No es la verdad
absoluta, aunque si es mi verdad, mi
percepción de lo que he vivido en estos años.
Me viene a la
mente a la hora de escribir sobre este tema como describe Arsene Wenger al
futbolista, donde para él, el joven futbolista es como una casa que se
construye desde abajo hacia arriba, desde los cimientos hasta el techo y azotea.
En mi opinión,
los clubes deberían ser similares. Apoyarse sobre ciertos pilares o cimientos,
una base que les da esta estructura que les brindará solidez, organización y
una forma de trabajo organizado de manera de poder crear una Cultura de Entrenamiento
que debe tener toda Institución deportiva.
Cual es el
problema?
El problema es que muchos clubes no se han dado
cuenta o no saben como organizarse, especialmente para los momentos actuales que corren.
Los clubes, especialmente en Sud-América deben
constantemente nutrir al Primer Equipo e intentar ganar en lo local, vender
futbolistas a Ligas más ricas de modo de generar ingresos para invertirlos en
el equipo principal y volcarlos nuevamente en las divisiones formativas para
continuar este ciclo re-invirtiendo parte del dinero ganado en las divisiones
formativas, estructuras materiales, el primer equipo y el funcionamiento del
Club.
Esto se debe a que los modelos de clubes en su
gran mayoría, deben vender futbolistas a Ligas más ricas porque los ingresos
que se generan en sus ligas no cubren los gastos mínimos para financiar su funcionamiento.
En mi opinión, basado en lo teórico y empírico,
habiendo trabajado en casi todas las funciones desde que comencé a trabajar
allá por el año 1999 de Preparador Físico, Entrenador Asistente, Entrenador
Principal y Coordinador y luego de haber trabajado en muchos clubes y con decenas de futbolistas
que han llegado al Profesionalismo tanto en Uruguay como en España, Los clubes
liderados por los directivos no tienen
claro o no comprenden bien cuales son estos 3 pilares básicos y suelen fallar
en uno y a veces en dos de estos pilares, generándose problemas a largo plazo
como ha sucedido en los últimos años, donde vemos a Clubes con una gran
inversión económica en Divisiones Formativas o Juveniles, que sus equipos
principales pierden la categoría y
terminan descendiendo.
El Primer pilar que mencionaremos aquí es el más conocido y el más utilizado.
LA
CAPTACIÓN.
Esta es la más conocida y en general la que más
apuestan los clubes.
Muchos clubes gastan mucho dinero, especialmente
los más grandes y fuertes económicamente donde tienen montada una estructura,
ya sea humana con un gran equipo de captadores o Scouts , donde buscan a nivel
zonal, regional o en todo el territorio, en algunos casos hasta a nivel
internacional los futbolistas con mayor proyección, o estructural organizando
escuelas, embajadores, logrando convenios con otros clubes, o iniciando procesos un año anterior al año
de competencia (como se hace en Uruguay con la pre-séptima).
Errores más comunes en esta área:
Se
captan a los futbolistas físicamente más fuertes, más grandes o más veloces.
Todo esto ignorando que muchos de esos futbolistas
cuando lleguen a la pubertad, sufrirán grandes cambios físicos en sus cuerpos,
a nivel hormonal, donde influirá a nivel físico modificando muchas veces estos
parámetros físicos y donde las condiciones se equipararán, triunfando
generalmente el futbolista técnicamente superior y con mejor toma de decisión
que el más grande, veloz o fuerte anteriormente.
Se
apela al resultado deportivo para fichar a futbolistas:
Lo típico en el fútbol formativo, se ficha a los
chicos que superan a otros basados muchas veces en condiciones físicas y no en
aspectos técnicos o de toma de decisión. Se juega a fútbol formal y el que gana
sigue y el que no, se descarta.
El Segundo pilar que mencionaremos ahora es:
LA FORMACIÓN.
El
resultado como evaluación.
Esta es un área donde muchos equipos también
suelen tener problemas o fallar.
Se apela al éxito en fases donde como explicamos
antes, no debe ser la prioridad porque la prioridad a esas edades es comprender
y enseñar-aprender el juego, no
únicamente ganar.
Obviamente, los clubes con mayor poder de
captación y donde captan chicos más grandes y más fuertes, ganan.
Esto parece ser la evaluación de mucha gente, ya
sea periodistas deportivos, directivos, y entrenadores con intereses en
mantenerse en esos lugares.
Las tablas generales en divisiones juveniles son
lo más importante a la hora de evaluar este trabajo.
Esto es un gran error, porque no todos los clubes
parten esa carrera desde el mismo lugar y además, porque el proceso formativo
termina cerca de los 20 años, no antes.
En realidad nunca termina pero si el ciclo
formativo de los clubes.
Las evaluaciones se hacen al final del proceso, no
al inicio o en el medio y menos con parámetros que no son los correctos para
evaluar el trabajo de un club en ese aspecto.
Las evaluaciones se deben de hacer en el día a día
y como mencioné anteriormente, no si se gana en categorías donde no es ese el
principal objetivo.
La evaluación debe ser cuantos futbolistas
llegaron al 1er equipo, su nivel, cuantos hay en las selecciones juveniles,
mayor, equipos de las ligas más fuertes del mundo etc.
No si se
ganó la tabla general de divisiones juveniles o se salió campeón en sub 15 o
14.
No
todos los clubes pueden invertir el mismo dinero.
No todos los clubes pueden invertir el mismo
dinero, infraestructura humana y material, en consecuencia, la competencia como
evaluación se hace aún más injusta.
