Diálogo entre Guardiola y Valdano.
Jorge Valdano: ¿Qué es lo que te movió a ser futbolista?
Pep Guardiola: "Nunca me planteé el jugar al fútbol de manera seria hasta mucho tiempo después de empezar a jugar. Estaba en el filial y veía que Cruyff de vez en cuando me miraba. Yo creía que no tenía dotes físicas necesarias para jugar pero me encantaba jugar al fútbol"
J.V.:¿Soñabas con ser jugador de Primera División?
P.G.:"Si, por supuesto. De diez niños catalanes, ocho querrán jugar en el Barcelona. Le decia a mi madre: "Si llego al juvenil, ya estaré contento". Pensaba que para jugar al fútbol necesitaba mucho más que: "Pasa bien el balón, juega bien, las pilla todas". El destino y el estilo de un entrenador que le gustaba más el hecho de pasar que el de romper fue lo que me ayudó".
J.V. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera existido ese entrenador?
P.G. Lo habría pasado mal. Es de esas cosas en las que he tenido suerte. Jugué desde el primer momento. El primer año, si no juego y estoy mal, igual me voy para casa. Aunque no fue cuestión de supervivencia. Me lo pasaba muy bien siendo jugador infantil del Barcelona.
Pep Guardiola: "Nunca me planteé el jugar al fútbol de manera seria hasta mucho tiempo después de empezar a jugar. Estaba en el filial y veía que Cruyff de vez en cuando me miraba. Yo creía que no tenía dotes físicas necesarias para jugar pero me encantaba jugar al fútbol"
J.V.:¿Soñabas con ser jugador de Primera División?
P.G.:"Si, por supuesto. De diez niños catalanes, ocho querrán jugar en el Barcelona. Le decia a mi madre: "Si llego al juvenil, ya estaré contento". Pensaba que para jugar al fútbol necesitaba mucho más que: "Pasa bien el balón, juega bien, las pilla todas". El destino y el estilo de un entrenador que le gustaba más el hecho de pasar que el de romper fue lo que me ayudó".
J.V. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera existido ese entrenador?
P.G. Lo habría pasado mal. Es de esas cosas en las que he tenido suerte. Jugué desde el primer momento. El primer año, si no juego y estoy mal, igual me voy para casa. Aunque no fue cuestión de supervivencia. Me lo pasaba muy bien siendo jugador infantil del Barcelona.
J.V. Así que no necesitabas ver el final del camino, te gustaba el camino
P.G. Era la clave. No es el hecho de ganar la Liga, sino de disfrutar el camino
para ganarla. En aquel momento a mí me movía el hecho de entrenar cada día.
J.V. Era una pasión
P.G. Hay una famosa frase que dice "yo soy yo y mis circunstancias". La clave es humanizar esas circunstancias. Pues ellas para mí eran que había firmado una ficha para jugar y que deseaba con todas mis fuerzas poder continuar entrenando. Mi ilusión era estar con la gente del fútbol, ver el entrenamiento del primer equipo, ver a Schuster entrenar.
Yo soy barcelonista y para mí era impensable irme a otro equipo a jugar. En la residencia, en días de verano, después de cenar jugábamos hasta las once o doce de la noche. Disfrutaba la esencia del fútbol.
J.V. Para tener esa ilusión o para mantener esa pasión, ¿hace falta ser muy bueno haciendo algo?
Te tiene que gustar. Simplemente te tiene que gustar. Es casi inevitable teniendo en cuenta tu trayectoria que termines convirtiéndote en un referente para la afición, para el periodismo, para tus compañeros.
J.V. Era una pasión
P.G. Hay una famosa frase que dice "yo soy yo y mis circunstancias". La clave es humanizar esas circunstancias. Pues ellas para mí eran que había firmado una ficha para jugar y que deseaba con todas mis fuerzas poder continuar entrenando. Mi ilusión era estar con la gente del fútbol, ver el entrenamiento del primer equipo, ver a Schuster entrenar.
