrenando estos procesos
cerebrales que se dan en la corteza parietal. Entrenándolos de forma
inconsciente que es como estos procesos ocurren en nuestro organismo, a una gran velocidad, sin darnos cuenta.
Aunque en algunos
casos no siempre la intención de acción se hace efectiva en acción porque en el
caso de haber una divergencia o desacuerdo con la intención previa, la acción
será inhibida.
En el momento que
tomamos conciencia de una acción precisa, de la intención de la acción, la corteza
frontal puede inhibir la acción cuando percibe que ella no se ajusta a lo que
pretende (Por ejemplo cuando percibimos
que es Domingo y no necesitamos levantarnos). Todavía la corteza frontal
dispone de apenas 200 mseg para hacerlo. Este mecanismo es sumamente útil para
algunas situaciones que se dan en el juego específico donde existe un contexto
variable, donde hay muchos estímulos en constante dinámica y donde el futbolista debe elegir la mejor opción en forma instantánea...sin pensar.
Este proceso es el
resultado de las vivencias y de la realidad inconsciente que el entrenamiento
promueve. Aquí yace su gran importancia.
A modo de resumen
podemos agregar que:
1- La corteza frontal
crea la intención previa (donde se inicia el proceso).
2- A partir de esa
intención previa, se activa la corteza parietal.
3- La corteza parietal
activa la corteza motora donde crea el potencial de preparación motora a través
del cual esboza con precisión la acción a ejecutar (200 mseg).
4- Esta representación
de la acción es enviada hacia la corteza parietal donde adquiere conciencia
(que sucede en unos 350 mseg desde el inicio
del potencial de preparación motora).
5- Luego de esta
interacción entre la corteza motora y la corteza parietal adquirimos
consciencia de esa intención de la acción, luego de aproximadamente unos 550
mseg
(200 mseg + 350 mseg =
550 mseg).
6- A partir de aquí,
restan solo 200 mseg para:
a) Enviar esa
intención a las estructuras neuro-musculares para concretar esa acción en un
comportamiento determinado.
b) En caso de
conflicto la corteza frontal anulará esa intención que no se concretará.
Referencia Bibliográfica:
"Do pé como técnica ao Pensamento Técnico dos Pés Dentro da Caixa Preta da Periodizaçao Táctica" Um estudo de Caso. Marisa Silva Gomes
Fadeup. Porto 2006.
"A conversa com Vitor Frade". Nuno Amieiro.
Fadeup.
"El error de Descartes". Antonio Damasio.
Editorial Andrés Bello.
“Nosotros
no solo entrenamos músculos, también entrenamos cerebros”.
Horacio
Anselmi
Autor: Óscar Méndez Albano.
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