Cuando tuvimos la suerte de formar la 7ta división en Montevideo Wanderers
(Categoría 2001, Sub 14), no tuvimos la posibilidad de captar los mismos
futbolistas que equipos más fuertes o grandes, con mayor inversión, y muchas
veces teníamos que ver lo que otros no veían.
En clubes más pequeños que nosotros, esto era aún
más evidente.
Tampoco tuvimos la posibilidad de contar con una
Pre-séptima, algo que a la hora de competir con otros equipos, llevábamos al
menos un año menos de trabajo que esos equipos.
Habían equipos con presupuestos en divisiones
formativas varias veces que nos multiplicaban
al que teníamos nosotros y habían otros equipos con presupuestos
inferiores al nuestro.
Si hay gente que hace evaluaciones
sobre estos procesos sin contar con información de la situación de cada club,
emitir una opinión en base a resultados no solo es una imbecilidad sino una
gran imprudencia e injusticia.
La mejor evaluación de cómo funciona las
divisiones formativas de un club es que
lleguen a jugar en el 1er equipo, selecciones juveniles o mayor o ligas de alto
rendimiento y si tienen que nutrir los primeros equipos de esos futbolistas,
que se desempeñen de forma correcta sin ver carencias y mostrando aptitudes y
condiciones.
Los ingresos que llegarán al club no serán por
acumular trofeos y títulos en categorías pequeñas sino en ingresar dinero por
la venta de algún jugador que le deje al club un ingreso para poder invertirlo
nuevamente en todo el proceso y nutrir al plantel principal.
En Juveniles, bien es sabido que habían
Coordinadores que cobraban pagas extras por salir campeón en Divisiones
Formativas pero luego no se vendía a nadie y muy pocos futbolistas llegaban al
primer equipo.
El
desarrollo físico como único parámetro de evolución del futbolista.
Solo suelen observarse tres factores en el proceso
formativo en los clubes de Primera División en Sud-América y en Uruguay.
La Captación y selección, La competencia o ganar sea como sea, y el
desarrollo físico a los futbolistas jóvenes del club.
Esto se debe a lo que mencioné en otra nota
anterior, donde los clubes pertenecen a paradigmas anteriores a lo que se hace
en Europa, donde el modelo se basa en paradigmas anteriores y no en nuevos paradigmas basados en lo
cognitivo, en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en enfoques sistémicos
donde el juego y futbolista se ve como un todo y no como partes separadas.
Así en estos clubes, los “Profes” o preparadores
físicos tienen la misma o en algunos casos más
importancia que la tienen los entrenadores, y el proceso se basa en las
constantes cargas y evaluaciones físicas
y no en la evolución táctica y del juego del futbolista.
Se
contratan a ex jugadores del club como forma de agradecimiento pero sin
preparación para enseñar el juego.
El problema aquí no es que sea o no sea ex
futbolista del club u otro.
El problema grande es contratar a gente que no se
ha formado, no tiene experiencia y en la mayoría de los casos provienen de
paradigmas antiguos y una vez que dejan esos clubes, se encuentran en la
mayoría de los casos “agujeros generacionales” donde en varias divisionales no
se observa trabajo alguno en la enseñanza – aprendizaje del juego.
Para poder entrenar, no debe ser una condición ser
ex futbolista famoso, tampoco excluyente. Como se sabe ahora, el enseñar es una
capacidad adquirida, especialmente después de mucho tiempo, porque primero se
debe comprender el juego, aprender a enseñar etc.
El pensar
que por el solo hecho de que alguien fue un gran futbolista será un gran
entrenador, es lo mismo que pensar que porque fuiste un buen alumno de primaria
, podes ser maestro sin prepararte.
CONSOLIDACIÓN
Y PROYECCIÓN.
Este es otro pilar fundamental, donde fallan
muchos clubes por su estructura antigua o falta de comprensión de los
dirigentes de los clubes del funcionamiento más conveniente de sus clubes.
Si logramos captar o seleccionar a los jóvenes
futbolistas, y esos futbolistas los desarrollamos pero luego llegan al final de
este proceso y tenemos a entrenadores en el 1er equipo que no se animan a poner
a esos futbolistas en el equipo principal, este proceso o cadena se rompe y
todo el trabajo acabará de forma infructuosa.
Cuando se contrata a Entrenadores para el 1er
equipo, los mismos deben tener la valentía y en muchos casos los clubes mismos
son los que deben obligar a que estos entrenadores les den minutos a los chicos
y –o los asciendan.
Muchos clubes, especialmente los más grandes,
contratan a jugadores de rendimiento deportivo medio o bajo porque los mejores
juegan en las ligas más ricas, y no les
dan oportunidades a los chicos del club que en muchos casos, terminan ganándose
el puesto ante estos o tienen un rendimiento superior.
Es importante para que esta cadena o proceso no se
rompa, tener a entrenadores que puedan ascender a esos jóvenes valores y
proyectar a esos chicos primero en el primer equipo y luego otros mercados
donde esos futbolistas puedan ser vendidos y ese ingreso que se genera pueda
ser re-invertido nuevamente.
Generalmente cuando se falla en uno o en varios de estos pilares o cimientos que mencioné, los clubes se vienen abajo y terminan teniendo grandes crisis deportivas y por ende Institucionales y Económicas.
“No es tan importante lo que la gente piensa cuando llegas,
sino lo que piensan cuando te vas”.
Jurgen Klopp.