Cuando tuvimos la oportunidad de iniciarnos en este ámbito, y empezar nuestra formación en el Instituto Superior de Educación Física en Montevideo, Uruguay, recuerdo haber tenido alguna conversación con gente que en ese entonces eran ex jugadores “consagrados” y ahora también lo son (tiempo mediante) como entrenadores, ciertas “perlas” que me han marcado y siempre me hacen recordar esos tiempos y me sirven como base de sustentación de por qué las cosas no funcionan en mi país en este aspecto.
Yo desgraciadamente no tuve la fortuna de poder dedicarme al fútbol el resto de mi vida, lamentablemente tuve que dejarlo a los 19 años ya que me extirparon un tumor de 6 Centímetros de diámetro del costado de mi rodilla.
Apenas pude jugar en cuarta y tercera división y debido a esto tuve que dejarlo.
Al empezar la formación recuerdo que ante determinadas discusiones escuchaba frases como “no...a mi no me van a enseñar como dirigir si esta gente nunca ha jugado o pisado un vestuario..” o “yo he jugado un mundial y nadie me va a enseñar qué tengo que hacer…”o “yo tengo 15 años en primera división como para aprender ya “…
Sin dudas que la experiencia como jugador es muy importante, el cómo tratar al jugador, el ponerse en lugar del mismo, el saber sacarle el máximo rendimiento al plantel muchas veces tiene que ver con el roce que se tiene y en eso si que puede influir.
La experiencia como deportista de alto rendimiento es muy importante aunque no es excluyente para que una persona se pueda convertir en un buen entrenador.
¿Cuáles son los factores que convierten a un individuo en un buen entrenador?
Sin lugar a dudas la capacidad intelectual tiene mucho que ver con esto. Le permitirá desarrollarse en todo lo que tiene que ver con la metodología de trabajo, el análisis de juego y su capacidad perceptiva del juego, su capacidad táctica y contra-táctica que le permitirá hacer buenos planteamientos, el saber rodearse en su cuerpo técnico de gente capaz que le permitirán sacarle provecho a su plantel, el ser muy metódico y ordenado etc.
En cuanto a los aspectos empíricos o relacionados con su experiencia como deportista, como dijimos antes, el relacionarse con el jugador o tener vestuario, el percibir aspectos técnicos ya que como fue jugador los verá más fácilmente y podrá demostrarlos, el conocimiento del medio, de los otros clubes (cuerpos técnicos, planteles y directivos), el motivar más fácilmente a su plantel ya que el fútbol de épocas anteriores se basaba más en estos aspectos y no en aspectos técnico-tácticos etc.
Hay un sinfín de ejemplos de grandes jugadores que se han estrellado como entrenadores al creer que solo porque fueron grandes jugadores les permitirá ser grandes entrenadores.
También hay algunos ejemplos de grandes jugadores que han logrado dar el salto del rol de jugador a entrenador y han tenido mucho éxito (Johan Cruyff, Frank Rijkaard, Pep Guardiola, Franz Beckenbauer) aunque si es verdad también que los mismos tienen la particularidad que eran deportistas muy desarrollados intelectualmente, muy cerebrales, muy completos, y que en su etapa final como jugadores se desarrollaron como entrenadores aprendiendo muchísimas cosas que más adelante aplicarían en sus equipos.
El fútbol es cada vez más complejo, cada vez hay mas cosas para aprender, evolucionar, desarrollarse, no es una tarea acabada ni estática.
Los más grandes entrenadores, a mi entender, por alguna razón u otra no han sido grandes jugadores, Tele Santana, Rinus Michel, Helenio Herrera, Luis Felipe Scolari, Arrigo Sacchi, Louis Van Gaal, Rafa Benitez, Jose Mourinho etc. Aunque sí han habido jugadores que se han desarrollado como entrenadores y lo han hecho en gran forma.
Llevando todo esto al terreno local, vemos como en el fútbol uruguayo todavía se sigue jugando un fútbol arcaico, antiguo, falto de ritmo y velocidad, donde no se manejan principios de juego en ataque y tampoco en defensa, donde el balón pasa más tiempo en el aire que en el suelo.
Los entrenadores no se preparan, los dirigentes no se preocupan por quien contratan, siguen dirigiendo las mismas personas desde hace 20 años.
Es un círculo cerrado, donde dan vuelta siempre los mismos nombres, donde los que tienen la oportunidad es porque fueron jugadores de cierto nivel o son amigos de algún empresario.
El resto se debe arreglar en el mejor de los casos con los clubes con problemas económicos, estructurales, (sin poder competir en igualdad de condiciones) o quedarse sin trabajar.
No se ven planteamientos ofensivos (salvo algún caso aislado), los equipos no tienen identidad, no hacen planteamientos ni en cuanto a principios de juego, ni en cuanto al rival, ni nada. Lo único que se ve es como los equipos más pequeños se meten atrás cuando juegan contra los equipos mas desarrollados e intentan salir de contra y nada más.
Se da el mensaje a la gente que se juega así por las urgencias de ganar, como si en campeonatos más competitivos no existe la misma urgencia de ganar y no se jugara por dinero. Se contrata a gente que habla muy bien y mucho, pero que luego en sus planteamientos se ve que se dice mucho más de lo que se hace.
Es hora de que se haga autocrítica y de una vez se empiece a modificar toda esta estructura. Es hora que los entrenadores de nuestro país empiecen a formarse.
Es hora que los directivos empiecen a contratar a gente joven, que los cursos de entrenadores se renueven, que empiecen a traer gente desde el exterior con ideas y metodologías nuevas, con una visión más moderna y amplia y que de una vez se empiece a debatir si no es más conveniente traer a un entrenador extranjero para la selección, que se empiece una revolución futbolística que tanto se necesita. La frase que dice que todo esta inventado en el fútbol es y será una gran mentira.
Ver jugar a nuestra selección es un auténtico sufrimiento, existe una gran confusión con la identidad de la misma y su historia, y da mucha bronca ver siempre a la misma gente dando vueltas sin darle oportunidad a gente nueva y joven.
El periodismo tampoco contribuye muchas veces en este tema, ya que aumenta la confusión hacia la gente en general anteponiendo siempre temas del pasado e históricos o de estadística. Relacionan muchas veces temas deportivos con temas de hombría o hasta sexuales para explicar hechos que sucedieron en el pasado que nos dieron muchas alegrías como pueblo. Muchas veces ellos promoviendo nombres que vienen del mismo ambiente y contribuyendo para que no exista un cambio.
Es necesario buscar un nuevo perfil de entrenador, es indispensable incorporar gente dispuesta a prepararse para desenvolverse en el alto rendimiento y dejarnos de tonterías con temas históricos y del pasado que como sabemos todos, el pasado y futuro solo se puede evocar desde el tiempo presente…desde el aquí y ahora y solo este es el que prevalece.
Es importante que la clase política tome cartas en el asunto y no permita a gente adueñarse y anteponer temas económicos y empresariales por encima de una selección representativa de todo un país.
Podrían hacerlo (si es su deseo) en un Club o Institución pero la selección nacional debe estar por encima de todo y todos, en un país como el nuestro donde el fútbol es una manifestación cultural de toda su sociedad en conjunto.
Un jockey no tiene porque haber
sido caballo para ser exitoso.
Arrigo Sacchi.
Óscar Méndez Albano.
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