Yo soy barcelonista y para mí era impensable irme a otro equipo a jugar. En la residencia, en días de verano, después de cenar jugábamos hasta las once o doce de la noche. Disfrutaba la esencia del fútbol.
J.V. Para tener esa ilusión o para mantener esa pasión, ¿hace falta ser muy bueno haciendo algo?
Te tiene que gustar. Simplemente te tiene que gustar. Es casi inevitable teniendo en cuenta tu trayectoria que termines convirtiéndote en un referente para la afición, para el periodismo, para tus compañeros.
P.G. Creo que es una equivocación pretender ser un referente. Yo tengo la necesidad de cuando veo algo mal, decirlo. Cuando me puedo expresar y me tranquilizo es cuando más me siento yo, es cuando me siento futbolista en la máxima expresión.
J.V. Un jugador infantil está a la búsqueda de un modelo, y ahora ya dista la vuelta y te miran a ti, así que has cambiado de posición.
P.G A mi me cuesta verlo, de tanto repetírtelo llegas a pensar que igual sí que lo eres. Pero no lo he buscado. Cuando era infantil, el día que me encontraba bien iba a por todas. Siempre he buscado terapias para poder conseguir esta concentración: la repetición de pre-partido, el tipo de calentamiento..
J.V. ¿Se pueden saber algunas de esas técnicas?
P.G Cruyff me dijo que cada uno tiene que encontrarse a sí mismo. Recuerdo la primera vez hice terapia, perdimos 2-0 en el Bernabéu. Pero me encontré muy bien allí, donde jamás había jugado bien hasta ese día. En casa estuve viendo videos del Madrid, a ver cómo podíamos superarles. Oyendo la música de La misión de fondo y pensando: me voy a salir, vamos a ganar, las voy a pedir a todas. Todos necesitamos motivación porque hay bajones. Hubo un momento en que estaba muy mal. Llegué a pensar que me iba, que dejaba el Barcelona, que era mi última final. La jugué con una distensión total. Me dije: "Voy a disfrutarla". Estaba tan convencido de que la íbamos a ganar. Y a veces la angustia la produce el día que dices: Hoy estamos horrible y quieres cambiar y no eres capaz.
J.V. Has tenido algún compañero que te transmitiera sensaciones positivas?
P.G Zubizarreta y Baquero. Sabía que tenía en ellos un apoyo importante, me sentía protegido.
J.V. Me parece muy saludable para el equipo que sean los jugadores los que decidan. Es fundamental que el futbolista se sienta importante. Que llegue al descanso y puede decir: "Oye, tenemos problemas aquí, y el lateral..."
P.G. Cruyff era el que más te hablaba, el que más información te daba, el que te convencía más. Corregía aspectos a los que otros entrenadores no les daban ninguna importancia. En mi caso ha sido fundamental. Soy mejor futbolista porque he estado con Cruyff. Él nos hizo vernos mejores, pensar que jugábamos mejor que nadie. Hay cosas que no he visto hasta que no me las ha dicho, porque hay cosas de las que no te das cuenta hasta que te las razonan. Los modelos no se ganan en tres jornadas, ni con medio año. Hay que crear un estilo, que sepan a qué jugamos, que los que están en Rusia sepan que vas a jugar de esta forma.
Esto tiene que estar por encima del entrenador. Es decir: Nosotros jugamos así. El club juega a esto y nosotros fichamos a este entrenador para jugar de esta manera.
Valdano: Oye Pep, y cuando seas mayor, ¿qué quieres ser?
Guardiola: No lo sé, yo creo que entrenador.
Valdano: Entrenador ya eres
Diálogo entre Jorge Valdano y Pep Guardiola en el libro "Liderazgo" (1999).
“El éxito tiene que definirse
en función de lo que depende de ti. El objetivo no es ganar, es hacer las cosas
bien. Ganar es la consecuencia”.
Psic. Patricia Ramirez.
Óscar Méndez Albano.
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